El fiscal que investiga el homicidio de la joven, requirió juicio para los seis imputados en la causa. Se trata de un hecho cometido con una violencia inusual, donde la joven fue torturada y abusada antes de ser asesinada. Para el esclarecimiento fue fundamental el aporte de testigos de identidad reservada, quienes dieron detalles escalofriantes de sus últimas horas.
El fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Rodrigo González Miralpeix, presentó hoy ante el Juzgado de Garantías 1 el requerimiento a juicio en la causa que investiga el homicidio de Daniela Paola Guantay para Carlos Agüero, alias “Chury o Chuly”; Norberto Silvestre, alias “Chiqui”; Julio César Monasterio, alias “Gordo Julio” y Juan Reynaldo Álvarez, alias “el viejo” por los delitos de homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género, por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número de participantes y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal, agravado por la participación de un menor de edad. Para Marisel Griselda Urzagaste, “Marisol”, quien se encuentra imputada por los delitos de homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal, agravado por la participación de un menor de edad y para una menor de edad, imputada por los delitos de homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal.
González Miralpeix sostiene como probable que el hecho transcurrió entre la noche del día Jueves 02 y la madrugada del viernes 03 de Marzo del año 2017 en el domicilio de Juan Reynaldo Alvarez, sito en Bº 17 de Octubre, donde todo empezó cuando los acusados Agüero, Silvestre, Monasterio, Alvarez, Massola y Urzagaste, luego de captar a Daniela en el domicilio del «viejo», amarraron a Daniela en una silla con las manos atrás y empezaron a reclamarle la supuesta sustracción de droga, ante lo cual la víctima se negaba. A partir de este momento es cuando todos los nombrados, con distintas intervenciones empiezan a hacer daño a Daniela, que se encontraba bajo los efectos de la droga.
Surge de los testimonios que tras sujetar a Daniela, le colocaron una bolsa en cabeza, lastimándola sucesivamente con golpes y elementos cortantes a modo de tortura. Además habría sido quemada y sucesivamente violada, para luego seccionar sus extremidades hasta terminar con su vida. Sus restos habrían sido transportados en un vehículo automotor hacia los márgenes del Río Mojotoro, donde fueran abandonados.
El lugar del hecho era el espacio que el imputado Álvarez ofrecía para que jóvenes mujeres fueran a comprar y consumir sustancias a cambio de diferentes favores sexuales y domésticos. Allí, a cambio de droga, parte de los acusados habrían “entregado” a Daniela a Carlos Agüero alias “Chury” para ser “ajusticiada” entre todos los imputados y ante el resto de los presentes, porque se le atribuía a la joven haberse apoderado de una importante cantidad de droga.
El móvil del hecho como así también sus antecedentes, surgen del interés y la previa búsqueda que hizo de la víctima Agüero luego de la sustracción de la droga de su propiedad. Ello surge de los dichos de testigos, quienes refirieron que “Chury” dijo que le robaron droga y que «le iba a cortar las manos a Daniela por ladrona…”.