Importante avance en la formación de policías bajo sistema penal acusatorio

Con una capacitación adaptada a la nueva normativa legal vigente y fortalecida con un moderno sistema de intercambio y fluidez comunicacional entre docente y alumno, se alcanzó una formación mucho más completa y actualizada del policía como auxiliar de justicia. La clave incluye como figuras principales a los fiscales penales y docentes del Ministerio de Seguridad.

A través de distintos convenios firmados entre el Ministerio de Seguridad de la Provincia y la Procuración y sus órganos de capacitación, se gestó un importante cuerpo docente conformado por fiscales penales, auxiliares, abogados y técnicos forenses del Cuerpo de Investigaciones Fiscales del Ministerio Público, quienes pasaron a ocupar un lugar de preeminencia a la hora de instruir a los aspirantes a oficiales de la Policía.

A la hora de instruir a los aspirantes, es el caso de la Escuela de Cadetes “Elías Boleas”, respecto a los contenidos, alcance y aplicación del actual sistema legal que rige en Salta en materia de investigación penal, conocido como modelo acusatorio.

Este sistema deja en manos de las fiscalías la dirección de la investigación penal de los delitos y las contravenciones, por lo que en vista de ello, el Procurador de la Provincia, Pablo López Viñals, junto al Ministro de Seguridad, Carlos Oliver firmaron un convenio en el año 2015, con posteriores renovaciones que cubre hasta el 2026, que no sólo abrió paso a una serie de protocolos de enseñanza, sino incorporó a un importante cuerpo académico integrado por fiscales penales y otros operadores, tanto docentes como técnicos de la Procuración General y del C.I.F.

De manera conjunta, fiscales y docentes del Ministerio de Seguridad, moldearon un sistema de instrucción que rompió con una modalidad de enseñanza que, más allá de colocar al docente por encima del alumno, mantenía y alargaba la distancia entre uno y otro.

Conscientes de la necesidad de formar oficiales con un alto grado de capacidad y eficiencia en su tarea como auxiliares de justicia, los titulares de ambos organismos, la Procuración y el Ministerio de Seguridad, acordaron y firmaron dicha serie de convenios a fin de gestar un plan de estudio acorde a los objetivos antes mencionados.

Resultados favorables

Respecto a este plan de estudio y los logros obtenidos a partir del mismo, el Director de Educación de la Escuela de Cadetes, comisario mayor Manuel Gerardo Díaz, sostuvo que “la labor académica desarrollada en conjunto por ambas instituciones ha generado resultados favorables en relación a la actualización de los contenidos en los programas de estudios y la integración de lo aprendido con espacios de prácticas profesionales”.

Díaz destacó a su vez otro aspecto favorable, el cual está vinculado al intercambio académico “existente en relación a los aspectos centrales de la investigación penal, entre los magistrados, funcionarios y profesionales del Ministerio Público Fiscal y el alumnado”. Esta circunstancia -agregó- ha puesto de manifiesto la necesidad de sostener en el tiempo la vinculación entre ambas partes, como protagonistas en el nuevo sistema procesal penal acusatorio y con miras a lograr la formación profesional de los futuros auxiliares de justicia”.

“Con esta vinculación se busca continuar generando beneficios en el aprendizaje, redundando en una mayor calidad educativa, en un fortalecimiento de las relaciones funcionales e institucionales y concretamente en la optimización de la actividad de la fuerza, en el desempeño de su rol como profesional de la seguridad”.

La elaboración del régimen específico y su planificación coordinada entre las partes, según explicó, también tuvo y tiene por objeto, tanto la adecuación constante de los contenidos mínimos de las asignaturas, como así también evitar su superposición o duplicación.

Experiencia

“Cabe mencionar aquellos aspectos positivos de la implementación del Convenio mencionado en cuanto a la amplia experiencia que poseen los docentes del Ministerio Público Fiscal en los aspectos de la investigación penal y contravencional, ello en virtud de ser su espacio de trabajo diario, sumado a la continua capacitación y actualización en sus respectivos ámbitos de actuación para el correcto ejercicio de sus funciones, lo cual repercute directamente en el contenido que se le puede brindar al alumnado”.

Díaz agregó que “la relación Fiscal – Alumno, se ve potenciada y mejorada durante el desarrollo del ejercicio profesional lo que permitió mayor fluidez comunicacional, afianzando el concepto de trabajo en equipo”.

Sobre el desempeño dentro de las prácticas profesionalizantes, Díaz señaló que pudo advertir que “los alumnos observan diferentes situaciones en el campo que le generan dudas e inquietudes y las cuales son llevadas a conocimiento del docente permitiéndole conocer diversas realidades del ámbito laboral, lo cual facilita a la clase evacuar dudas, corregir errores y acrecentar los conocimientos mediante el análisis de casos reales produciéndose una retroalimentación entre docentes y alumnos”.

Los alumnos

Respecto al plan de estudio y la modalidad de capacitación, los oficiales que recorrieron los tres años de cursado en busca del título de “Técnico Superior en Seguridad Pública y Ciudadana”, se mostraron conformes y con muchas expectativas de cara a la tarea que les espera dentro de la fuerza.

“Las clases fueron muy buenas, magistrales. Hemos podido preguntar todo y, sobre todo, sacarnos las dudas respecto a la parte teórica, la que luego vimos comprobada en la práctica en determinadas materias y pasantías”, señalaron al ser entrevistados los referentes con mejores promedios de la Institución.

Los alumnos resaltaron las capacitaciones de distintos fiscales, entre ellos Pablo Paz y Pablo Rivero, de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP), de quienes “hemos aprendido no sólo los contenidos del sistema penal acusatorio, sino que estos docentes también nos compartieron experiencias que, posteriormente, confirmamos en la tarea de campo”.

“Aprender las 26 guías de práctica y otros protocolos, como así también tener la capacitación de técnicos y otros docentes respecto al área científico forense, sin dudas, nos impulsó a estar a la altura de las exigencias, sino a comprender lo importante que es la labor del policía como auxiliar de justicia”, concluyeron.