Policías entraron al domicilio, le dispararon y casi pierde un ojo

La fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, imputó a los efectivos policiales; oficial ayudante Omar Vale, cabos Diego Sánchez e Iván Quispe y sargento Rogelio Nanda, todos con revista en la Dirección de Seguridad Urbana, por el delito de vejaciones y lesiones leves calificadas por el uso de la violencia, todo en concurso real, en calidad de autores.

Del decreto de imputación, surgió que los acusados, mientras circulaban por Villa Asunción y sin motivo alguno, dispararon sus armas e impactaron contra la integridad física de un joven, a quien le causaron lesiones.

La intervención de la Fiscalía Penal de Derechos Humanos, se produjo tras la denuncia formulada por la madre de la víctima, en la que relató que en la madrugada del 24 de noviembre de 2018, tuvieron una reunión familiar y vecinal.

Luego de la cena, cuando su hijo junto a otros familiares estaban en la vereda tomando cerveza, llegaron los efectivos policiales en moto, quienes sin mediar palabra, dispararon con escopetas e impactaron en la nariz, espalda y glúteos del joven.  Tras esto, la víctima ingresó al domicilio y llegó hasta el patio, lugar al que también ingresaron los acusados para continuar con las detonaciones, sin tener en cuenta que había niños y personas mayores.

El joven perdió el conocimiento en el interior de la vivienda, por lo que debieron trasladarlo hasta el centro de salud de Villa Cecilia, donde fue asistido inicialmente.  Fue derivado al Hospital San Bernardo, donde le realizaron suturas y le diagnosticaron “fisura de nariz, con riesgo de pérdida del ojo derecho”.

Policía acusado de lesionar a una mujer en un operativo

Un efectivo policial que revista en Infantería, fue imputado por un hecho ocurrido en enero de 2019, cuando una mujer que caminaba junto a su hermano, quedó en medio de un operativo policial y los efectivos demoraron a su acompañante sin razón aparente. Al tratar de impedirlo, la mujer recibió una herida de bala de goma en una de sus piernas y debió ser trasladada al hospital San Bernardo.

La fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, imputó a Celestino Juan Correa como autor del delito de vejaciones y lesiones leves calificadas por el uso de violencia en concurso ideal.

El hecho fue denunciado en enero de 2019 por la víctima, quien relata que caminaba junto a su hermano cuando se toparon con un operativo policial y los efectivos demoraron a su acompañante sin razón aparente. Al intentar impedirlo, la mujer recibió disparos de posta de goma en su pierna derecha de parte del acusado, lo que le causó una fractura en la tibia.

Simesen de Bielke señaló que, cumplidas algunas medidas solicitadas, se encuentra en condiciones de requerir juicio.

Piden juicio para Orozco, Medina y Coronel de vejaciones agravadas por el uso de la violencia

La fiscal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, pidió la elevación a juicio de la causa que tiene como imputados a Gustavo Orlando Orozco, Rubén Darío Medina y Denis Orlando Coronel, imputados por el delito de vejaciones agravadas por el uso de la violencia, en calidad de coautores, por un hecho denunciado en 2015.

La fiscal consideró que cuenta con elementos de convicción suficientes para el ejercicio de la acción penal y al pedir la elevación a juicio, solicitó que se tenga por ofrecida la prueba, sin perjuicio de ampliarla en la etapa procesal oportuna.

Según consta en la investigación, las actuaciones se iniciaron a partir de la denuncia radicada por un vecino en la Fiscalía Penal de Rosario de la Frontera, “debido a una agresión física por parte del oficial Orozco, personal de la Brigada de Investigaciones de Rosario de la Frontera”. Luego, se recibió declaración testimonial en la Fiscalía de Derechos Humanos (Metán), donde la víctima manifestó que el 3 de febrero de 2015, se encontraba en el Complejo Deportivo Municipal de la Candelaria, donde asistió a un festival  junto a dos hermanas y amigas de ellas y donde se encontró con amigos. Se retiraron antes de que terminara el festival, para comprar comida y bebidas  y luego dirigirse a la finca de su padre. Compraron en unos puestos frente al Festival y cuando estaban por retirarse, se acercó un hombre de civil, que preguntó a uno de los amigos “en qué había venido, y con quién, y si lo podía acompañar”.

Intentaron detener al amigo y cuando el denunciante se acercó para preguntar el motivo, recibió un golpe de puño en la cara. Declaró que en la camioneta de la policía estaban Orozco y dos personas más de civil y que al recibir la piña, terminó en el piso. Antes, dijo que por la caída “sin querer, arrojó el vaso de cerveza en el pantalón al tal Orozco”. Al denunciante lo levantaron del cuello y lo subieron al móvil. En el trayecto a la Comisaría de la Candelaria, viajó en el asiento trasero con dos policías: uno de ellos lo ahorcaba y el segundo, le iba pegando con golpes de puño en las costillas. En la Comisaría, no le pidieron datos ni lo ingresaron como demorado y en cambio, lo llevaron a un descampado contiguo y le dijeron que estaba con custodia. Cuando el amigo fue a hacer la denuncia sobre los hechos (con respecto a lo que pasó en el Festival), llegó Orozco al descampado y le cuestionó “por qué se había acercado al lugar donde estaba el personal policial”. El denunciante le pidió perdón y Orozco le dijo “porque te metés, en éstas cosas no tenés que andar”. Luego llegó una hermana y todos se retiraron. Al día siguiente, su padre radicó una denuncia.

En la declaración testimonial, distintos testigos sumaron que al móvil policial que trasladó al denunciante lo siguieron dos bicipolicías, quienes vieron todo lo sucedido.

El pedido de elevación a juicio reunió distintos informes y declaraciones testimoniales, entre las cuales mencionan la presencia de “la camioneta de la Brigada”; fotografías de las lesiones; certificado médico que confirmó “inflamación en región maxilar inferior derecho, y hematoma derecho en cavidad bucal” del denunciante; y copias del Libro de guardia, perteneciente a la Brigada de Investigaciones N° 3.

Dijo la fiscal que el accionar de los acusados excedió los límites impuestos por la Ley N° 7742, pues las lesiones constatadas permiten sostener que su conducta afectó el umbral mínimo requerido, es decir, la afectación de los derechos del sujeto pasivo, que recayó en la concreta conculcación de su dignidad y la integridad personal. Además, el sufrimiento infligido, configuró un trato denigratorio e humillante, físico y verbal, que tuvo por fin mortificar a la víctima produciendo un ataque a su dignidad que merecía como persona y con el que espera sea tratado.

Vejaciones y allanamiento ilegal: por otra causa, imputarán a los mismos policías que le hicieron perder el ojo a Luciano Cruz

La fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, abrió la imputación contra los efectivos policiales sargento ayudante Rómulo Segovia, sargento Pablo Exequiel Toledo, cabo Ignacio Esteban Zurita y cabo Alfonso Néstor Sánchez, todos con revista en la División Seguridad Urbana, acusados del delito de vejaciones calificadas y allanamiento ilegal, todo en concurso real. La audiencia está prevista para el martes 18 de agosto.

Del decreto de imputación se desprendió que los acusados, el 9 de enero pasado, cerca de las 9, a bordo del móvil policial 1829 y mientras debían desempeñar un acto de servicio, cometieron un exceso de sus funciones al arremeter contra de la integridad física del denunciante y víctima, a quien le causaron lesiones en distintas partes del cuerpo que serían por impacto de proyectil de posta de goma. 

Además,  al momento de la detención, los acusados ingresaron al domicilio del damnificado ubicado en barrio Norte Grande y manifestaron que podían hacerlo sin una orden emanada de autoridad competente.

Las actuaciones iniciaron con la denuncia de la víctima, quien relató que durante esa mañana, su nuera lo despertó para advertirle sobre la presencia de personal policial fuera de la casa.

Al salir para ver qué sucedía, encontró a tres efectivos policiales junto a dos mujeres, quienes manifestaron que la bicicleta que estaba en la puerta de la casa era de ellas y que se la habían robado hace instantes. El denunciante les dijo que se la llevaran y que no sabía qué hacía la bicicleta allí.

En ese momento el personal policial ingresó al domicilio, hizo una requisa y encontró a un hombre escondido en el techo, quien al ver a los efectivos policiales escapó, por lo que lo persiguieron.

En ese momento el denunciante salió tras ellos para ver si lo agarraban  y caminó hasta la vuelta de su casa, donde se les acercaron  nuevamente los policías, enojados porque se les había escapado el hombre que estaba en el techo.

Uno de los efectivos le dijo «a vos te vamos a llevar por encubrimiento» y luego  lo subieron a la caja del móvil y lo esposaron.

Una vez que el móvil arrancó, el denunciante relató que uno de los dos policías que iba atrás con él le dio disparos de bala de goma en ambas piernas. Tras esto, el denunciante se tiró en la caja del móvil y uno de ellos le pisó la cabeza.

El informe médico realizado por el Gabinete de Medicina Legal del CIF, concluyó que la víctima presentaba un hematoma en los dos tercios inferior de brazo izquierdo, otro pequeño en hombro izquierdo, una excoriación en parte posterior de pabellón auricular izquierdo, dos lesiones contusos equimóticas circulares con halo hemático perilesional, uno en tercio medio, cara anterior de muslo izquierdo y otro en tercio inferior, cara interna de muslo derecho y excoriación en tercio inferior y en cara anterior de pierna izquierda.

La fiscal penal Simesen de Bielke sostuvo que los hechos fueron corroborados con la denuncia del damnificado, testimoniales de testigos presenciales y  certificados médicos, la nómina de efectivos que se encontraban en el móvil y la  copia del libro de guardia, entre otros elementos de convicción reunidos, que dieron cuenta de la participación punible de los imputados.

Se trata de los mismos efectivos policiales que previamente fueron imputados por el delito de vejaciones calificadas en concurso ideal con lesiones graves en perjuicio de Luciano Enrique Cruz. En esa causa, la fiscal penal Verónica Simesen de Bielke, requirió la elevación a juicio.

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