Una mujer denunció que un medio hermano de su mamá, al que conocieron cuando tenía 8 años, la sometió a un calvario desde que reapareció en sus vidas en febrero pasado. Fue detenido por pedido la fiscal Penal Luján Sodero.
La fiscal Penal de Violencia Familiar y de Género 2, Luján Sodero, imputó provisionalmente a Gustavo Alberto Tolava por los delitos de coacción, privación ilegítima de la libertad y amenazas, en concurso ideal.
La intervención de Sodero inició luego de que una mujer denunciara el pasado 25 de marzo pasado a su tío, medio hermano de su madre. Aseguró que había conocido al hombre cuando tenía 8 años, ocasión en que fueron con su madre a visitarlo en el Penal de Villa Las Rosas cuando se encontraba privado de su libertad y que sólo volvió a verlo en el velorio de su bisabuela. En febrero de 2023 cuando se presentó en su casa con un amigo, retomaron el vínculo.
La víctima relató que el hombre se presentaba como «Procurador» y que ella accedió a visitarlo en su domicilio en tres ocasiones. Sin embargo, cuando le informó que no podía ir en una ocasión, su tío la amenazó y le envió fotografías de su madre en su lugar de trabajo, advirtiéndole que le causaría daño. La mujer le respondió que lo denunciaría, a lo que él afirmó que realizaba «trabajos sucios» para políticos y fiscales, lo cual le garantizaba que nunca estaría en prisión.
La mujer relató que, ante la amenaza que sintió, decidió dirigirse a su domicilio entre el 15 y el 20 de marzo con el propósito de exigirle que cesara su comportamiento. Al llegar, se negó a ingresar a la vivienda y mantuvo una conversación con él. Sin embargo, en ese momento, el acusado la amenazó diciéndole: «Ten cuidado con las consecuencias, después de la medianoche no me hago responsable de lo que pueda ocurrirte a ti o a tu familia». Movida por el miedo, accedió a ingresar, siendo encerrada en una habitación, donde fue obligada a acostarse en una cama y fue sometida a tocamientos. Posteriormente, Tolava se retiró, dejándola encerrada y llorando durante aproximadamente una hora.
En su denuncia, la víctima relató que acudió a la casa de Tolava en cinco o seis ocasiones debido a las amenazas recibidas. Cada vez que iba, él le quitaba el celular, borraba los mensajes que él mismo le enviaba y luego apagaba el dispositivo para asegurarse de que no estuviera siendo grabado. Además, la amenazaba diciéndole que nunca perdería y que ella terminaría muerta o en prisión, ya que afirmaba tener contactos con personas influyentes y estaba dispuesto a pagar para que se le fabricara un caso penal en su contra.
Tras investigar los hechos y escuchar la declaración de la víctima en sede fiscal, Sodero solicitó la detención Gustavo Alberto Tolava, medida que se efectivizó el viernes 26 de mayo y luego fue imputado por coacción, privación ilegítima de la libertad y amenazas, en concurso ideal.