Un expolicia y el exencargado del consorcio del complejo Parque La Vega, fueron detenidos ayer en la audiencia de debate que se sigue por el homicidio de Cintia Vanesa Fernández. Se giraron las actuaciones a la Fiscalía Penal de la Unidad de Delitos Económicos para que se investigue la comisión del delito de falso testimonio.
Al reanudar ayer la audiencia de debate que se sigue contra Mario Federico Condorí por el homicidio de Cintia Vanesa Fernández, el primer testigo fue un expolicía que había sido compañero de trabajo del acusado tanto en la División Homicidios como en la División de Trata de Personas de la Policía de la Provincia.
Calixto Mamaní era suboficial y fue convocado como testigo por la defensa, En su relato se refirió a tareas investigativas y periciales que habría realizado en la causa bajo las órdenes de un oficial de la División de Trata de Personas en el departamento de la víctima.
Del interrogatorio al que fue sometido y ante las inconsistencias detectadas en su deposición, el fiscal Ramiro Ramos Ossorio solicitó al Tribunal que se verifique en las actuaciones si existía alguna manda judicial o acta que avalara su testimonio. En caso de no existir, pidió que se produzca su detención y la remisión de las actuaciones a la fiscalía que corresponda para que se investigue la posible comisión del delito de falso testimonio.
El Tribunal dispuso que se desaloje la sala y con la presencia de las partes en el estrado, se procedió a la compulsa de la causa y a la identificación de dos actas que se referían a las actividades antes mencionadas.
De la lectura de dicha documentación, se corrobora que el testigo Mamani no figura en ninguna de las actas y el Tribunal decide la inmediata detención del mismo y que sea investigado por el delito de falso testimonio.
El otro detenido en audiencia fue José Antonio Ormeño, quien se desempeñaba como responsable del consorcio del complejo habitacional de Parque La Vega al momento de la muerte de Cintia Fernández. El testigo fue citado por la defensa de Condorí y al iniciar su declaración, dijo al Tribunal que quería aportar datos de una situación que había omitido en sus anteriores declaraciones y que había recordado recientemente.
En su relato introducía que el 3 de Mayo de 2011 recibió el llamado de Ana Fernández tras haber encontrado el cuerpo de su hija y que cuando llegó, ya se encontraba personal policial. Dijo que intentó consolar a la madre de la víctima, que le brindó agua e incluso un café, entre otros detalles.
Al ser interrogado, no pudo conciliar su actual relato con lo declarado anteriormente en la investigación y ante las evidentes contradicciones, el fiscal solicitó su detención y que se remitan las actuaciones a la fiscalía que corresponda para que sea investigado por el delito de falso testimonio. Ramos Ossorio solicitó además que se secuestre su teléfono celular.
El Tribunal hizo lugar a la solicitud y el exencargado quedó detenido y a disposición del Juzgado de Garantías en turno.
También declararon dos amigas de la víctima. La primera de ellas dijo que Cintia le comentó de la relación con Condorí y que le dijo que al inicio del vínculo, el acusado era protector y que se sentía muy cómoda pero con el paso del tiempo empezó a sentirse asfixiada por su conducta controladora y decidió interrumpir la relación.
La otra amiga es una empleada judicial que fue compañera de la escuela primaria y secundaria de Cintia y que se había reencontrado con ella meses antes del fallecimiento en un viaje de colectivo. La mujer dijo que mantuvo un vínculo más o menos frecuente con la víctima y que cuando se enteró de su muerte, intentó averiguar algo con un oficial de la Brigada de Investigaciones con el que tenía relación laboral.
Este oficial se interesó y le pidió que le remitiera a un correo electrónico fotos de su amiga y datos de su vida personal, lo que hizo pensando que podía ayudar. Al día siguiente fue citada al Juzgado que investigaba en la causa para brindar explicaciones.
Dijo que el oficial en cuestión le deslizó que Cintia podría haberse suicidado y ventiló con ella algunos detalles que le resultaron dolorosos y se quedó muy mal.
Tras un breve cuarto intermedio, se recibió el testimonio de un efectivo policial que fue compañero del acusado en la División de Trata de Personas, quien explicó que la función que cumplía Condorí era la de chofer y que le habían encomendado el relevamiento de publicaciones en medios de comunicación que resultaran sospechosos en relación al delito que investigaban.
Para la jornada de hoy está previsto el paso de siete testigos, varios de ellos citados por la querella.