Walter Luciano Jaljal fue condenado en juicio abreviado a la pena de tres años de prisión condicional, por los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada y violación de medidas adoptadas para evitar la propagación de una pandemia, todo en concurso real. La fiscalía penal UNICROH, a cargo de Pablo Rivero, representó al Ministerio Público Fiscal en el juicio. Intervino el Grupo de investigadores de la Policía 1C.
La intervención de la fiscalía penal UNICROH se produjo tras la denuncia radicada por un hombre que expresó que durante la noche del pasado 25 de abril, mientras estaba en su auto particular estacionado en un playón de barrio Castañares para repartir bebidas y alimentos a comercios, sintió un arma de fuego en la cabeza y un hombre le gritó “dame todo lo que tengas”.
El asaltante sacó el seguro de la puerta y un segundo hombre ingresó al interior del vehículo, quien sustrajo de la guantera la suma de $ 21.000 y un celular Huawei. Luego, cerraron las puestas del vehículo y corrieron hacia los pasajes del lugar.
El denunciante, que reaccionó y comenzó la búsqueda de los causantes en su automóvil, observó que uno de los causantes ingresaba a una vivienda en frente la escuela Monseñor Pérez.
Tras las tareas investigativas y los datos aportados por la víctima, se pudo establecer la cuenta de Facebook del sindicado, posteriormente identificado como Lucho Jaljal, de 24 años. En la misma cuenta también fueron publicadas fotografías de un arma color negra, aparentemente calibre 38.
Personal policial entrevistó a vecinos cercanos al domicilio del acusado, sin aportar datos filiatorios por temor a represalias. Todos coincidieron en remarcar que el sindicado es conocido en la barriada por cometer actos delictivos con total impunidad y que tiene un “aguantadero” en Villa María Esther, donde trasladaría los bienes que sustraídos.
Tras distintas tareas que permitieron la detención, el acusado fue imputado el 28 de abril por el delito de robo calificado por el uso de arma de fuego y violación a las medidas adoptadas para evitar la propagación de una pandemia (COVID-19), todo en concurso real.
Luego de diversos allanamientos y al no haber podido lograr el secuestro de armas de fuego, no se pudo establecer que el arma utilizada para cometer el ilícito tuviera aptitud para el disparo, por lo que el fiscal Pablo Rivero llegó a la conclusión que el delito que se debía imputar quedaría tipificado bajo la figura de robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada.