A partir de la denuncia de un motociclista, detenido en la zona oeste y derivado al Centro de Contraventores, la Fiscalía de Derechos Humanos inició una investigación que tiene a tres policías imputados por los delitos de severidades, privación ilegítima de la libertad y tentativa de hurto.
El caso tiene como imputados a la oficial, Eliana Fiore; el sargento, Federico Cancinos y el cabo, Germán Campero, todos con revista en el Centro de Contraventores, quienes enfrenta delitos con penas que van de uno a seis años de prisión.
Los acusados, según lo informado por la fiscalía, ya fueron sometidos a la audiencia de imputación correspondiente por parte del fiscal, Gustavo Vilar Rey, quien lleva adelante el proceso penal, por el cual aún se llevan adelante distintas diligencias.
La acusación contra los tres policías se originó a partir de la denuncia radicada por un motociclista, Mariano Choque, quien sostuvo que el 10 de enero pasado, tras ser detenido por conducir supuestamente en estado de ebriedad, fue trasladado al Centro de Contraventores.
Como resultado de una investigación minuciosa, la fiscalía pudo establecer que el detenido ingresó al Centro de Contraventores en horas de la mañana, donde permaneció por un lapso de horas, oportunidad en la que fue víctima de golpes por parte de los imputados.
Choque, en su denuncia, aseguró que en momentos que fue alojado en una celda esposado, uno de los efectivos ingresó al calabozo, lo acusó de haber intentado agredir a una mujer con un cuchillo y lo golpeó tres veces en el torso.
También sostuvo que al comprobarse que no tenía antecedentes penales, lo llevaron a la mesa de entrada, donde lo obligaron a firmar un papel que no pudo leer, pero que igualmente lo firmó para poder quedar en libertad. Agregó que cuando se dirigía al exterior, aún esposado, el mismo policía que lo golpeó en la celda le puso la zancadilla y cayó al suelo, tras lo cual le aplicó un golpe de puño en la frente.
Dinero faltante
Para ocultar esta agresión, el policía lo volvió a meter en la celda y como excusa le dijo a sus compañeros que estaba “agresivo”. A los minutos, otro policía lo sacó de la celda y lo dejó en libertad, oportunidad en que le devolvieron sus objetos personales.
En esas circunstancias, afirmó Choque, se percató que en la billetera le faltaban 300 pesos, por lo que reclamó por esa suma. En respuesta, uno de los policías ingresó a una oficina, tras lo cual salió y le devolvieron la plata que faltaba.
Una vez libre, Choque radicó la denuncia del caso, lo que activó una investigación que permitió establecer que efectivamente presentaba lesiones, como así también se realizaron otras medidas que llevaron a la fiscalía a imputar los delitos mencionados a los tres policías, quienes se encuentra en libertad provisoria.