Los testigos que se refirieron al enfrentamiento entre jugadores e hinchadas de Villa Esmeralda y Barrio El Aybal, revelaron que el predio parecía “zona de guerra”, donde piedras y palos volaban de un lado a otro. Mario Campos, el único imputado en la causa, se declaró inocente, sin embargo existen testimonios que lo sindican como la persona que lanzó la pedrada que mató a Gustavo Safe.
A medida que avanza la investigación, los testigos se mostraron coincidentes en describir las escenas vividas el domingo pasado a la tarde en la cancha de Villa Esmeralda como propias de una enfrentamiento bélico, en cual corrieron riesgos no sólo los grupos que se enfrentaron sino también numerosos vecinos, entre ellos mujeres y niños.
La investigación del caso, a cargo del fiscal Rodrigo González Miralpeix, avanza y hasta el momento la situación de Mario “Cuchi” Campos, detenido e imputado por el delito de homicidio simple, es comprometida, pues varios testigos lo sindican a metros del dirigente deportivo asesinado.
De las numerosas declaraciones aportadas por vecinos, familiares y otros testigos, se pudo establecer que el encuentro estaba previsto en el marco del Campeonato Ruta 51 y tenía como plato fuerte el clásico entre los equipos de Villa Esmeralda y Barrio El Aybal, el cual data de aproximadamente diez años.
El domingo, el partido se inició a las 18 en la cancha de Villa Esmeralda, ubicada en la plaza central de esa barriada. Dada la vieja rivalidad futbolística, El Aybal llegó a la cita con una nutrida hinchada, la cual se instaló a un costado del campo, juste enfrente a la parcialidad local.
El partido se desarrolló casi sin inconvenientes hasta 15 minutos antes del final del encuentro con un marcador favorable a Villa Esmeralda por 3 a 2, cuando de pronto, en un tiro de esquina en el arco local se desató una pelea entre dos jugadores, a la cual se sumaron integrantes de ambas hinchadas.
Los testigos señalaron que las hinchadas sobrepasaron a los jugadores y de la agresión física, pasaron a arrojarse todo tipo de elementos contundentes, en especial piedras, las que llovieron de un lado a otro en el arco del equipo local, en la esquina de las calles Zafiro y Figueroa Solá.
Fuego cruzado
En medio de esa batahola, indicaron los testigos, Safe, dirigente deportivo de Villa Esmeralda, intentó a los gritos frenar la gresca, circunstancias en que se hallaba acompañado por un vecino, quien pertenece al Servicio Penitenciario.
Este testigo indicó que dada la cantidad de piedras que se arrojaban las hinchadas, fue por detrás de la víctima para sacarlo de esa zona de riesgo, momentos en que logró esquivar una pedrada, sin embargo, Safe no corrió con la misma suerte y recibió un impacto.
Tras ese golpe, que le dio a la altura de la sien, el dirigente se desvaneció, tras lo cual el testigo y otros vecinos lo arrastraron hasta un vehículo particular, en el cual lo llevaron hasta el centro de salud de barrio Intersindical, desde donde luego fue derivado al Hospital San Bernardo, donde pese a las técnicas de reanimación murió.
Los policías de la División Homicidios y del sector pudieron reunir testimonios que sindicaron a Campos como la persona que arrojó la pedrada que mató a Safe, por lo que el fiscal imputó al mismo el delito de homicidio simple, acusación que se mantiene firme.
Tras la imputación, Campos prestó declaración indagatoria y negó haber arrojada la piedra que mató a Safe. Sostuvo que al igual que la víctima se internó en el medio de las dos hinchadas para frenar la gresca, pero el ataque era intenso e incluso lanzaban piedras desde las casas vecinas.
En todo momento Campos negó haber golpeado a Safe y dijo que se entregó a fin de aclarar que no tiene nada que ver con la muerte del dirigente de Villa Esmeralda. Sin embargo, otros testigos lo señalaron como el responsable de la pedrada mortal.
Tras su declaración indagatoria, el fiscal solicitó que Campos siga detenido y también ordenó otras medidas probatorias, entre ellas pericias que se encuentran a cargo de expertos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales.