La Unidad Fiscal integrada por la fiscal de Joaquín V. González, María Celeste García Pisacic; la fiscal Ana Salinas Odorisio y el director del Departamento de Investigaciones del CIF, Omar Dávila, pidió la prisión preventiva de un hombre de 46 años, imputado por los delitos de de abuso sexual simple, lesiones leves agravadas por haber mantenido una relación de pareja y por mediar violencia de género y amenazas, en perjuicio de su expareja. En la ampliación de imputación, el acusado también fue imputado por coacción agravada por el uso de arma de fuego.
Según consta en las actuaciones, la mujer denunció el 21 de agosto pasado a su expareja durante 20 años y padre de sus dos hijos, porque esa madrugada se presentó en su domicilio, la insultó, la arrastró del cabello, la golpeó en la cara y humilló, al tocarle la zona genital violentamente. También se llevó dinero, llaves y el DNI de la mujer e intentó llevarse el vehículo de la víctima.
Según el examen médico, la mujer presentó “contusión con equimosis en hombro izquierdo, eritema en cara interna de labio inferior, de reciente data, ocasionado por objeto romo o caída”.
La víctima declaró que llevaban dos años separados, y que sufrió distintos abusos físicos y psicológicos desde el inicio del noviazgo, a los 14 años. También declaró que al menos dos veces, el hombre la amenazó con arma de fuego: una vez, llevándola al basural, donde la insultó y amenazó de muerte, y recientemente, cuando le dijo “denunciame, si a mí nadie me puede hacer nada, porque yo tengo poder y vos no sos nadie”. También le dijo: “tengo una 38, así que ya sabés, te voy a c… matando”. Sumó en su declaración que el hombre siempre lleva el arma en su vehículo particular.
La Fiscalía también solicitó al juzgado interviniente que prohíba ejercer actos de violencia física, psíquica y verbal y el acercamiento a 200 metros del domicilio real, laboral u otros espacios donde se encuentra la víctima, a dos parientes del denunciado, quienes la amenazaron después de conocer que denunció a su familiar. El pedido incluyó rondas periódicas, cada tres horas, en el domicilio de la denunciante, para garantizar su seguridad.