Un policía detenido e implicado en dos violentos asaltos en San Agustín

Se trata de un agente, quien es propietario de tres automóviles, entre ellos un Toyota Corolla. Además, tendría dos motocicletas. En uno de sus vehículos, una banda de asaltantes llevaba numerosos elementos robados en la zona de San Agustín. Cuando lo fueron a detener, en tanto, intentó sobornar a sus compañeros. La fiscalía penal de Cerrillos ya pidió la prisión preventiva del suboficial, como así también de otro cómplice.

El agente de policía, Luis Javier Flores, quien se desempeñaba en la División de Seguridad Urbana, fue imputado por los delitos de robo calificado y cohecho, en tanto, que un cómplice, Pedro Antonio Rodríguez, también fue imputado por el delito de robo calificado, según informaron desde la Fiscalía Penal de Cerrillos.

La detención e imputación del policía y de Rodríguez, según informó el fiscal penal, Gabriel Portal, surge de las actuaciones iniciadas por efectivos del Destacamento policial de la localidad de San Agustín, quienes tomaron intervención en dos asaltos a mano armada cometido en esa jurisdicción.

Los robos fueron ejecutados por tres sujetos, quienes irrumpieron en dos viviendas, ubicadas en el paraje El Sumalao. Los delincuentes se hicieron pasar por policías de la Brigada de Investigaciones y, en ambos casos, adujeron que estaban detrás de un cargamento de drogas y armas.

En uno de los inmuebles, propiedad de Alfredo Signorelli, los asaltantes irrumpieron y redujeron al casero, Roberto Nieto, a quien golpearon y maniataron, dejándolo encerrado en un baño de la propiedad, de la cual se llevaron varios bienes, entre ellos televisores, herramientas, una garrafa, una motocicleta y un teléfono celular, entre otros elementos.

Este robo, según los informes y pruebas reunidas, ocurrió el 30 de agosto pasado, cerca de la medianoche, hecho que no fue el único cometido por esta banda, ya que los tres asaltantes irrumpieron posteriormente en otra vivienda de esa zona, propiedad de Leonardo Lescano.

En este inmueble, los delincuentes redujeron al propietario, a quien también le dijeron que eran de la Brigada y preguntaron por “las drogas y las armas”, tras lo cual robaron dinero, televisor, computadoras y un teléfono celular.

Al salir, la víctima escuchó que uno de los delincuentes, quien portaba un arma 9 milímetros, del tipo que usa la policía, llamaba por teléfono a un cómplice para que lo fuera a buscar, como así también expresaron que se habían equivocado de inmueble.

Detenidos

La detención de Rodríguez y del agente, en tanto, se logró debido a la intervención del casero, quien luego de que los ladrones se marcharon de la vivienda, se desató y alertó al sistema de emergencia 911, lo que a su vez permitió la intervención de policías de San Agustín.

Al dirigirse al lugar, el oficial, José Collado, interceptó un remis, Chevrolet Corsa, el que se hallaba estacionado en un camino vecinal. Al verificar si había ocupantes, encontró en los asientos traseros un televisor y otros elementos robados, por lo que detuvo al conductor, siendo el mismo Rodríguez.

A pocos metros, en tanto, entre los matorrales, los policías hallaron más de los bienes que habían sido robados de las viviendas de Signorelli y Lascano. Al investigar sobre la propiedad del vehículo, los policías se dieron con que el rodado, pertenecía al agente Flores.

Esto no es todo, pues este suboficial también, según la investigación de la misma policía, poseía un automóvil Fiat Siena y un Toyota Corolla, mientras que existen sospechas de que sería propietario de otras dos motocicletas, en poder de familiares.

La posesión de estos vehículos, como así también otras pruebas obtenidas, llevó a los policías a buscar y detener al agente, quien al conocer la causa de su detención, ofreció pagar “lo que sea” a sus compañeros a cambio de que no ejecuten la orden de arresto.

Flores y Rodríguez fueron sometidos ya a las correspondientes audiencias de imputación, tras lo cual la fiscalía solicitó la prisión preventiva de ambos acusados, en tanto, se siguen con las pesquisas a fin de dar con el resto de la banda delictiva.