Se trata de un oficial, un sargento, un cabo y un agente, quienes están acusados de golpear y torturar a dos jóvenes en el marco de una investigación por el homicidio de Martín López. Los policías pretendían que uno de los jóvenes se hiciera cargo del crimen, cometido por otros dos sujeto que, posteriormente, fueron detenidos.
Los cuatro investigadores de la Brigada de Investigación de Metán, identificados como el oficial, Gustavo Orlando Orozco; el sargento, Víctor Alejandro Luna; el cabo, Rubén Darío Medina y el agente, Javier Sebastián Reynoso, se encuentran detenidos por orden de la Fiscalía de Derechos Humanos, a cargo del fiscal, Gustavo Vilar Rey.
Los cuatro policías fueron imputados por los delitos de “tortura” y “privación ilegítima de la libertad”, figuras contempladas en el artículo 144 primero y tercero del Código Penal, y por las cuales se prevén penas mínimas de 5 a 25 años de prisión.
Esto delitos, según la hipótesis criminal, se cometieron en perjuicio de Pablo Carrizo, uno de los tres hombres que encontraron el cadáver de López y dieron aviso a la policía sobre el crimen, ocurrido en el municipio de El Potrero, ubicado a unos 45 kilómetros de la ciudad de Rosario de la Frontera.
Asimismo, el fiscal imputó al oficial Orozco y el cabo Medina el delito de “apremios ilegales”, en perjuicio de Rodrigo Carrizo, familiar de Pablo Carrizo, a quien los policías también golpearon cuando se hallaba detenido, siempre con la finalidad de que se hiciera cargo del crimen.
La investigación, según informó la fiscalía, se inició a partir de la denuncia de Pablo Carrizo, quien reveló que tras dar aviso sobre el hallazgo del cuerpo de López, el 28 de mayo pasado, los cuatro policías imputados lo fueron a buscar a su casa, en horas de la madrugada.
Submarino seco
Carrizo denunció que los policías lo cargaron en el móvil, pero en el trayecto a la dependencia policial de El Potrero, se detuvieron a la vera de la ruta 34, donde lo bajaron y lo sometieron a golpes y a maniobras de torturas con una bolsa de plástico, la cual le pusieron en la cabeza hasta dejarlo casi sin respiración.
La víctima indicó que sufrió esta maniobra en varias oportunidades, como así también golpes en distintas partes del cuerpo, y que a cambio de cesar con las torturas, los policías le dijeron que debía hacerse cargo del crimen de López.
Posteriormente, lo llevaron a la dependencia policial, donde siguieron los golpes, para luego dejarlo en libertad. Rodrigo Carrizo, en tanto, sostuvo que también fue detenido en su casa y trasladado a la misma dependencia policial, donde fue blanco de golpes y amenazas, y que el pedido de los acusados era que asumiera la responsabilidad del homicidio de López.
Las indagatorias
Tras recibir las denuncias, la fiscalía llevó adelante una serie de diligencias que permitieron reunir pruebas para avanzar con la causa, entre ellas certificaciones médicas de las lesiones que presentaba Pablo Carrizo, como así también otros elementos probatorios.
En vista de ello, el fiscal solicitó la detención de los cuatro efectivos, medida que se concretó en la jornada de ayer, oportunidad en la que el oficial Orozco fue sometido a la correspondiente audiencia de imputación, con intervención del Juzgado de Garantías 5
Orozco, tras escuchar los delitos que se le imputan por parte de la fiscalía de derechos Humanos, se abstuvo de prestar declaración indagatoria. Hoy, en el transcurso de la mañana, en tanto, se espera llevar adelante la indagatoria de los otros tres policías.
Por el crimen de López, en tanto, la policía logró la detención de dos sospechosos, Ramón Pereyra y Jorge Padilla, quienes fueron acusados de dar muerte a López, de 55 años, como resultado de una disputa que surgió en el momento.