Luis Oscar Barraza, un ex empleado del hospital Juan Domingo Perón, señalado por el abogado Sergio Heredia, como la persona que reveló el entierro clandestino de 40 pacientes de dicho nosocomio, desmintió categóricamente la acusación realizada por el letrado. “Cualquier cuerpo que sale del hospital, sale con papeles, siempre en regla”, afirmó.
Pablo Cabot, fiscal penal 2 de la ciudad de Tartagal, informó que a partir de esta testimonial la denuncia realizada por Heredia perdió peso, no obstante, se dispusieron otras diligencias procesales a fin de establecer los hechos que el letrado denunció como irregulares.
Heredia, en su denuncia, reveló el entierro clandestino de 40 cuerpos que salieron de la morgue del hospital, Juan Domingo Perón, de manera irregular. Sostuvo que los cadáveres, de hombres, mujeres y niños, la mayoría aborígenes, habrían sido sepultados en el cementerio municipal, el kilómetro 6 y en el paraje La Loma, en la localidad de Aguaray.
A partir de este relato, el fiscal citó a declarar a Barraza, a quien Heredia mencionó como la persona que le dio detalles de las irregularidades en torno a los entierros clandestinos, testimonial que se realizó el 4 de mayo pasado, oportunidad en que el testigo, de 62 años, desmintió las supuestas irregularidades.
Si bien Barraza reconoció que tuvo un diálogo con Heredia, aclaró que lo hizo para pedirle orientación por un problema laboral, pues había sido despedido del hospital. El testigo mencionó que a raíz de esta situación se encuentra inmerso en una crisis. “Hace tres meses más o menos, salgo y me pierdo”, señaló.
Barraza indicó algunas ocasiones en la que salió para ver a una determinada persona, pero en el trayecto se desoriento y terminó en otro lugar. Respecto al diálogo con Heredia, Barraza sostuvo que es cierto que habló con el mismo, aunque respecto al contenido de la conversación dijo que “no es tan así”.
No es mi abogado
“Fui a verlo a él -por Heredia- porque me quede sin trabajo, a pedirle que me guíe un poco, pero él no es mi abogado”, declaró Barraza, quien luego mencionó al letrado que lo representa a la vez que afirmó que “lo que yo quiero es que se me solucione mi problema para volver a trabajar al hospital”.
Sobre las supuestas irregularidades en la morgue, Barraza negó tal situación y aseguró que “cualquier cuerpo que sale del hospital sale con papeles, siempre en regla, los firman la doctora Brain (directiva del nosocomio) o Aramayo (juez de garantías) cuando son casos policiales”.
Tras insistir que al momento de hablar con Heredia se hallaba mal debido a su situación laboral, Barraza contó que hace más de cuarenta años, cuando en el hospital se desempeñaban unas monjas, realizó el entierro de tres fetos de tres o dos meses de gestación, en un terreno donde ahora funcionan las oficinas del IPS.
Explicó que se trato de un pedido especial. “Las monjitas nos dijeron que había que darles cristiana sepultura”, sostuvo el testigo, quien agregó que en esa ocasión rezaron y eso fue todo. “Eso fue todo, nunca enterramos a ningún cuerpo nacido, era solo esos fetitos, tampoco enterramos nunca a una persona adulta ni a nadie, nosotros buscábamos a la familia y hacíamos los trámites, y si no había nadie, si no había familiares, le entregábamos legalmente el cuerpo a la policía y ellos se encargaban del entierro y todo lo demás, no nosotros”, afirmó. “Yo no sé que le habré dicho ni que habrá entendido Heredia. No se, yo no me acuerdo lo que le dije. Pero nunca enterramos ningún cuerpo”. Reiteró.