Encerró, amenazó y abusó de su expareja

La Fiscalía Penal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 2 solicitó que un hombre que abusó en reiteradas oportunidades de la mamá de su hijo sea llevado a juicio.

El fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió al Juzgado de Garantías 7 la elevación a juicio de la causa en la que un hombre fue imputado por abuso sexual con acceso carnal reiterado, privación ilegítima de la libertad y coacción agravada por uso de arma, todo en concurso real en perjuicio de una mujer

El fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, tomó intervención luego de que la víctima radicara una denuncia contra su expareja el pasado 21 de junio, en donde aseguró que, mientras caminaba de regreso de visitar a su hijo de 5 años en la casa de sus suegros, su expareja la interceptó en su automóvil, le dijo que la llevaba y la obligó a subir por la fuerza, aprovechando la oportunidad para desviarse de camino y dirigirse a su morada.

Allí, cerró la puerta con llave y la obligó mediante amenazas con una trincheta que colocaba en su cuello, a mantener relaciones sexuales. Al día siguiente, cuando el hombre fue a arrancar el auto, la mujer pudo escapar aunque fue alcanzada por el acusado y obligada nuevamente a subir al vehículo. Al llegar a su hogar, la víctima se comunicó al Sistema de Emergencias 911 y denunció lo sucedido.

El fiscal González Miralpeix dispuso el cumplimiento de diversas medidas probatorias que aportaron los elementos de convicción necesarios para solicitar que la causa sea elevada a juicio.

Villa Floresta: Piden el juicio contra un padrastro abusador

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 2, la elevación a juicio de la causa en la que un hombre de 27 años fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda.

De los elementos colectados en las actuaciones, surgió que en su domicilio ubicado en Villa Floresta de la ciudad de Salta, el acusado acometió contra la reserva sexual de la joven de 14 años en distintas oportunidades, cuando ésta iba de visita.

El accionar delictivo del imputado fue corroborado con la denuncia y posterior ratificación de la madre de la víctima en contra de su expareja, la declaración testimonial de la menor en circuito cerrado de televisión y la constancia de la revisión médica a la que se sometió.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, resaltó el coherente testimonio de la víctima, sostenido durante todo el tiempo, lo que reflejó su verosimilitud.

En efecto, “no hay que olvidar que los delitos de abuso sexual se consuman en un marco de privacidad que conspira habitualmente para la incorporación de elementos probatorios, por ello el testimonio de la víctima adquiere plena prueba al no advertir interés y odio tendiente a perjudicar al imputado”.

Abuso sexual: Tenía prisión preventiva, fue liberado y amenazó a la víctima

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 7, la detención de un hombre de 24 años, quien fue acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal, en perjuicio de una menor edad. El imputado permanecía detenido con prisión preventiva y tras la apelación presentada por su defensa, le fue revocada por la Sala II del Tribunal de Impugnación.

En el requerimiento, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que existen motivos suficientes para sostener que el acusado cometió los delitos de abuso sexual con acceso carnal, amenazas y desobediencia judicial en concurso real.

El acusado recuperó su libertad el pasado sábado, tras la apelación presentada por su defensa y luego de que le fuera revocada la prisión preventiva por el juez de la Sala II del Tribunal de Impugnación, Pablo David Arancibia.

La intervención del fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, inició tras las actuaciones de prevención de la Comisaría 102, donde la madre de la víctima radicó la denuncia en representación de su hija, menor de 17 años y en contra del acusado, de 24.

En 2019, la mujer denunció al acusado por el delito de estupro, que luego la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 2 recaratuló como abuso sexual con acceso carnal, por lo que el imputado fue detenido en la Alcaidía General.

Recientemente, la denunciante sostuvo que tomó conocimiento por parte de su hija, que el acusado comenzó a amenazarla mediante mensajes en la red social Facebook, por lo que pidió que se tomaran las medidas legales del caso, ya que siente temor por la integridad de su hija y también de su nieto.

Los elementos colectados durante la investigación inicial y la declaración testimonial de la menor, permitieron establecer el abuso sexual que sufrió por parte del encartado y producto del cual nació su hijo.

Debía cuidar de su hijastra, pero abusó de ella

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 3, la elevación a juicio de la causa en la que un hombre de 34 años fue imputado por el delito de abuso sexual simple agravado por la guarda (dos hechos).

Del requerimiento surgió que el acusado atentó contra la reserva sexual de la niña, en una oportunidad cuando la menor tenía 9 años y en otra cuando alcanzó los 12, aprovechando que estaba a su cuidado y mediante tocamientos en su cuerpo, tal como lo mencionara la niña en su declaración testimonial en circuito cerrado de televisión.

La denuncia fue radicada en septiembre de 2020 por la madre de la menor, días después de enterarse de los hechos, en contra de su expareja y expadrastro de la víctima, de quien en ese momento llevaba separada un año y medio por sufrir violencia de género.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que lo relatado por la menor sobre los hechos sufridos encuentran respaldo en el informe psicológico al que se sometió la víctima y el testimonio de su tía y de una amiga, a quienes les contó lo ocurrido.

El fiscal valoró la coherencia en el relato de la víctima, ya que “por su frescura y espontaneidad son fundamentales los relatos de los menores que fueron víctimas de delitos sexuales, sobre todo cuando brindan precisiones, que de ningún modo pueden haber inventado”.

Del mismo modo, “no hay que olvidar que los delitos de abuso sexual se consuman en un marco de privacidad que conspira habitualmente para la incorporación de elementos probatorios, por ello el testimonio de la víctima adquiere plena prueba al no advertir interés y odio tendiente a perjudicar al imputado”.

Irá a juicio por abusar de su hija de 11 años

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 3, la elevación a juicio de la causa en la que un hombre de 31 años fue imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia, en perjuicio de su hija menor de edad.

De los elementos colectados durante la investigación, surgió que el acusado aprovechó la guarda y la convivencia con la menor en el domicilio ubicado en barrio Las Tunas, -de Cerrillos, en el área metropolitana de Salta-, para desplegar una conducta libidinosa sobre el cuerpo de su propia hija, al someterla a tocamientos y obligarla a que lo tocara en sus partes intimas, lo que constituyó un sometimiento gravemente ultrajante a la niña víctima.

El accionar delictivo del acusado fue corroborado con la denuncia de la madre de la niña radicada en agosto de este año y su posterior ratificación en la Fiscalía, la declaración testimonial de la menor de 11 años en circuito cerrado de televisión y el informe de la entrevista psicológica preliminar, en la que la niña describió situaciones que implican conductas intrusivas para su intimidad.

Por otro lado, cabe poner en resalto el coherente testimonio de la víctima, sostenido durante el tiempo, lo que refleja su verosimilitud.

En el requerimiento, el fiscal remarcó que “no hay que olvidar que los delitos de abuso sexual se consuman en un marco de privacidad que conspira habitualmente para la incorporación de elementos probatorios, por ello el testimonio de la víctima adquiere plena prueba al no advertir interés y odio tendiente a perjudicar al imputado”.

Los abusos del padrastro cesaron cuando la madre tuvo que quedarse en casa por pandemia

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 8, la elevación a juicio de la causa en la que C.A.C., de 44 años, fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente continuado.

Del requerimiento, surgió que el imputado -pareja de la madre de la víctima-, aprovechó la convivencia preexistente y la guarda conferida sobre la menor para desplegar actos atentatorios contra su dignidad e integridad sexual.

La víctima, quien pudo radicar la denuncia contra su padrastro en diciembre de 2020, luego de que este fuera detenido por intentar incendiar su vivienda ubicada en la zona norte de la ciudad de Salta, relató que desde que tenía 15 años fue ultrajada por su padrastro y que los abusos ocurrían cuando su madre salía a trabajar.

Indicó que no pudo oponerse por el temor que le tenía al imputado, quien ejercía tanto violencia física como psíquica sobre ella y que los abusos terminaron en diciembre de 2019, ya que dadas las restricciones por pandemia, su madre estaba en la vivienda con habitualidad.

Los hechos descriptos fueron corroborados fundamentalmente con la declaración de la víctima y de su madre, además de las conclusiones de la pericia psicológica realizada a la joven que dio cuenta del daño psíquico sufrido sobre todo en el área sexual y avaló la verosimilitud de los sucesos narrados.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, afirmó que en todos los supuestos, el imputado se valió de su superioridad física, de la diferencia de edad existente entre él y la víctima y de la situación de convivencia y guarda, para perpetrar serios acometimientos contra de la menor, vulnerando su libertad sexual en total dominio de sus actos.

Prisión efectiva para un padrastro abusador

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de juicio abreviado, en la que J.D.S. fue condenado a la pena de cuatro años de prisión de ejecución efectiva por el delito de abuso sexual simple (dos hechos) agravado por la guarda y la convivencia.

El penado, de 41 años, aprovechó la situación de convivencia que mantenía con la menor damnificada y en consecuencia, la guarda que ostentaba sobre la niña al ser la pareja de su madre, para someterla a tocamientos en dos oportunidades, por lo que atentó claramente contra la libertad e integridad sexual de la víctima.

Los hechos fueron corroborados fundamentalmente con la declaración de la víctima de ocho años en circuito cerrado de televisión, quien pese a las amenazas vertidas en su contra, sostuvo un relato coherente con las manifestaciones previas efectuadas a su madre, además de las declaraciones expuestas por la niña en el manuscrito obrante en la causa.

La mujer radicó la denuncia en septiembre de 2020 contra su expareja.

Irá a juicio por abusar de su sobrina de 6 años

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 5, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 29 años, acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, agravado por la guarda.

De los elementos colectados durante la investigación, surgió que el acusado acometió contra la reserva sexual de su sobrina de 6 años, ya que al aprovechar que la niña estaba bajo su cuidado en su domicilio ubicado en barrio Solís Pizarro, éste le bajó sus prendas y le practicó sexo oral en distintas oportunidades, lo que supone un sometimiento gravemente ultrajante a la niña víctima.

Los hechos fueron relatados por la menor en su declaración testimonial mediante circuito cerrado de televisión, donde indicó que los abusos ocurrieron en al menos cinco oportunidades.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que el accionar delictivo del imputado fue corroborado con la denuncia radicada por la madre de la niña en enero de 2021 y su posterior ratificación, la declaración testimonial de la víctima y el informe psicológico que dio cuenta que la menor registra indicadores compatibles con vivencias que atentan contra su integridad psicosexual.

Por otro lado, cabe poner en resalto el coherente testimonio de la víctima, sostenido durante todo este tiempo, lo que refleja su verosimilitud.

Lo condenaron por abuso sexual y desobediencia a pesar de que la víctima se retractó

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate en la que la Sala VII del Tribunal de Juicio, condenó a S.R.M., a la pena de siete años de prisión efectiva, por resultar autor penalmente responsable de los delitos de desobediencia judicial y abuso sexual con acceso carnal, en concurso real.

En el mismo fallo, S. R. M., de 30 años, fue absuelto de los delitos de violación de domicilio, coacción y privación ilegítima de la libertad, por desistimiento de la acusación fiscal, luego de que la víctima se retractara de todos los hechos durante la audiencia.

Es que en agosto de 2020, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 2, la elevación a juicio de la causa por los delitos de desobediencia judicial, violación de domicilio, coacción, privación ilegítima de la libertad y abuso sexual con acceso carnal, todo en concurso real.

La denuncia fue radicada en abril del mismo año por la víctima, quien entonces manifestó que estuvo en pareja con el acusado durante casi tres años, con quien tuvo tres hijos. También indicó que se separó de él hace más de un año, pero que el imputado permanentemente rondaba por la zona o ingresaba a su casa y que ya lo había denunciado, por lo que obtuvo la exclusión del hogar.

En su relato, la mujer sostuvo que mientras dormía en un inquilinato ubicado sobre calle San Martín, del municipio La Merced, el acusado ingresó a la habitación, la tomó del cuello y le cuestionó “con qué macho estabas”, en referencia a otros inquilinos. Cuando la mujer le pidió que se retirara, el acusado le dijo “yo nunca te voy a dejar libre y si te veo con otro, te mato”. Tras esto, se acostó a su lado.

La víctima sostuvo que el imputado estaba ebrio y que la agarró sin permitirle salir de la habitación hasta la mañana siguiente. Cuando la mujer se levantó con la intención ver a los niños, que dormían en otra habitación, el acusado la tomó por la fuerza y abusó de ella. Luego, el imputado se retiró del lugar, mientras la denunciante permaneció todo el día en la habitación, por temor a que el acusado estuviera cerca. Sin embargo, pudo hablar con una amiga y con su hermana sobre lo sucedido, antes de radicar la denuncia.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que los eventos fueron corroborados, fundamentalmente, con el relato sostenido en el tiempo y coherente de la víctima, quien a pesar del tiempo transcurrido, continuó angustiada, lo que avaló la verosimilitud de los sucesos narrados. Además, la revisación médica a la que se sometió a la víctima, evidenció lesiones en su cuerpo.

Sin embargo, durante la audiencia de debate, la víctima se retractó sobre todos los hechos. Se trata de una situación repetida en distintos juicios, en las que la situación de la victima confirma la extrema vulnerabilidad en la que se encuentran dentro de un círculo de violencia doméstica crónica y a quienes les resulta muy difícil detectar situaciones de riesgo, aun las que podrían ser en perjuicio propio. Muchas de las víctimas son presionadas por los propios acusados –especialmente cuando están detenidos- o las familias de las imputados.

A pesar de la retractación de la víctima, y con el fin de sostener la acusación en base a los delitos por los cuales fue condenado el sujeto, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix presentó una batería de pruebas que confirmaron los hechos.

Abuso sexual: Condenaron al docente de la Escuela Oficial de Ballet

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate en la que la jueza de la Sala VI del Tribunal de Juicio, Mónica Mukdsi, condenó a Carlos Eduardo Quiroz, de 42 años, a la pena de tres años de ejecución condicional por el delito de abuso sexual simple agravado por ser encargado de la educación y en perjuicio de una alumna menor de edad, de 14 años, de la Escuela Oficial de Ballet.

En el mismo fallo, la magistrada interviniente dispuso la inhabilitación especial por igual tiempo de condena para ejercer la docencia en instituciones públicas.

De los elementos colectados durante la investigación, surgió que el docente Carlos Eduardo Quiroz, quien se desempeñaba como profesor de preparación física en la institución mencionada, atentó contra la reserva sexual de la alumna, entonces de 14 años.

Al requerir la elevación a juicio en diciembre de 2019, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, destacó que el relato de la víctima resultó concordante con el de testigos consultados, quienes advirtieron claramente un profundo cambio en el estado de ánimo de la menor.

De acuerdo al fiscal, el imputado perpetró un serio acometimiento en contra de la víctima, vulnerando su libertad sexual, aprovechando su superioridad física y la posición que ostentaba respecto de ella, en pleno dominio de sus actos.

Quiroz fue imputado en julio de 2019 por el delito de abuso sexual simple agravado por ser encargado de la educación.

La denuncia fue radicada por la madre de la niña que concurría a la Escuela Oficial de Ballet de la Provincia, al tomar conocimiento de que su hija había sido víctima de tocamientos por parte del profesor de preparación física.

La mujer señaló que su hija le dijo que no era la primera vez que sucedía y que conocía que lo hacía con otras alumnas.

También indicó que puso en conocimiento de la situación a las autoridades del Ministerio de Cultura de la Provincia, quienes en forma inmediata lo separaron de su cargo y radicaron la denuncia en su contra.