El acusado fue detenido a minutos de haber cometido el robo en una vivienda de calle Caseros, cuando intentaba reducir el botín en un café ubicado frente a la plaza 9 de Julio. Fue fundamental la cooperación de la encargada de la confitería, ya que alertó a personal policial sobre la presencia del delincuente.

Según consta en las actuaciones, el delincuente, botín en mano, se dirigió a un café de calle Mitre primera cuadra e intentó venderlo entre los clientes del local. Fue importante la participación de la encargada del local gastronómico, quien denunció la maniobra con personal policial que patrulla la zona. Al ser interceptado Cruz, no pudo justificar la propiedad de la computadora y fue detenido.