Cumplirá 12 años de prisión efectiva por abusar de las nietas de su expareja

Las madre descubrió en el historial del teléfono celular de una de ellas, el registro de ingreso a páginas de contenido sexual.  El hombre permaneció prófugo durante cuatro años.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate contra un hombre de 54 años, como autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y circunstancias de realización, agravado por la guarda y corrupción de menores agravada en concurso real y en perjuicio de dos menores de 8 y 9 años.

En el requerimiento a juicio, el fiscal fundamentó la acusación en el hecho que el acusado, aprovechando los días que las niñas quedaban en casa de su abuela, quien era pareja del ahora condenado, las sometía a  tocamientos y actos libidinosos y ultrajantes, conductas que se reiteraron en el tiempo y cuyos actos atentaron contra la dignidad e integridad sexual de las menores.

Por otra parte, sostuvo el fiscal Gonzalez Miralpeix que el imputado incurrió en el delito de corrupción de menores agravada ya que, aprovechando la situación de vulnerabilidad de ambas niñas (edad y cuidado), consumó un accionar objetivamente idóneo para la depravación de la conducta sexual de las mismas, a través de prácticas sexuales precoces y obligándolas a ver videos de contenido sexual, siendo tales actos destinados a corromper el normal desarrollo de la sexualidad de las nietas de su pareja.

Todo ello encuentra sustento en la declaración de ambas víctimas, mediante Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), que fuera respaldada mediante informes psicológicos y con el testimonio de la madre de las menores.

La denuncia había sido radicada en febrero de 2018 por parte de la madre de las niñas, quien relató que el individuo era pareja de su madre, con quien convivía y que sus hijas se quedaban a dormir en ese domicilio, quedando al cuidado de su abuela.

La mujer relató que un día, al revisar el celular de una de sus hijas, observó que en el historial del buscador habían quedado registrados los ingresos a páginas de contenido para adultos. Al interrogarlas, las niñas contaron lo que sucedía con la pareja de su abuela, quien les decía que si le contaban a su mamá o a su papá, les iban a pegar.

Luego de la denuncia, el acusado se retiró de la vivienda que compartía con la abuela de las menores y permaneció prófugo hasta 2022.

El Juez José Luis Riera, de la Sala VI del Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Centro condenó a 12 años de prisión de cumplimiento efectivo al hombre de 54 años. En el mismo fallo, el Juez dispuso que se le extraigan muestras de ADN para su incorporación en el Registro Nacional de Datos Genéticos, vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual y en el Banco de Datos Genéticos Provincial.

Madre e hijo fueron condenados a prisión efectiva en una causa por abuso sexual

La damnificada le había contado a un amigo respecto a los abusos de los que era víctima desde los 5 años y que su madre sabía de esta situación, pero que la ignoraba. Se condenó a madre e hijo a la pena de 8 años de prisión efectiva.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate contra un hombre de 28 años como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el vínculo y la convivencia y abuso sexual gravemente ultrajante por la reiteración y circunstancias de realización, agravado por la guarda y la convivencia, en concurso real y contra una mujer de 63 años como autora del delito de cooperación en la realización de estos delitos.

Las actuaciones se iniciaron en junio de 2021 tras la denuncia de la madre de un amigo de la víctima, a quien le había contado las situaciones de abuso sexual que venía sufriendo por parte de su hermano, sobre las que había puesto en conocimiento a su madre, en reiteradas oportunidades, pero que esta no le creía.

Al año siguiente, la joven, quien ya había cumplido la mayoría de edad, prestó declaración testimonial, expresando que fue abusada desde los 5 años de edad hasta los 17 años y que su madre conocía tal situación.

La víctima expresó que los abusos no sólo incluyeron tocamientos en sus partes íntimas, sino también acceso carnal y que estas situaciones se consumaron en la casa en la que vivían. Dijo, además, que cuando le contaba a su madre, llorando, lo que sucedía, la ignoraba.

En los fundamentos del requerimiento a juicio, el fiscal González Miralpeix sostuvo, en relación a los delitos por los que se lo acusaba al hombre de 28 años, que se vislumbra un acometimiento contra la reserva sexual de la joven, arremetiendo contra su integridad sexual, accediéndola en reiteradas oportunidades, mientras convivían en el domicilio familiar.

El Fiscal de UDIS manifestó, además, que el acusado habría atentado con su accionar contra la integridad física y psicológica de su hermana durante la convivencia, mediante tocamientos reiterados, los cuales produjeron un ultraje y una humillación severa para la niña.

En relación al delito por el que llega acusada la madre del imputado y de la víctima, el Fiscal sostuvo que, de los elementos colectados, “se vislumbra un incumplimiento a su deber de protección respecto de su hija, siendo que aquella conocía sobre los abusos y ultrajes de los que era víctima por parte de su hermano y, pese a ello, no llevó a cabo ninguna conducta para hacerlos cesar”.

La jueza Mónica Faber de la Sala V del Tribunal de Juicio del distrito Centro, condenó al hombre a la pena de 8 años de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso la extracción de material genético del condenado, por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos. En tanto, la mujer de 63 años fue condenada a igual pena, de 8 años de cumplimiento efectivo.

Cumplirá prisión efectiva por ocasionar serias lesiones a una mujer en la vía pública

El individuo se acercó a la víctima, la siguió y la tomó violentamente del pelo, la arrojó al piso e intentó abusar de ella. Le ocasionó lesiones, que fueron corroboradas mediante examen médico.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de juicio abreviado ante el Juzgado de Garantías 8, en la que un hombre de 34 años fue condenado a 1 años y 4 meses de prisión efectiva como autor del delito de lesiones agravadas por el género.

En octubre pasado, la damnificada presentó una denuncia detallando un incidente ocurrido mientras transitaba por las inmediaciones de las calles Delfín Leguizamón y De los Partidarios, en Villa San Antonio. Según su testimonio, el acusado se aproximó a ella en la vía pública, pronunció algunas palabras y la siguió. En un momento dado, la tomó bruscamente del pelo y le advirtió que no gritara.

Acto seguido, el individuo la golpeó en el rostro, la arrojó al suelo y se abalanzó sobre ella, al tiempo que  se quitaba la ropa. El sujeto continuó golpeando a la denunciante, sosteniéndola de los cabellos con una mano y con la otra intentó despojarla de sus prendas.

La resistencia de la mujer fue constante, y en medio del ataque, comenzó a pedir auxilio a gritos, mientras el agresor la amenazaba. Al no lograr concretar su propósito, el individuo se dio a la fuga.

El examen médico practicado por el profesional que asistió a la víctima dio cuenta de la presencia de “hematoma en ojo izquierdo, inflamación en región occipital”.

La jueza Claudia Puertas condenó al hombre de 34 años a la pena de 1 año y 4 meses de prisión de cumplimiento efectivo.

Condenado en juicio abreviado por someter a tocamientos a una mujer

La damnificada denunció tocamientos por parte del ahora condenado, lo que fue corroborado gracias al registro de imágenes de las cámaras de seguridad del lugar de trabajo. Deberá cumplir una serie de medidas de conducta.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal ante el Juzgado de Garantías 4, en el acuerdo de juicio abreviado contra un hombre de 27 años, como autor del delito de abuso sexual simple (cuatro hechos), en concurso real.

La denunciante, que trabaja en un mercado local, manifestó que, pocos días atrás, mientras realizaba sus tareas, el imputado la sometió a tocamientos en tres oportunidades. Pocos días después, el individuo volvió a pasar por detrás de ella y, de manera más agresiva, la sometió nuevamente a tocamientos.

Luego de que la damnificada pusiera en conocimiento de su jefe lo sucedido, este se comunicó con los guardias, quienes procedieron a revisar las imágenes de las cámaras de seguridad e identificaron al responsable.

Tal como sostuvo el fiscal González Miralpeix al momento de la calificación del hecho, el individuo “atentó contra la libertad sexual de la denunciante, atacando su pudor individual, afectando, de este modo, su integridad sexual”.

Luego de recibir la confesión del acusado, el juez Diego Rodríguez Pipino, lo condenó a la pena de 8 meses de prisión de ejecución condicional y dispuso, además, se imponga al imputado la prohibición de acercamiento a la denunciante, abstenerse de ejercer actos de violencia de cualquier tipo.

Requieren juicio para un hombre que abusó de una mujer a la que invitó a cenar a su casa

Luego de presenciar un partido de fútbol, el acusado invitó a la damnificada a su casa a cenar. Cuando la víctima quiso retirarse, la habría sometido a tocamientos y abusos.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 1 del distrito judicial Centro, para un hombre de 23 años, como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal, en perjuicio de una mujer.

La damnificada había conocido al acusado dos meses atrás, desde el momento del hecho, según denunció, y con el que no mantenía ningún tipo de vínculo sentimental.

El 23 de enero de 2022, la denunciante se encontró con el acusado en una cancha y, tras una charla, este la invitó a cenar, a lo que ella accedió.

En su relato la mujer señala que ya en el domicilio del hombre de 23 años, luego de terminar de comer, le expresó su intención de marcharse. Cuando él la acompañó a la puerta para despedirla, en lugar de abrir el portón, comenzó a realizar tocamientos que se tornaron cada vez más bruscos.

Contó la víctima que intentó pedir ayuda, pero el acusado la condujo a una habitación en la que abusó de ella, a pesar de su resistencia y su continua negativa, habiendo previamente forcejeado con ella.

El informe médico, emitido por la profesional que examinó a la damnificada, dio cuenta de que presentaba equimosis (moretones) en superficie inferior de maxilar, en senos, brazo, codo y muñeca derechos, en región axilar y brazo izquierdo, en rodillas y piernas, muslos, zona inguinal y glúteo.

Además, el certificado expresa que la paciente presentaba excoriaciones (irritación por raspadura) en brazos y rodillas.

El fiscal González Miralpeix sostiene en el requerimiento que, de los elementos colectados se vislumbra un grave acometimiento contra la reserva sexual de la denunciante por parte del acusado, lo cual se corrobora con el informe psicológico de la víctima, elaborado por la perito psicóloga del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), del que se desprende que presenta indicadores compatibles con vivencias de daño, devenidas de situaciones que se inscribieron como traumáticas. Concluye expresando que no se evidencian indicadores de simulación, ni mendacidad (hábito de mentir).

Remisero irá a juicio por abusar de una niña que quedaba a su cuidado en ausencia de su madre

La niña quedaba al cuidado del imputado, quien contaba con la confianza de la madre para dejarla a la menor a su cuidado e incluso la trasladaba a la escuela en el remis.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 2 del distrito judicial Centro, para un hombre de 57 años como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización y reiteración, agravado por la guarda, en perjuicio de una menor de 9 años.

Fue el padre de la niña, separado de la madre, quien denunció los hechos en representación de su hija, luego que ésta le dijera que fue abusada por un hombre, amigo de su mamá.

La menor, quien actualmente tiene 13 años, le contó a su padre que los abusos sucedieron hasta 2019, cuando la madre la mandaba con su amigo o quedaba a su cuidado cuando ella se ausentaba, situaciones que el individuo aprovechaba para someterla a los abusos.

En su declaración testimonial mediante Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), la niña expresó que todo comenzó cuando ella tenía 5 o 6 años hasta los 10 u 11, de forma reiterada.

El hombre la sometía a tocamientos en sus partes íntimas, según relató, en el auto, en la casa y en su habitación, en ausencia de su madre, ya que quedaba encargado de su cuidado y tenía llave de la vivienda.

Por su parte, la abuela materna de la niña declaró que conocía al hombre y que, tanto para su hija, su nieta y ella, era una persona de confianza.

El informe psicológico realizado por la perito psicóloga del Gabinete de Psicología del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), concluyó que “se observa una afectación psíquica, que trae como consecuencia estados de angustia, llanto, ansiedad y un significativo sentimiento de desamparo, ligado a situaciones vivenciadas como avasallamiento a la esfera de la sexualidad”.

El padre de la adolescente refirió oportunamente que su hija tiene cicatrices de cortes, consecuencia de conductas autolesivas o de autoagresión.

El fiscal González Miralpeix pone de relieve en el requerimiento el testimonio de la víctima, sostenido durante todo este tiempo, de acuerdo a lo relatado por los testigos, lo que refleja su verosimilitud.

Por último, el Fiscal de UDIS expresa que el delito descripto resulta agravado, dado que el imputado ostentaba la condición de guardador de la niña.

“El fundamento del mayor reproche a la conducta se deduce del implícito deber moral que tenía el imputado sobre aquella y el nivel de confianza puesto en él, dado el trato familiar, derivado de la relación de amistad existente entre él, su pareja y la madre de la niña y por la profesión que ejercía y por la que fue contratado en diversas ocasiones”, concluye el Fiscal.

Cumplirá 8 años de prisión por abusar de su hijastra

La niña había experimentando serios cambios de conducta, tanto en su casa, como en la escuela y fue una preceptora quien dio intervención a la Asesoría de Incapaces que, a posterior, radicó la denuncia.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en el acuerdo de juicio abreviado contra un hombre de 46 como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia en concurso real (dos hechos).

La preceptora del colegio a la que asiste la menor fue quien solicitó la intervención de la Asesoría de Menores e Incapaces de Cafayate a raíz de que una alumna manifestó que en el pasado había sido víctima de abuso por parte de la expareja de su mamá, cuando ella se encontraba de viaje.

La menor prestó declaración testimonial en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) y en el informe elaborado por una perito psicóloga del Cuerpo de Investigaciones Fisales (CIF), expresa que “describe los hechos denunciados desde su perspectiva y lenguaje, por lo que se descarta a priori, influencia del mundo adulto en su relato”.

Los abusos, según se desprende del mencionado informe, habrían comenzado a los 8 años de edad de la víctima por parte del acusado, con quien tenía un vínculo de confianza y de apego afectivo inicial.

Finaliza expresando la perito psicóloga que “se advierten indicadores compatibles con vivencias invasivas hacia su integridad psicosexual” y que “se evalúa la presencia de daño psíquico, sin indicadores de mendacidad (hábito de mentir) o fabulación”.

La madre de la niña, incluso declaró que su hija venía con problemas de conducta, tales como encerrarse, llorar, evasiva e incluso percibía cierta rabia, hasta que un día, llorando, le contó lo que había sucedido.

Este comportamiento de la menor iba acompañado de un cambio que experimentó en la escuela, a partir de los 10 años, tales como no prestar atención en clases, según declaró su progenitora.

En los fundamentos de la acusación, el fiscal González Miralpeix sostuvo que “aprovechando que el causante era pareja de la madre de la niña, ostentando la guarda sobre la misma, dado el trato familiar por entonces existente y la circunstancia de que convivía con la misma, desplegó conductas libidinosas sobre su cuerpo, tocándola en sus partes íntimas, para luego accederla carnalmente”.

El accionar delictivo del acusado se corrobora con la denuncia de la Asesoría de Menores e Incapaces de Cafayate, el informe de intervención de la psicóloga que asistió a la niña y la declaración testimonial de la madre, quien pudo observar los cambios de actitud de su hija.

Todo ello, afirmó el fiscal, brinda suficiente solidez a la hipótesis delictiva presentada.

Luego de recibir la confesión del acusado, el juez José Luis Riera, lo condenó a la pena de 8 años de prisión efectiva y dispuso que sea registrado en el Banco de Datos Genéticos.

Padrastro condenado a ocho años de prisión efectiva por abusar de sus dos hijastras

Los abusos fueron cometidos por parte del padrastro de dos hermanas que convivían junto a su madre y sus otros hermanos. Fue el padre de las víctimas quien, al tomar conocimiento, radicó la denuncia.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de juicio abreviado en la que un hombre de 30 años fue condenado a 8 años de prisión efectiva como autor de los delitos de abuso gravemente ultrajante por las circunstancias de realización y duración, agravado por la convivencia preexistente y la guarda.

Las actuaciones se iniciaron tras la denuncia de una de las víctimas contra su padrastro, quien afirmó que cuando ella tenía 9 años, el hombre la  tocaba en sus partes íntimas. Esta situación se extendió hasta que tuvo 14 años de edad.

Cuando ya no pudo soportar más los abusos, la damnificada habló con su padre biológico y le contó lo sucedido. Su progenitor radicó denuncia en 2018 y tomó la determinación de llevarse a su hija al sur del país, donde estaba residiendo.

En cuanto a los abusos sufridos por ella, dijo que fueron muchas veces y durante, al menos cinco años.

La joven dijo además, que su hermana menor también sufrió abusos por parte del esposo de su madre, los que sucedían cuando esta se ausentaba del domicilio y que fueron corroborados por la otra damnificada.

El fiscal González Miralpeix, conforme a los elementos colectados en las actuaciones, sostuvo en su pedido de elevación a juicio, que por la reiteración de estos eventos y las circunstancias de realización, debe concluirse que significaron un grave ultraje para la integridad sexual de ambas víctimas.

Los hechos así descriptos se encuentran corroborados fundamentalmente, con la declaración de ambas hermanas, quienes desde su niñez, empezaron a ser ultrajadas por quien era la pareja de su madre y vivía con ellas, circunstancias que facilitaron la comisión de estos hechos, continuó afirmando el Fiscal.

La jueza Mónica Mukdsi de la Sala VI del Tribunal de Juicio del distrito Centro, condenó al hombre a la pena de 8 años de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso la extracción de material genético del condenado, por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.

Cumplirá cinco años de prisión por abusar de una mujer a la que conoció en un gimnasio

La madrugada del 11 de noviembre de 2022, el ahora condenado abusó de la joven mujer, después de haberla invitado a beber a un bar. Ella perdió el conocimiento y fue despertada por su madre en una vereda cercana a su domicilio, con lesiones en su cuerpo.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate contra un hombre de 40 años, como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización.

La víctima denunció que el 11 de noviembre de 2022 había concurrido a un gimnasio para tomar una clase de baile. Al salir, alrededor de las 23:30, se dirigió por avenida San Martín a tomar el colectivo. En el camino se encontró con el acusado, quien había concurrido a tomar la misma clase de baile y la damnificada le pidió que la acercara hasta el Teleférico en su motocicleta. En el camino, éste la invitó a tomar algo a un bar, a lo que la mujer accedió.

Alrededor de la 1 de la madrugada, la mujer perdió el conocimiento según declaró, y tres horas más tarde fue despertada por su madre, tendida en una vereda a unos metros de su casa. De inmediato, la trasladaron al Hospital San Bernardo.

De vuelta en su domicilio, la damnificada observó que tenía moretones en distintas partes del cuerpo, marcas de mordeduras y hematomas en el cuello.

Ante ello, decidió realizar consulta médica y, luego resultó revisada por un médico legal del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) quien, en su informe, dejó asentado que la mujer presentaba lesiones compatibles con traumatismo al golpearse o ser golpeada con o contra un elemento o superficie dura o compresión digital, otras lesiones por posible sugilación (succión) y lesiones compatibles con traumatismo, provocado, probablemente, por el borde libre de las uñas.

Días después, la víctima se encontraba en inmediaciones del mercado San Miguel junto a su hermana, y se encontró con el acusado, situación que la puso nerviosa. El hombre caminó junto a ellas hasta que se alejó. Fue ahí que la mujer buscó ayuda policial para ir en busca del hombre de 40 años.

En los fundamentos del requerimiento a juicio elevado por el fiscal González Miralpeix, se expresa que el acusado transgredió la integridad sexual de la damnificada, accediéndola carnalmente. Sostuvo, además, que la damnificada fue coherente en su relato tanto al denunciar, como al relatarlo a los testigos en el sentido de cuál fue su itinerario esa noche y cómo, tras ingerir alcohol, perdió el conocimiento mientras estaba con el acusado, para luego aparecer tendida en la vereda, en cercanías de su domicilio, percibiendo dolores en sus partes íntimas.

El juez Pablo Farah, de la Sala III del Tribunal de Juicio del distrito judicial Centro, condenó a 5 años de prisión de cumplimiento efectivo al hombre de 40 años y en el mismo fallo, dispuso que se le extraigan muestras de ADN para su incorporación en el Registro Nacional de Datos Genéticos, vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual y en el Banco de Datos Genéticos Provincial.

Condenado a 13 años por abusar de dos niñas, hermanas de su pareja

Primero fue la menor de 14 años quien, con el consentimiento de su padre, presentó la denuncia. Luego fue la directora del colegio de otra niña de 11, hermana de la primera, quien denunció que era abusada.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate contra un hombre de 29 años, como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado y abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y circunstancias de realización, ambos agravados por la guarda y la convivencia y todo en concurso real y abuso sexual simple, agravado por la guarda y la convivencia (dos hechos), en concurso real.

En junio de 2022, fue la niña de 14 años la que se presentó de manera espontánea en una dependencia policial para radicar la denuncia en contra de su cuñado, quien, según relató, abusó de ella en reiteradas oportunidades, desde los 7 hasta los 12 años. Primero fueron tocamientos y a los 8 años comenzó a accederla carnalmente.

Del informe psicológico, elevado por la  perito psicóloga del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), donde se concluye que “se encontraron indicadores a nivel psíquico, compatible con experiencias disruptivas en su reserva sexual, asociado a ello surgen vivencias de daño psíquico. No se encontraron indicadores de mendacidad (hábito de mentir) o fabulación”.

Unos días después de la denuncia de la menor de 14 años, la directora de la escuela a la que concurría, radicó denuncia, en la que manifestó que se había enterado por una maestra que su hermana, de 11 años, había sido abusada por el mismo hombre.

Apenas tomó conocimiento del hecho, la Asesoría de Incapaces de turno tomó intervención, en representación de la niña de 11, que también asiste al mismo establecimiento.

En Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), la menor relató que vivió dos situaciones con la pareja de su hermana mayor, con tocamientos en sus partes íntimas, por encima de la ropa.

El fiscal González Miralpeix había solicitado al Juzgado de Garantías en turno la acumulación de las actuaciones, luego de que se conociera la denuncia por parte de la directora de la institución donde concurre la niña de 11 años.

El Juez Marcelo Rubio, de la Sala V del Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Centro condenó a 13 años de prisión de cumplimiento efectivo al hombre, cuñado de las dos menores, de 11 y 14 años. En el mismo fallo, el Juez dispuso que se le extraigan muestras de ADN para su incorporación en el Registro Nacional de Datos Genéticos, vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual y en el Banco de Datos Genéticos Provincial.