Durante la jornada de este viernes, declararon dos peritos del CIF, la psicóloga que realizó la autopsia psicológica de la víctima, una mujer que mantenía una relación íntima con uno de los imputados y un oficial de la Policía de la Provincia que expuso sobre el análisis de comunicaciones de los imputados y sobre el funcionamiento de la alarma de la vivienda.
Los jueces que integran el Tribunal de la Sala VII de Juicio, recibieron este viernes el testimonio de dos peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales que trabajaron en la investigación y una psicóloga que realizó una autopsia psicológica de la víctima a partir de entrevistas con personas que integraban su círculo más próximo.
Declaró también una mujer que trabajaba junto a Cajal Gauffín y que reconoció que mantenían una relación de carácter intimo desde 2011 o 2012 y que se extendió hasta tiempo después del fallecimiento de Salas. Aseguró que era una relación sin compromiso y que tenían encuentros esporádicos.
La más extensa fue la exposición de un oficial de la Policía de la Provincia que tomó intervención en la investigación seis meses después de ocurrido el hecho a través de la Unidad de Investigaciones Especiales del Ministerio Público y se encargó del análisis de telecomunicaciones y del funcionamiento de la alarma de la vivienda de la víctima.
Con soporte multimedia, se refirió al análisis de las comunicaciones de ambos imputados y al análisis de todas las comunicaciones registradas en la zona adyacente a barrio San Nicolás durante horas previas y posteriores al hecho.
Quedó establecido mediante el análisis de informes solicitados a las empresas de telefonía y a la empresa Facebook, que el imputado Vargas, pese a sostener que no tenía teléfono, al momento del hecho usaba cuatro líneas telefónicas.
Respecto al imputado Cajal Gauffín, se expuso sobre las comunicaciones que mantuvo minutos antes de llegar a su domicilio y encontrar a su mujer sin vida y las que estableció con posterioridad.
Respecto al informe del funcionamiento de la alarma con la que contaba la vivienda de la pareja, mediante datos aportados por la empresa prestadora, quedó determinado que la misma dejó de funcionar el día 26 de enero de 2017 por la tarde sin motivo aparente y se restableció de la misma forma el día 30 de enero.
En la exposición y de un entrecruzamiento de datos, el testigo sostuvo que se pudo establecer que el día 26 de enero, Cajal Gauffín estuvo solo en su casa y que la empresa de la alarma le reportó la falla, la cual no informó a los efectivos intervinientes, constituyendo junto a otros datos que aportó, elementos que produjeron un desvío en la investigación.