“Realmente se puede visibilizar el cambio”

Cristina Lozano, la coordinadora del “Programa de Intervención con Agresores en Cumplimiento de Condena por Violencia contra la Pareja”, brindó detalles de cómo se trabaja con los participantes y los recursos utilizados para lograr un cambio de conducta en los mismos.

Al referirse al programa, la licenciada Cristina Lozano, contó que los participantes se dividen en 10 grupos de trabajos, todos con hombres condenados con penas de prisión condicional. Los profesionales involucrados son psicólogos y trabajadores sociales, quienes tienen experiencia en violencia de género y dinámica de grupo.

Los postulantes que tienen un consumo activo o estén bajo tratamiento, con padecimientos de una patología mental, causas pendientes de resolución y fijación de condena no son recomendables. Si durante el programa, los participantes se presentan con evidentes signos de consumo de sustancia, incurren en conductas violentas y faltan seguido, también son expulsados del curso.

En estos aspectos somos muy rigurosos, pues se debe entender que los participantes están bajo condena y la realización del programa es una regla de conducta impuesta, la que en caso de ser incumplida provocará que se pierda el beneficio de la excarcelación. El programa se extienden por 5 meses, con 24 encuentros de una duración de dos horas, y además existen tres entrevistas personales.

Cambios de conducta

En los encuentros, se motiva a los participantes a realizar los cambios violentos en su conducta, por lo que primero se los escucha y a medida que transcurre el programa se los capacita sobre recursos que le permitan mantener una comunicación no violenta, resolver conflictos, y mejorar en sus relaciones de amor con su pareja y de construcción social.

A medida que avanzamos, se han realizados reajustes. Por ejemplo, reforzamos aspectos que tienen que ver con la perspectiva de género e incorporamos módulos sobre nuevas masculinidades y rol paterno. En todos los casos, se favorece el espacio vivencial y la reflexión a partir de los hechos emergentes que surjan de los encuentros.

“Tenemos jóvenes y mayores, la formación educativa y social es heterogénea y eso de algún modo es muy buenos, ya que permite la interacción de sujetos que comparten aspectos en común”, explicó Lozano, quien agregó que frecuentemente se hacen informes de seguimientos, los que son derivados a los fiscales y jueces.

“Los resultados son muy positivos, más allá de los números se advierte mucho compromiso de los participantes. Hemos tenidos todos los espacios posibles, desde el trabajo y desde el hacer. Estamos muy satisfechos por el trabajo, realmente se puede visibilizar el cambio en muchos casos”, señaló Lozano, quien agradeció al procurador por no sólo tener la visión de abordar esta problemática desde este punto de partida, una iniciativa que ahora “está siendo reconocida ampliamente no como una cura de la violencia, sino un paliativo en el que se pueden evidenciar resultados”.

Salta sobresale en Mendoza por un programa que trata a violentos

Sucedió en las VIII Jornadas Internacionales de Violencia de Género y Delitos Conexos, realizadas en Mendoza, durante un panel en el que expertos expusieron los avances registrados, tanto en América como en Europa, respecto a los programas dirigidos al tratamiento de agresores, una modalidad innovadora que en los últimos años cobró ímpetu como un recurso más para combatir la violencia de género.

En Salta, el Ministerio Público Fiscal por iniciativa del Procurador General, Pablo López Viñals, implementó en marzo del año pasado un programa que tiene, casualmente, como objetivo el tratamiento de violentos. El mismo se denomina «Programa de Intervención con Agresores en Cumplimiento de Condena por Violencia contra la Pareja de la Provincia de Salta».

Esta iniciativa alcanzó un gran éxito, pues a un año de su puesta en marcha, un total de 62 hombres, con condenas de carácter condicional por delitos de género, fueron sometidos a este programa y sólo se registraron hasta el momento 2 que reincidieron en conductas agresivas hacia sus parejas, por lo que se les revocó el beneficio y pasaron a cumplir la pena impuesta en prisión.

Actualmente, el programa tiene 33 hombres bajo tratamiento, tanto en la capital como en localidades de Cerrillos y Rosario de Lerma. La coordinadora del programa, la psicóloga, Cristina Lozano, participó recientemente en las VIII Jornadas Internacionales de Violencia de Género y Delitos Conexos, uno de los eventos más importantes que se desarrollan anualmente sobre esta problemática.

En este caso se desarrolló en Mendoza, donde Lozano compartió un panel con Rubén Arenas, Referente del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, del Ministerio de la Mujer de Chile y Mónica Cruz, Máster en Psicología Forense y Criminal, coordinadora del Servicio de Atención a Hombres que Ejercen Violencia, de Barcelona.

Ambos disertantes juntos a Lozano representaron a los pocos países en el mundo que innovaron en el tratamiento al agresor, un sistema que ahora es visto con asombro y mucha expectativa en todo el mundo por los resultados alcanzados, sobre todo por la baja reincidencia de sus participantes.

En ese marco, Salta descolló en las jornadas realizadas en Mendoza por los resultados expuesto por Lozano, quien en su ponencia realizó un detallado devenir del programa implementado en nuestra provincia desde marzo del año pasado.

Entre las presentaciones, ante un público de más de 900 asistentes, la mayoría de ellos operadores judiciales, la de Salta sobresalió, tanto por los resultados expuestos como por las experiencias obtenidas y los protocolos de actuación elaborados para la implementación del programa.

Objetivos

“El programa ofrece a los participantes recursos y estrategias que les permitan desarrollar conductas más asertivas en su interacción con la mujer y evitar así conductas violentas”, señaló Lozano, quien explicó que “todo se inició en el año 2016, cuando por iniciativa del procurador se decidió replicar un programa que se desarrolla en Barcelona, España, bajo la dirección de Andreu Estela Barnet, Jefe de la Unidad de Relaciones Externas e Institucionales del Consejo General del Poder Judicial”.

A propósito, y a partir de gestiones de la Procuración General, este experto llegó a Salta, donde expuso sobre el programa ante diputados y senadores, quienes se mostraron sorprendidos cuando Estela Barnet reveló que a partir de este programa, en su país, la tasa de reincidencia pasó del 25% al 6%.

“El programa avanzó satisfactoriamente y permitió sumar nuevos profesionales, tanto del Ministerio Público Fiscal como del área de salud pública. Contamos con 10 grupos, los que están conformados por 10 a 12 hombres, la mayoría de la capital y también de localidades como Cerrillos y Rosario de Lerma”, explicó Lozano.

También destacó la labor de todos los profesionales y la supervisión constantes de la Secretaria Letrada de la Procuración General, Milagros Ward y el aporte de los fiscales de violencia de género que echan mano de este programa.

“El trabajo se encaró con mucha seriedad. De los 105 participantes, todos condenados por delitos de género, 62 ya finalizaron su participación, 33 están en cursos. Hubo 13 de deserciones, las que devinieron por inasistencia”, agregó.

Respecto a los casos de reincidencias, sostuvo que “sólo hubo dos casos, uno con un participante que fue denunciado cuando terminó el programa, por lo que se le revocó la pena condicional; el otro participante, en tanto, incurrió en una conducta de violencia a mitad del curso”.