El fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt, imputó a Alberto Rafael Velázquez por el delito de tentativa de homicidio agravado por la relación de pareja y por mediar violencia de género. En la audiencia de imputación, el acusado se abstuvo de declarar.
El fiscal penal Torres Rubelt entendió que el imputado, de 34 años, habría ahorcado a la víctima con una goma y mientras la sostenía del cuello, le tapaba la nariz, con una clara intención homicida, siendo una zona vital y sin lograr su cometido por causas ajenas a su voluntad, ya que la víctima logró escapar.
Las actuaciones iniciaron por la denuncia de la víctima, de 37 años, quien expresó que mantuvo una relación sentimental con el acusado durante dos años y cinco meses y que terminó en diciembre de 2019, cuando el imputado la agredió.
En esa oportunidad, la víctima denunció los hechos de violencia y el acusado fue detenido. Sin embargo, tres meses después, Velázquez reapareció y entró al domicilio de la víctima sin autorización y continuó las agresiones.
Según consta en el decreto de imputación, el 5 de mayo Velázquez ingresó a la casa de la víctima en estado de ebriedad e intentó agredirla con un machete, mientras la perseguía, gritaba y amenazaba. Luego de agredirla, el imputado escapó.
En tanto, el 10 de mayo, el imputado entró a la casa nuevamente y se instaló allí. La denunciante afirmó que en el transcurso de los días, ejerció violencia sobre su persona, tanto psicológica como física y que llegó al punto de agredirla con golpes de puño si ella probaba bocado antes que él o si iba al baño sin permiso.
El 12 de mayo, el acusado, nuevamente en estado de ebriedad, volvió a agredir verbal y físicamente a la mujer. La denunciante expresó que logró escapar de la casa junto a sus hijos tras llegar hasta una ruta y refugiarse en los matorrales, donde el acusado la encontró y continuó las agresiones.
Por último, la víctima expresó que teme por las amenazas que la madre y hermanas del acusado profirieron en perjuicio de sus hijos, ya que le advirtieron que sí lo denunciaba, los matarían.