Se reprogramó el inicio del juicio a un exconcejal

Estaba previsto que este jueves inicie el juicio contra Raúl Ricardo Ledesma, acusado de dos hechos de abuso sexual simple, pero se reprogramó para el próximo martes 22 debido a una situación de salud planteada por la defensa del acusado.

Los fiscales penales Gonzalo Gómez Amado y Cecilia Flores Toranzos, representarán al Ministerio Público ante la Sala II del Tribunal de Juicio del Distrito Metán, en la audiencia de debate contra Raúl Ricardo Ledesma, imputado como autor del delito de abuso sexual simple (dos hechos) en perjuicio de una menor de edad.

Estaba fijado que el juicio inicie este jueves pero ante una presentación realizada por la defensa técnica del acusado, aludiendo una situación de salud familiar, se reprogramó para que de comienzo el próximo martes 22.

Reunidas las partes, el abogado defensor asumió el compromiso de hacer comparecer a su representado el próximo martes en la audiencia, ya que de no presentarse, los fiscales solicitarán su detención.

Una niña con retraso madurativo, víctima de abuso de su primo

El fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid, requirió ante el Juzgado de Garantías 5, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 22 años, acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal (tres hechos) y coacción, todo en concurso real, en perjuicio de una menor.

Del requerimiento surgió que el acusado se aprovechó de la menor en tres oportunidades, con fechas inciertas y en distintos años. El primer hecho ocurrió en 2016, cuando la víctima tenía entre 12 y 13 años, mientras que el segundo fue en 2018 y el tercero, en 2019. En todas las oportunidades, el acusado aprovechó las circunstancias para accederla carnalmente en contra de su voluntad, en el domicilio de la niña, ubicado en la Ciudad de Salta y bajo amenazas de dañar a sus familiares, si ella no accedía a sus bajos propósitos.

La denuncia fue radicada en octubre de este año por la madre de la víctima y en contra de su sobrino, tras notar cambios en el comportamiento de su hija y encontrar mensajes del acusado en la cuenta de Messenger de la menor.

De lo expuesto, se tiene que el acusado, con su actuar depravado e insano y para satisfacer su propia lascivia, atentó contra la integridad sexual de la víctima, quien es una persona con leve retraso madurativo.

En este sentido, el fiscal penal Federico Obeid, hizo hincapié en que los delitos contra la integridad sexual, normalmente existen serias dificultades para desentrañar lo verdaderamente ocurrido, pues es una característica del ofensor actuar con sigilo y sibilinamente, dado que tal es la desproporción y el desborde de sus conductas que prefieren actuar a hurtadillas precisamente para no ser descubiertos.

Este rasgo de la personalidad de los infractores a la integridad sexual no debe perderse nunca de vista, porque los infractores, los abusadores, los violadores o los ultrajadores tienen en común dos características: operar sobre la víctima desprevenida y elegir el momento del ataque, cuando nadie puede percatarse de su abyecto cometido. Estas premisas se verificaron en este caso, ya que el acusado aprovechaba los momentos en que la menor estaba sola en la vivienda para abusar sexualmente de ella.

Metán: exconcejal será juzgado por abuso sexual

Este jueves está previsto que inicie el juicio contra Raúl Ricardo Ledesma, acusado de dos hechos de abuso sexual simple. Los hechos ocurrieron en 2017, cuando se desempeñaba como concejal de ese municipio.

Los fiscales penales Gonzalo Gómez Amado y Cecilia Flores Toranzos, representarán al Ministerio Público ante la Sala II del Tribunal de Juicio del Distrito Metán, en la audiencia de debate contra Raúl Ricardo Ledesma, imputado como autor del delito de abuso sexual simple (dos hechos) en perjuicio de una menor de edad.

Ocurrió en agosto de 2017, cuando el acusado se desempeñaba como concejal en la ciudad de Metán y fue denunciado por someter a una menor de 16 años a tocamientos inapropiados.

Fue imputado el 4 de setiembre de 2017 y tras reunir los elementos de convicción necesarios, fue requerido a juicio en noviembre del mismo año.

Con prohibición de acercamiento, entró a la casa, abusó de ella, la lesionó y amenazó con arma

El fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid, requirió ante el Juzgado de Garantías interviniente, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 25 años, acusado de los delitos de lesiones leves agravadas por el género y por la relación de pareja; amenazas con armas; desobediencia a la autoridad y violación de domicilio; y abuso sexual con acceso carnal, todo en concurso real, en calidad de autor.

Del requerimiento surgió que el 17 de junio de 2019, cerca de las 5, el acusado ingresó de manera sorpresiva y sin la debida autorización al domicilio de la víctima, ubicado en barrio Palmeritas, cuando todos los moradores dormían. Luego, se dirigió a la habitación de la víctima y abusó sexualmente de ella.

Al despertarse, la mujer notó que estaba desnuda y pudo ver al acusado al frente de su cama, por lo que se paró y le reclamó. Luego, el imputado se le abalanzó y le produjo lesiones.

En sus fundamentos, el fiscal penal Federico Obeid, sostuvo que el acusado incurrió en los delitos intimados, al ingresar al domicilio sin la debida autorización, durante la madrugada y mientras todos dormían. Luego, atentó contra la integridad sexual de la damnificada, al desplegar actos corporales de contenido esencialmente sexual, sin que ella pudiera consentir tal accionar porque dormía.

Al intentar asfixiarla y morderle la mano izquierda, el acusado causó a la víctima lesiones que fueron constatadas en el examen médico. Las lesiones se agravaron al ser causadas por un hombre en perjuicio de una mujer, mediando violencia (física y psíquica); lo que dio cuenta del ejercicio de un poder estructural por parte del encartado hacía la víctima en situación asimétrica y desigual, como así también por la relación de noviazgo o pareja que mantuvieron.

Por último, surgió que el imputado sacó de sus prendas un cuchillo, el cual esgrimió contra la integridad de la damnificada, mientras anunciaba a la damnificada un mal futuro, posible, grave y cierto, al decirle «cagate por puta, te voy a cagar matando». Los dichos resultan ser idóneos para provocar un estado de temor y/o alarma en la víctima, al tener en cuenta la gravedad del mal anunciado.

El acusado también incurrió en el delito de desobediencia a la autoridad, al transgredir una orden judicial que le prohibía el acercamiento a menos de 200 metros de la víctima y de su domicilio.

Abuso sexual: Le pidió comida, un cigarrillo y la tocó

El fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid, requirió ante el Juzgado de Garantías 4, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 41 años, acusado del delito de abuso sexual simple, en perjuicio de una mujer.

De la declaración testimonial de la víctima, surgió que el acusado atentó contra la libertad sexual de la joven, al someterla a tocamientos el domingo 4 de octubre pasado, cerca de las 17.30.

La denunciante manifestó que al salir de la casa de su padre, ubicada en calle Mariano Boedo, a buscar cigarrillos en su auto estacionado al frente, se acercó el acusado, quien le pidió algo de comer.

Tras contestarle que no tenía comida, la mujer regresó en dirección a la vivienda de su padre, cuando sorpresivamente el imputado le tocó la cola, mientras también le pedía un cigarrillo.

Al ser demorado por familiares de la denunciante y por personal policial, uno de los policías que intervino dio cuenta que el imputado tenía sangre en el rostro y se golpeaba contra el piso para autolesionarse, con la intención de evitar ser detenido.

En sus fundamentos, el fiscal penal Federico Obeid, sostuvo que el tocamiento corporal libidinoso fue de carácter inequívocamente sexual, también llamado “tocamiento inverecundo” y que es dirigido generalmente a partes pudendas del cuerpo asociadas a la actividad sexual, lo que configura un atentado a la reserva sexual de la víctima.

Río Piedras: prisión para un padre abusador

Un hombre de 51 años fue condenado a 18 años de prisión efectiva por diversos actos de abuso sexual en perjuicio de una de sus hijas. Será registrado en el Banco de Datos Genéticos.

El fiscal penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, representó al Ministerio Público ante la Sala II del Tribunal de Juicio de ese distrito, en la audiencia de debate contra un hombre de 51 años, acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia (tres hechos) en concurso real con el delito de abuso sexual simple reiterados agravados por el vínculo y la convivencia.

La madre de la menor radicó la denuncia en enero de 2019, al tomar conocimiento de lo que sucedía a partir de un mensaje que le envió el acusado a su hija con lenguaje inapropiado.

El acusado sometió a tocamientos y accedió carnalmente a su hija aprovechando la ausencia de su madre por cuestiones laborales.

El juez Sebastián Fucho le impuso una pena de 18 años de prisión de cumplimiento efectivo y en el mismo fallo, se dispuso además que se le extraiga material genético por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.

Irá a juicio por abusar sexualmente de su inquilina

El fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid, requirió ante el Juzgado de Garantías 3, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado un hombre de 40 años, acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal, en perjuicio de una mujer.

La denuncia fue radicada por la víctima el 21 de mayo de este año, en la que manifestó que residía junto a su pareja en barrio Castañares y que el 8 de ese mes, tras una pelea, tuvo que abandonar el departamento.

Sostuvo que al no tener familiares en esta provincia, dejó esa noche sus pertenencias en casa de un conocido que se ofreció a ayudarla.

Al día siguiente, la mujer encontró un alquiler en barrio Leopoldo Lugones, donde fue atendida en un primer momento por el acusado, quien le manifestó que tenía una habitación disponible.

Tras esto, la denunciante se comunicó con la persona que tenía sus partencias para que se las acercara. Al llegar, el hombre vio al acusado y le advirtió a la víctima “ojo con este”, ya que lo conocía por trabajar juntos en una remisera, donde el imputado tuvo problemas con compañeras y pasajeras, por ser muy “confianzudo”.

Del requerimiento surgió que el lunes siguiente, cerca de las 1, al estar la víctima en su habitación, sentada en la cama y conversando con el acusado que estaba parado al lado de la puerta, este ingresó, se sentó al lado de ella y la besó, mientras ella intentaba sacarlo con sus brazos y le decía que no. Luego, el imputado la accedió carnalmente, por lo que atentó contra la libertad e integridad sexual de la víctima.

Irá a juicio por abusar sexualmente de tres hijas y amenazar a su familia con un machete

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 4, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 46 años, acusado de abusar sexualmente de tres de sus hijas y amenazar a su familia con un arma blanca.

El imputado fue acusado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente (dos hechos) en perjuicio de una menor de 15 años; abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente y abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente en perjuicio de otra menor de 13 años; abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización y su reiteración agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente, abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y por aprovechar la convivencia preexistente continuado y lesiones leves agravadas por el vínculo y el género, en perjuicio de otra víctima de 18 años y amenazas con arma, todo en concurso real.

Del requerimiento surgió que el acusado, padre de las tres víctimas, perpetró severos ultrajes contra su libertad y dignidad sexual.

Respecto de la víctima que alcanzó los 18 años al momento de la denuncia, surgió que cuando tenía alrededor de 5 o 6 años, el acusado comenzó a someterla a tocamientos mientras su madre no estaba en la vivienda. Los hechos se repitieron hasta que la menor alcanzó los 15 años, cuando la accedió carnalmente.

Además, se acreditó que el 7 de junio de 2020, tras un altercado en la vivienda familiar ubicada en La Ciénaga, el acusado le propinó un golpe de puño en la boca a la damnificada, lo que fue observado por testigos.

Respecto de la menor de 15 años, surgió que existen elementos de convicción suficientes para tener por acreditado que el acusado atentó contra su dignidad sexual desde los 14 años, al someterla a tocamientos. También la amenazó de muerte si contaba sobre los abusos.

En lo concerniente a la menor de 13 años, fue acreditado que el acusado la accedió carnalmente, días antes de que fuera radicada la denuncia en su contra. En su caso, los tocamientos comenzaron cuando la niña tenía 11 años.

La denuncia fue radicada el 20 de junio por la madre de las víctimas, en contra de su marido, con quien lleva casada 20 años y tuvo 9 hijos en común. En su relato, la denunciante sostuvo que toleró agresiones y golpes del imputado durante muchos años para que sus hijos no se quedaran sin padre.

Expresó que ese día, el acusado llegó en estado de ebriedad y se molestó con un yerno, a quien intentó agredir. Allí, tomó un machete, amenazó a la familia e intentó romper la heladera. Al llegar el personal policial al lugar, una de las hijas sostuvo que ya no deseaba vivir con el denunciado y relató los abusos que sufrió.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que los hechos descriptos fueron corroborados, fundamentalmente con la declaración de las tres víctimas en la Fiscalía y en circuito cerrado de televisión, donde pudieron contar los aberrantes actos a los que fueron sometidas por su propio padre. Ello resultó coincidente con lo manifestado a su entorno familiar, con un relato sostenido en el tiempo y coherente, lo que avaló la verosimilitud de los sucesos narrados.

Sobre el delito de amenazas con arma, el fiscal lo imputó por atentar contra la tranquilidad y libertad espiritual de su familia, a quienes amedrentó con un machete que luego fue secuestrado. Al hecho lo confirmaron testimonios familiares y de vecinos.

El Bajo: A juicio, por facilitar la prostitución

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 2, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputados a Susana Peducasse Ávila y Ramón Alfredo Gordillo, acusados del delito de facilitación a la prostitución.

Del requerimiento surgió que ambos imputados atentaron contra la libertad sexual de mujeres que acudieron a un domicilio ubicado en calle 16 de Septiembre al 700 de la Ciudad de Salta, en busca de un ingreso monetario, traducido en el derecho de disponer de sus propios cuerpos en el marco de su sexualidad.

Las actuaciones del fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, iniciaron con un informe policial, del que se desprendió que el viernes 26 de junio de 2019, ingresó un llamado al Sistema de Emergencias 911 proveniente del sector mencionado, en el que la imputada Peducasse Ávila, alertó sobre una mujer de 22 años que trabajaba en “El Bajo” y que era intensamente buscada luego de que se fuera con un cliente y no regresara.

Ese fue uno de los datos para el inicio de la investigación, en torno a la cual el fiscal sostuvo que la conducta desplegada por Peducasse Ávila, resultó indiscutible si se toma en cuenta ese origen y el resultado de las tareas de vigilancia realizadas en la zona, donde pudo verse a la acusada mientras acudían los clientes.

De lo manifestado por las víctimas, pudo saberse cómo era el arreglo económico de las víctimas con la imputada, quien prestaba el inmueble y proveía preservativos, a cambio de una parte de las ganancias.

Respecto a Gordillo, el fiscal calificó su conducta como la del clásico “alcahuete”, ya que durante las tareas de vigilancia, fue visto en numerosas oportunidades en las afueras de la vivienda, desde donde hacía señas a las víctimas y les indicaba qué hacer, mientras ingresaba al recinto con absoluta naturalidad y familiaridad.

En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que los acusados promovieron y facilitaron la prostitución de las víctimas, lo que de por sí lesiona el bien jurídico protegido, ya que contribuyeron a la degradación de las víctimas, al atentar contra su dignidad sexual.

Destacó que si bien los imputados no ejercieron directamente violencia sexual contra las damnificadas, ni se aprovecharon de su actividad sexual (conductas que trasladarían el hecho a otro delito), en el marco de la distribución de tareas antes indicada y de manera coordinada, contribuyeron a la prostitución de las víctimas, al poner a su disposición la oportunidad y los medios, además colaborar con la organización y vigilancia ante la llegada de clientes, trasladar a las trabajadoras y realizar eventuales captaciones.

Docente de la Iglesia Evangélica, a juicio por abusar sexualmente de una menor

El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 2, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 37 años, acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por ser encargado de la educación de la víctima.

Del requerimiento surgió que la conducta del imputado fue establecida, en primer lugar, a través de las declaraciones de la madre de la víctima, quien radicó denuncia en marzo de 2019, luego de tomar conocimiento de que su hija de 16 años cursaba un embarazo que sería producto de un abuso por parte del acusado, quien se desempeñaba como maestro en la Iglesia Evangelista a la que solían concurrir.

En su declaración, la denunciante manifestó que el imputado era profesor en esa Iglesia, que leía la Biblia, tomaba asistencia y era miembro activo de la comunidad.

Los abusos impartidos por el acusado, sucedieron en reiteradas ocasiones y la primera vez ocurrió cuando la víctima tenía 15 años, luego de que el imputado la llevara a un baldío, donde la tiró al suelo y abusó sexualmente de ella.

Relató que en otras ocasiones, el acusado la esperaba en la puerta del colegio y la llevaba a la casa de su tía, donde la forzaba a tener relaciones sexuales, mientras que en otras ocasiones, los ultrajes ocurrieron en una casa del centro de la Ciudad de Salta.

El fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, destacó que las circunstancias ya mencionadas, fueron acreditadas con la declaración de la víctima pero también con la evidencia irrefutable del del informe de ADN del CIF, que arrojó como resultado el vínculo biológico entre el acusado y el hijo de la víctima.

Sostuvo que el acusado vulneró la integridad sexual de la víctima, al accederla carnalmente de manera continua, al ser docente de la menor, lo que indudablemente facilitó la comisión de los abusos durante todo el tiempo, con lo que los eventos se ven agravados.