Irá a juicio por abusar de su prima menor de edad

Años después, la menor se animó a contarle a su madre que había sido abusada en reiteras ocasiones por su primo, cuando ella tenía 7 años. Aprovechaba la ausencia de los padres y hermanos mayores de la ahora adolescente.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 2 del Distrito Centro, para un hombre de 24 años, por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización y duración, en contra de una menor.

Las actuaciones se iniciaron tras la denuncia de la madre una menor de 14 años, quien le relató que a la edad de 7 años fue abusada sexualmente por su primo. El hecho se produjo una tarde que su hija volvió de la escuela, sus hermanos aún no había regresado y ambos padres estaban trabajando.

En aquel entonces,el sobrino de la denunciante residía con la familia, ya que su madre lo había expulsado de su hogar. Era él quien ocasionalmente llevaba a la menor de regreso a casa después de la escuela.

Estimó la mujer, que el hecho sucedió por octubre de 2015, ya que su hija tuvo un episodio de salud que obligó a llevarla a la médica ginecóloga, y que al momento de querer auscultarla, la menor se negó.

Por su parte, la menor prestó declaración mediante Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), ante una perito psicóloga del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF), y relató que los abusos sucedieron en reiteradas oportunidades.

En el requerimiento a juicio, el fiscal González Miralpeix sostiene que, de los elementos colectados en las actuaciones, se vislumbra un acontecimiento contra la reserva sexual de la niña por parte de su primo, siendo que desplegó conductas libidinosas sobre su cuerpo, lo que aconteció con frecuencia diaria.  Resalta el coherente testimonio de la menor damnificada, sostenido en el tiempo, lo que refleja la verosimilitud del relato.

Concluye el fiscal de UDIS 2 qu,e “en todos los supuestos, el imputado, valiéndose de su superioridad física, de la diferencia de edad existente entre él y la víctima, perpetró un serio acometimiento en contra de la menor, vulnerando su libertad sexual”.

Finaliza aclarando que “la conducta desplegada por el imputado supone un plus de reproche al previsto en la figura básica, dado que por las circunstancias en que la ejecutó y la manera en que afectó el bien jurídico, implicaron un ultraje severo y sumamente humillante para la víctima”.

Quedaba al cuidado de su hija y abusó de ella durante años

La menor fue sometida a diferentes actos de abuso y recibía amenazas para que no contara lo ocurrido. El relato coherente y constante de la víctima fue fundamental para fortalecer la credibilidad de su testimonio.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 2, del Distrito Centro, para un hombre de 36 años, por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la reiteración y circunstancias de realización, agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia; abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia; coacción, todo en concurso real y corrupción de menores agravada, en concurso ideal.

El acusado es padre de la víctima, a la que sometió a tocamientos desde que tenía 5 años y hasta los 10, mientras se quedaba a su cuidado y la madre trabajaba, lo que sucedió en reiteradas oportunidades.

En la declaración mediante Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), la niña confirmó que fue sometida a tocamientos a partir de los 5 o 6 años de edad, y que ella buscaba protección en la habitación que compartía con su hermana para evitar que el acusado continuara con su accionar. Relató además, que este comportamiento sucedía también mientras jugaba con sus hermanos, o cuando dormía.

El fiscal de UDIS 2 entiende que corresponde la imputación por el primer delito, dado que los tocamientos implicaron un ultraje severo, humillante y vejatorio, el que resulta agravado por el hecho de ser el imputado el padre biológico de la menor, lo que presupone el cuidado hacia su hija. En los fundamentos, afirma que los hechos descriptos se encuentran debidamente corroborados, no sólo en la declaración de la niña, sino también en el certificado de revisación médica.

La menor relató que para ocultar los hechos abusivos, el hombre la amenazaba diciéndole que no le iban a creer y que le sucedería lo mismo a sus hermanas menores. Es por ello que corresponde atribuir al imputado el delito de coacción, sostiene en el requerimiento el fiscal González Miralpeix, puesto que lograba impartir miedo en la víctima con sus dichos, colocándola en un estado de necesidad para que actúe de cierto modo, aprovechando la figura de autoridad, por ser el padre.

El delito de corrupción de menores agravada se verificaría, sostiene el requerimiento, en el crudo relato de la víctima, lo que demuestra que el imputado llevó adelante actos con entidad suficiente como para alterar el normal proceso de formación y desarrollo sexual de la misma, quien sufrió ataques salvajes y sistemáticos contra su libertad, dignidad e integridad sexual, por parte de su propio padre y cuya aptitud corruptora de todos y cada uno de estos ataques, resulta indudable. Lo anterior se corrobora en el resultado del informe psicológico, realizado por la psicóloga del Servicio de Psicología del CIF, del que surge que la niña presenta una serie de conductas y trastornos indicadores de vivencia de daño y trauma.

El fiscal González Miralpeix destaca la consistencia del testimonio de la víctima, que se ha mantenido firme a lo largo de todo este periodo, lo que confirma su credibilidad. “No hay que olvidar que los delitos de abuso sexual se consuman en un marco de privacidad que conspira habitualmente para la incorporación de elementos probatorios, por ello el testimonio de la víctima adquiere plena prueba al no advertir interés y odio tendiente a perjudicar al imputado”, concluye el requerimiento.

Condenado por abuso sexual a menores

El hombre había recibido una pena en 2013 por este mismo tipo de hechos. Tras varias denuncias, testimoniales de las menores e informes médicos, fue llevado a juicio y recibió una pena de 7 años por reiterados hechos de abuso. 

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en acuerdo de juicio abreviado en el que un hombre de 44 años fue condenado a 7 años de prisión efectiva, como autor de los delitos de abuso sexual simple, agravado por la guarda y convivencia preexistente; abuso sexual simple continuado; abuso sexual simple; abuso sexual simple, agravado por la guarda (dos hechos) y abuso sexual simple, todo en concurso real.

El fiscal de UDIS 2, conforme a los elementos colectados en las actuaciones, sostuvo en su requerimiento a juicio que los hechos descriptos se encontraban corroborados, fundamentalmente, por la declaración de las menores damnificadas en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), quienes pudieron contarle a sus progenitores.

Uno de los casos sucedió en septiembre de 2022, cuando el imputado, aprovechando que la menor de 8 años se encontraba bajo su guarda, en el domicilio donde convivían, la sometió a tocamientos.

Otra de las denunciantes, vecina del acusado, dijo que se había enterado por familiares que el hombre, que tenía contacto con las menores cuando las llevaba a la escuela u ocasionalmente en la calle, estaba detenido por supuesto abuso sexual, con acceso carnal. Ante la preocupación generada, habló con sus hijas, las que le expresaron que el acusado las había sometido a tocamientos en varias oportunidades, lo cual ratificaron luego en Circuito Cerrado de Televisión.

En tanto, la otra menor, que por entonces tenía 12 años, dijo que el amigo de su tío los llevaba a la escuela (a ella y sus hermanos), que una vez intentó abusar de ella, pero ella lo apartó.

Otra denuncia fue radicada por la madre de una menor de 17 años, quien relató que fue citada a fines del año pasado al colegio donde asiste su hija, donde las autoridades le informaron que la adolescente había manifestado a su profesora de educación física que, en 2019, cuando su tío la había llevado a visitar a su abuelo, abusó de ella pese a que opuso férrea resistencia. Según el relato de la menor, quien corroboró lo expresado por su madre, luego fue amenazada con que a su abuelo le iba a pasar algo, si hablaba.

En el requerimiento elevado oportunamente por el fiscal González Miralpeix, los hechos fueron corroborados por la declaración de las menores damnificadas, cuyos relatos fueron sostenidos en el tiempo y concretos, lo que avala la verosimilitud de los sucesos narrados.

El hombre de 44 años ya había sido condenado por esta misma clase de hechos, en mayo de 2013, siendo declarado reincidente por tercera vez.

El Tribunal de Juicio, Sala VII, del Distrito Judicial Centro, condenó al hombre a la pena de 7 años de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso la extracción de material genético del condenado, por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.

Irá a juicio por abusar sexualmente de su hija y su expareja

Ambas víctimas, madre e hija, denunciaron los abusos a los que fueron sometidas por el imputado, quien, además, las amenazaba para lograr su cometido. La hija tenía 7 años cuando su padre empezó a abusar de ella.
El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 3, del Distrito Centro, para un hombre de 49 años, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia; abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y circunstancias de realización, agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia, en perjuicio de su hija menor de edad al momento de los hechos y abuso sexual con acceso carnal continuado, en perjuicio de su expareja, todo ello en concurso real.
Fue la propia hija del acusado quien radicó la denuncia en contra de su padre y sostuvo que los abusos comenzaron a sus 7 años, cuando la sometía a tocamientos de sus partes íntimas y la obligaba a ciertas prácticas sexuales.
Conforme a las actuaciones, el abuso sexual contra su hija habría comenzado cuando su hija tenía 7 años, tal como manifestó. El acusado la amenazaba con hacerle algo a su madre si ella no accedía.
Según relató la joven que hoy tiene 22 años, su papá aprovechaba que sus hermanos jugaban y su madre estaba trabajando para perpetrar los abusos, los que se sucedían casi todos los días, a veces a la mañana, a veces por la tarde.
Los abusos cesaron recién cuando la familia se mudó a un terreno que les habían cedido y su madre había dejado de trabajar, por lo que permanecía en el domicilio todo el día. Para ese entonces, la niña contaba con 10 años, según recuerda la denunciante.
Por su parte, la exesposa del imputado denunció que los abusos en su caso comenzaron cuando su hijo que hoy tiene 23 años, tenía apenas 1 año en aquel momento, sometiéndola a tener relaciones sexuales de manera violenta, con maltrato verbal y psicológico, e incluso infligiéndole daño en sus partes íntimas.
Según el relato de la mujer, los hechos sucedían después de una discusión y cada vez con mayor frecuencia.
“Yo cantaba por dentro para no estar ahí”, llegó a manifestar la víctima. Después de un tiempo, luego del nacimiento de su hijo menor, volvieron los ataques sexuales hasta que un día la abandonó, a ella y sus hijos.
A pesar de que el hombre tenía prohibición de acercamiento, tras una denuncia por parte de su expareja, este volvió con los abusos, esta vez amenazándola de que la mataría o que la golpearía, sometiéndola en diferentes oportunidades y lugares.
En el requerimiento, el fiscal Rodríguez Miralpeix sostiene que “se verifica que el causante ha consumado tres conductas ilícitas, previstas por nuestra ley de fondo, configurándose de este modo un concurso real de delitos, toda vez que se trata de hechos totalmente independientes”.

El fiscal de UDIS 2, resaltó “el coherente testimonio de la víctima, sostenido durante todo este tiempo, lo que refleja la verosimilitud del mismo”.
El accionar delictivo del acusado se corrobora con la denuncia e informe psicológico de ambas víctimas y constancia de revisación médica de la exesposa.

Será llevado a juicio por abusar de un menor en la vía pública

El acusado, de 50 años, será juzgado por un hecho ocurrido en noviembre de 2022 en la localidad de Coronel Moldes. Valiéndose de su superioridad física y de la diferencia de edad existente, vulneró la libertad sexual del menor de edad.

El fiscal penal 2, de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 2 del distrito Centro para un hombre de 50 años por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, ocurrido el 2 de noviembre de 2022, en Coronel Moldes.

En circunstancias de encontrarse sentado en la vía pública, el acusado aprovechó que pasaba caminando un menor para someterlo a tocamientos y actos libidinosos y ultrajantes sobre sus partes íntimas, actos atentatorios contra la dignidad e integridad sexual de este- según destaca el fiscal en el requerimiento.

En la denuncia, radicada por la madre del menor víctima del abuso consta que ella lo había mandado a su hijo de 10 años a la farmacia, pero al notar que demoraba, salió a buscarlo. En ese momento vio que en una esquina estaba un móvil policial, junto al niño que lloraba, y un hombre. Cuando  la mujer se hizo presente, su hijo de diez años, le dijo que el hombre le había tocado sus partes íntimas.

En su declaración en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), el niño ratificó lo que había manifestado anteriormente, y relató en detalle lo sucedido: que al volver de la farmacia, un hombre que estaba sentado le dijo que se acercara y le dijera la hora. El acusado le preguntó si lo podía tocar, a lo que el menor respondió que no, pero igual lo hizo. Además, el hombre de 50 años, cometió otros actos libidinosos. Cuando el menor quiso retirarse, el acusado lo amenazó.Según consignó la perito psicóloga del CIF que elaboró el informe, luego de la declaración del menor en CCTV, este se mostró con angustia contenida.

En tanto, la pericia psiquiátrica practicada al acusado, por parte de la psiquiatra del Servicio Médico del Poder Judicial, da cuenta de que el hombre comprende la trascendencia de sus actos y dirige sus acciones, infiriéndose que pudo hacerlo al momento de los hechos que se investigan.

En los fundamentos del requerimiento, el fiscal Rodrigo González Miralpeix concluye que el acusado, valiéndose de su superioridad física, de la diferencia de edad existente entre él y la víctima, perpetró los acometimientos en contra del menor damnificado, vulnerando su libertad sexual, con lo cual no podría alegarse consentimiento por parte de aquel a estos hechos y esto lo hizo en pleno dominio de sus actos.

Declararon los cinco acusados de una tentativa de homicidio

Están acusados de un hecho ocurrido el pasado domingo en un asentamiento de la zona Sudeste de la ciudad de Salta, donde un hombre resultó gravemente herido en circunstancias que se investigan. Se solicitó su prisión preventiva.

El fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, interino en la Fiscalía Penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, imputó en forma provisional a cinco hombres mayores de edad como coautores del delito de tentativa de homicidio simple agravado concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de un hombre de 30 años.

Los acusados estuvieron acompañados de un defensor particular y prestaron declaración en relación al hecho endilgado. Desde la Fiscalía se solicitó su prisión preventiva.

El hecho investigado ocurrió el pasado domingo 16 en el asentamiento La Laguna de la ciudad de Salta, donde en circunstancias que se investigan, un hombre resultó lesionado gravemente.

Condenado en audiencia multipropósito a prisión efectiva por realizar exhibiciones obscenas

El hombre fue condenado a cumplir prisión efectiva, a poco de haber sido cometido el delito.

El fiscal Penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal ante el Juzgado de Garantías 2 del distrito Centro, en la audiencia multipropósito, donde en juicio abreviado, el juez Ignacio Colombo condenó a un hombre de 48 años a la pena de 10 meses de prisión de cumplimiento efectivo.

El hombre fue condenado por el delito de exhibiciones obscenas agravadas, por un hecho ocurrido el pasado 11 de marzo, cuando una profesora de baile que se encontraba dando clases a sus alumnas de un colegio secundario ubicado en calle España al 300, observó que, a unos metros de distancia, había alguien sentado, quien exhibía sus genitales.

Fue en ese momento que la docente se acercó al hombre con la intención de que cesara en su accionar y le solicitó reiteradamente que se retirara del lugar y ante la negativa del acusado, optó por sacarlo a empujones.

Previamente la denunciante se había comunicado al Sistema de Emergencias 911 con el fin de solicitar asistencia para que el hombre fuera demorado, ya que antes del hecho, las alumnas, lo habían visto merodeando por la zona de los baños del establecimiento.

Según consta en planilla prontuarial, el sujeto registra antecedentes condenatorios por ilícitos del mismo tenor y fue condenado en un breve lapso de tiempo, desde que cometió el ilícito el pasado mes de marzo.

Condenado a 8 años de prisión efectiva por abusar de una menor con retraso madurativo

Las autoridades y psicóloga del colegio donde asistía, pusieron en conocimiento de la madre de la menor, respecto al abuso. El hombre además, era su guardador.

El fiscal penal  2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate contra un hombre de 35 años como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por la guarda y la convivencia preexistente.

Las actuaciones se iniciaron tras la denuncia de la madre de la adolescente, quien padece retraso madurativo, al tomar conocimiento por parte de las autoridades del colegio al que asistía, de que su hermano habría vulnerado su integridad sexual con distintos actos, desde hacía meses.

El hombre residía en el mismo domicilio, al fondo de la vivienda de la denunciante, situación que fue aprovechada para someterla. Esto fue verificado en la declaración de la menor en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) y examen médico legal.

Las autoridades y la psicóloga del colegio dijeron que la notaban a la menor triste y que lloraba “de la nada” y una de sus hermanas también confirmó los cambios en su comportamiento

Se agrava la situación del acusado al ostentar la calidad de guardador de la menor damnificada, aprovechando los momentos en que su madre salía a trabajar, cuando debía tutelar por su bienestar y cuidado personal, según sostuvo en los fundamentos de la acusación el fiscal González Miralpeix.

La Sala V del Tribunal de Juicio del distrito judicial Centro condenó a 8 años de prisión de cumplimiento efectivo al hombre, tío de la menor de 14 años. En el mismo fallo, el juez Marcelo Rubio dispuso que se le extraigan muestras de ADN para su incorporación en el Registro Nacional de Datos Genéticos, vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual y en el Banco de Datos Genéticos Provincial.

Requieren juicio contra el padrastro de dos menores por abuso sexual

Los hechos denunciados en los que incurrió el acusado sucedían cada vez que la madre de la denunciante se ausentaba del domicilio.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió al Juzgado de Garantías 4 Distrito Centro la elevación a juicio de la causa en la que un hombre de 30 años fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, en perjuicio de las hijas de su pareja, cuando estas eran menores.

Ambas hermanas, desde su niñez, empezaron a ser ultrajadas por quien era la pareja de su madre y vivía con ellas, circunstancias que facilitaron la comisión de estos hechos, los que se encuentran corroborados, principalmente, con la declaración de las dos damnificadas. Se añaden las conclusiones de los informes psicológicos de ambas damnificadas.

En el caso de una de las víctimas, estos hechos se iniciaron cuando tenía 9 años y se prolongaron hasta que cumplió 14 años de edad, oportunidad en la que pudo mudarse con su padre biológico.

Habiendo reunido las pruebas, informes psicológicos de ambas damnificadas, informes médicos y socioambientales y declaraciones testimoniales, el fiscal de UDIS 2 tomó la determinación de solicitar que el hombre sea llevado a juicio.

A juicio por abusar sexualmente de una joven desde que tenía 6 años

La damnificada se animó a radicar la denuncia años después de haber sufrido abusos durante largo tiempo por parte de su padrastro. El hombre se valió de su condición de superioridad para desplegar su conducta.

El fiscal penal 2 de la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio al Juzgado de Garantías 8 para un hombre de 53 años por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por el vínculo y convivencia.

De los elementos colectados en las actuaciones, se desprende que el acusado, pareja de su madre y padre de sus dos hermanas menores, desplegó una conducta libidinosa y gravemente ultrajante sobre el cuerpo de la damnificada, mediante tocamientos.

Esta situación, según el relato de la joven que hoy es mayor de edad, se reiteró en el tiempo, desde el año 2000, aproximadamente, cuando tenía 6 años y hasta que cumplió los 15.

Se vislumbra, sostiene el requerimiento, un acontecimiento gravemente ultrajante contra la reserva sexual de la joven damnificada cuando esta era niña y cuyo relato fue claro y coherente. Conforme surge de su informe psicológico, consta que emergen indicadores de haber vivido invasión en su intimidad psicosexual.

El Fiscal sostiene en el requerimiento que el imputado perpetró un serio acontecimiento en contra de la damnificada, vulnerando su libertad sexual, valiéndose de su superioridad física, de la diferencia de edad existente entre él y la víctima, de la posición de superioridad en que se colocó, del vínculo familiar existente, del  cual se deriva una obligación de cuidado sobre la menor y la convivencia previa entre ambos.

Es así que,  tras reunir las pruebas pertinentes, el fiscal González Miralpeix acusó formalmente al hombre y elevó el requerimiento de remisión de causa a juicio.