Condenaron a un año de prisión efectiva a un hombre que se hacía pasar por empleado del IPV o por una persona influyente que tenía contactos con funcionarios de esa área y estafó a varias personas a las que les ofrecía en venta carpetas de viviendas sociales.
La fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Mónica Poma, requirió con el acuerdo de las partes, juicio abreviado ante la Sala III del Tribunal de Juicio para Hugo Antonio Bichara, imputado por el delito de estafas reiteradas.
Bichara, oriundo del norte de la Provincia, invocaba ser empleado del Instituto Provincial de la Vivienda o tener contactos en ese organismo o con funcionarios públicos de alto rango, para ofrecer en venta carpetas de viviendas sociales que entrega el Estado. Se presentaba en locales comerciales o restaurantes de la ciudad y, simulando ser un funcionario público y tener contactos políticos, prometía la adjudicación de viviendas del IPV, a personas que ya se encontraban inscriptas, a cambio de dinero en efectivo o mercaderías varias, por montos que oscilaban entre los 450 a 2500 pesos aproximadamente.
La jueza Gabriela González condenó a Bichara a la pena de un año de prisión efectiva por los delitos de estafas reiteradas, oportunidad en la que el imputado se comprometió a devolver el dinero que fuera recibido de los denunciantes mediante engaños y falsas promesas.
Cabe destacar que se encuentra detenido desde el mes de marzo de este año y permanecerá preso hasta el cumplimiento de su condena, debiendo además devolver a los denunciantes las sumas de dinero que había obtenido ilícitamente.