La persistente decisión de Ana, la hermanita del asesino, en dar alerta a la policía, permitió el esclarecimiento del asesinato de la joven de 15 años Brisa Goytea, estrangulada por Claudio Víctor Segundo en su casa del barrio Pablo Saravia.
Estos detalles, y otros más, surgen del requerimiento de juicio presentado por el fiscal penal, Pablo Rivero, de la Unidad de Grave Atentados contra las Personas, por el asesinato de Brisa, ocurrido el 6 de diciembre de 2018, en una vivienda del barrio Pablo Saravia, a donde acudió con una botella de gaseosa. La joven, de 15 años, había sido invitada a almorzar por su novio, con quien mantenía un historial de hechos de violencia de género.
Incluso, de las pesquisas judiciales se verificó que efectivamente se habían dispuestos medidas judiciales de carácter restrictivo en contra de Segundo, aunque el día del crimen, la menor aceptó ir a la casa de su novio, donde surgió una fuerte disputa de pareja.
Segundo, según lo investigado por la fiscalía, llevó a su novia hasta su habitación, donde le reclamó porque suponía que lo iba a dejar, hecho que, al parecer, fue confirmado por la víctima, lo que desató la reacción asesina del acusado, quien estranguló a la menor.
Ana, la hermanita de 13 años del acusado, se hallaba en una habitación contigua y escuchó los jadeos de Brisa cuando era estrangulada. Incluso se acercó hasta la puerta del cuarto, donde vio a Segundo encima de la menor cuando era ahorcada, utilizando para ello un cinto.
En esos instantes, Ana corrió hasta el vecino de enfrente y le dio aviso de lo que sucedía. “Don Carlos llame al 911 que Claudio la está ahorcando a Brisa”. Luego, la jovencita regresó a fin de verificar si la víctima había sobrevivido.
Ana esperó hasta que su hermano se retiró de la habitación, oportunidad en la que ingresó y encontró a Brisa envuelta en una bolsa de plástico debajo de la cama. Lejos de entrar en shock, Ana, regresó a su cuarto y con su teléfono celular se conectó por la red social Facebook con una amiguita de la misma edad.
Ana le contó lo que había sucedido, incluso que salió y pidió ayuda a gritos a los vecinos, pero cuando llegó un patrullero policial, Segundo la amenazó para que no diga nada, sino iba a hacerle daño a su padre. Para sacarse a la policía de encima, Segundo le dijo que había discutido y que se había ido al almacén.
Por Facebook
Después que el móvil policial se fue, Ana, comenzó a chatear con su amiguita sobre lo sucedido, pidiéndole que alertara a la policía, ya que tenía miedo por ella, pues su hermano estaba alterado. A los pocos minutos, y tras alertar al 911, la amiguita con su madre se hicieron presente en la casa del asesino.
Tras golpear las manos, Segundo salió y la madre de la amiguita le informó que las nenas, que son compañeras, debía hacer una tarea juntas, por lo que la iba a llevar hasta su casa. El asesino dejó ir a su hermana, mientras seguía excavando una fosa para enterrar el cuerpo de su novia.
La madre y las dos compañeritas se dirigieron directamente a la dependencia policial, donde informaron todo lo ocurrido. A los pocos minutos, otro patrullero llegó y detuvo a Segundo, quien en su defensa intentó sostener que había matado a Brisa porque ésta se lo pidió.
Rivero, en su argumentación, explicó como se pudo comprobar este relato a partir de declaraciones testimoniales, pericias realizadas por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales y pesquisas que llevaron adelante la División Homicidio de la Policía.
En vista de estos elementos probatorios, el fiscal solicitó en su requerimiento de juicio que Segundo sea juzgado por el delito de “homicidio calificado por la relación de pareja, agravado por la ley de violencia de género”, acusación que contempla la pena de prisión perpetua.
“La violencia y premeditación de Segundo en el hecho está comprobada no sólo por la brutalidad utilizada al asesinarla, sino también por testimonios de amigos que escucharon al acusado cuando dijo que iba a matar a Brisa, aunque no lo denunciaron en su momento”, explicó el fiscal.
“Sin dudas la actuación de la menor que hizo todo a su alcance para alertar a la policía, es un hecho de destacar, pues pese a su corta edad no entró en pánico y pidió ayuda a través de uno de los recursos más utilizados por los chicos hoy en día, como son las redes sociales. Es digno de resalta su comportamiento”, sostuvo.