Tras una discusión, el hombre empezó a agredir a su expareja con golpes, ocasionándole sangrado, lo que provocó que cesara, mientras le pedía que no llamara a la Policía. Deberá cumplir una serie de normas de conducta.
El fiscal penal Marcos Vega Ortiz, subrogante en Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género 5, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia flexible y multipropósito por la que, en acuerdo de juicio abreviado, la Sala III del Tribunal de Juicio del distrito judicial del Centro, juzgó a un hombre de 24 años por los delitos de daños y lesiones leves agravadas por el vínculo y por violencia de género en perjuicio de su expareja.
La damnificada, con quien el acusado mantuvo una relación de pareja por 3 meses antes del hecho, se hizo presente en el domicilio del hombre y éste, de repente, comenzó a hacerle reclamos y a darle codazos en el pecho.
Luego de ello, el acusado continuó con las agresiones, la empujó, lo que provocó que la denunciante cayera al suelo y le dio una cachetada, le quitó su teléfono celular y lo tiró, provocando que se dañara.
La discusión continuó y el acusado le dio golpes de puño a la mujer en el rostro y nariz. El hombre detuvo las agresiones cuando vio que la mujer sangraba por la nariz y le pedía que no llamara a la Policía.
Finalmente, la expareja del ahora condenado, logró escapar y dirigirse a la Comisaría para radicar la correspondiente denuncia.
El juez Pablo Farah, luego de recibir la confesión del acusado, lo condenó a la pena de siete meses de prisión de ejecución condicional y le impuso el cumplimiento de reglas de conducta, entre ellas, la inclusión en el programa de agresores, prohibición de acercamiento y de ejercer actos de violencia física y psíquica.