El Procurador recibió a un matrimonio que espera el juicio a médicos de Güemes

El procurador general de la Provincia, Abel Cornejo, recibió a Marta Eugenia Braga y Carlos Javier Argañaraz. Por el fallecimiento de su hijo, hay dos imputados por supuesto abandono de persona e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Esperan que se defina la fecha de juicio.

Durante el encuentro con el Procurador, la pareja indicó que llevan cuatro años esperando la realización del juicio. “Fue buena la reunión con el Procurador. Nosotros lo que buscamos es que se agilice la causa y que podamos tener una fecha de juicio. Queremos que el Procurador vea la causa porque llevamos cuatro años buscando justicia”, sostuvo Marta Braga.

Por su parte, Carlos Argañaraz indicó que la causa se encuentra con elevación a juicio desde febrero de 2018 en el Juzgado de Garantías N° 1 y “desde entonces quedó ahí”. “Son cuatro años de lucha y de espera de este juicio que no llega”, insistió Argañaraz.

Los hechos ocurrieron el 17 de junio de 2015, cuando Marta Braga llevaba 38 semanas de gestación se presentó en el hospital Joaquín Castellanos de General Güemes, con complicaciones en el embarazo, por lo que los profesionales indicaron que debía que ser sometida a una cesárea de emergencia. Sin embargo, por falta de anestesista fue trasladada a un hospital de la Capital, donde posteriormente su bebé nació sin vida.

El matrimonio denunció al Gerente General y al Gerente de Atención a las Personas del hospital Joaquín Castellanos de General Güemes, por abandono de persona. Intervino la entonces fiscal penal de General Güemes, Verónica Simesen de Bielke, quien posteriormente agravó la imputación por incumplimiento de los deberes de funcionario público, contra el gerente General, Jorge Barni y el de Atención a las Personas, Marcelo Quiroga, ambos del hospital Joaquín Castellanos.

Las actuaciones en la fiscalía surgieron a partir de la denuncia que Carlos Argañaraz realizó el 18 de junio de 2015, en nombre de su esposa, Marta Eugenia Braga, quien, embarazada de 38 semanas y con los controles médicos realizados en forma normal, llegó al nosocomio de Güemes con contracciones y problemas de presión y por falta de anestesista, fue derivada a Salta, donde el bebé nació sin vida.

Los informes médicos y del Cuerpo de Investigaciones Fiscales indicaron que la paciente sufrió desprendimiento de placenta lo que ocasionó que la criatura llegara sin vida y que hubo sufrimiento fetal, debido a que no se practicó la cesárea de urgencia que la condición médica de la madre requería. Esto es, porque el hospital Castellanos, no contaba con el anestesista que se encontraba asignado a cubrir esa guardia.