Solicitaba a menores la realización de actos con contenido sexual

Un joven fue condenado a nueve años de prisión por hechos de abuso en perjuicio de menores de edad, a los que solicitaba la realización de actos con contenido sexual a cambio de dinero o bienes de su interés. Será registrado en el Banco de Datos Genéticos.

La fiscala penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Cecilia Flores Toranzos, representó al Ministerio Público ante la Sala VII del Tribunal de Juicio, en la audiencia de juicio contra un joven acusado como autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante en concurso ideal con corrupción de menores, abuso sexual simple y abuso sexual gravemente ultrajante.

En la acusación pudo establecerse que el acusado entablaba vínculos con menores de edad y les solicitaba la realización de actos con contenido sexual a cambio de dinero o bienes que resultaban de interés para ellos.

El juez Federico Diez le impuso una pena de nueve años de prisión efectiva y en el mismo fallo, dispuso la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.

Rosa Torino: En el último día de testimoniales, habló el acusado y se declaró inocente

Este miércoles se celebró la novena jornada de la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al cura Agustín Rosa Torino, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke, representa al Ministerio Público Fiscal.

El primer testigo de la jornada, sostuvo que conoció al acusado en un retiro espiritual ocurrido en Metán en 1996 y precisó que a la exmonja víctima, lo hizo al ingresar juntos a la congregación en 1997.

Afirmó que tomó conocimiento de los hechos cuando se hicieron públicos y relató que en la comunidad siempre estaba presente el mensaje de que cualquier externo «podía afectar la obra de Dios”, por lo que se pretendía aislar a los miembros. Sostuvo que por este motivo, recibió de forma oculta cartas y regalos de su familia.

Por otra parte, dijo que escuchó el rumor de que algún hermano de la comunidad había pasado la noche con el acusado y destacó que este, en una oportunidad, lo invitó a dormir la siesta con él.

Además, relató que se confesó con el acusado, a quien le dijo que quería abandonar la comunidad. Destacó que el sacerdote desvió la charla, que pasó a tener carácter sexual.

También indicó que se escapó de la congregación en Palermo Oeste, Cachi, luego de que se le negara la salida. Sin embargo, relató que llegó hasta un domicilio y fue nuevamente captado por el sacerdote subalterno del acusado, quien le prometió llevarlo de vuelta para devolverle sus documentos.

Dijo que por esto entró en una crisis de nervios y que le dieron medicamentos que le hicieron perder la noción del tiempo, durante días. Luego le entregaron sus documentos para que se retirara.

Antes de finalizar su testimonio, dijo que previo al juicio, recibió un mensaje a través de una cuenta de Facebook con el nombre de “Israel”, en el que le escribieron «El Padre conoce tus secretos».

El segundo testigo en declarar fue aportado por la defensa. Formó parte del instituto del acusado al que ingresó en 2005 y actualmente es sacerdote en Chubut. Indicó que conoció a uno de los exnovicios víctima y su familia en 2010, y fue quien los presentó a la comunidad.

Enfatizó que si hubiera sido testigo de los hechos denunciados, hubiera sido el primero en dar un paso al costado.

El tercer testigo declaró a distancia desde la Fiscalía Penal de General Güemes e indicó que convivió en Puerto Santa Cruz con los dos exnovicios víctimas. Afirmó que ambos le dijeron que el acusado les tocó las partes íntimas.

Manifestó que en Salta, uno de los exnovicios ingresaba a la casa personal del acusado, que permanecía cerrada con cerradura eléctrica.
También dijo que conoció a la exmonja víctima, de quien nunca recibió malos tratos y confirmó que ella también tenía acceso a la casa privada del acusado.

La declaración del acusado

Antes del cierre de la jornada, optó por declarar el acusado, quien se negó a contestar preguntas de las partes.

Sostuvo que luchó toda su vida por las buenas costumbres y que siempre recibió desde la fe a quien busca a Jesús, al tiempo que destacó que abrió la parroquia también para darle de comer al hambriento.

Expresó que la situación actual no le molesta, sino que le duele, porque un grupo decidió denunciarlo y todo terminó.

Afirmó que no justifica de ningún modo los abusos eclesiásticos y pidió condenas para quienes los hayan cometido.

Aseguró que no se aprovechó ni abusó de nadie y negó la existencia de los hechos denunciados, antes de afirmar que “todo fue un complot y que los denunciantes se lo habían anticipado”.

Manifestó que “quien lo ataca, no lo ataca a él, sino a la Iglesia” y destacó que “la prensa doblegó muchas voluntades”.

Sostuvo que obedecerá la decisión del Tribunal y que queda en sus manos. Tras esto, el imputado bendijo a los jueces y se declaró inocente.

Rosa Torino: Último día de testimoniales

Este miércoles se reanudará la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino, acusado de abusar sexualmente de tres víctimas. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke representa al Ministerio Público Fiscal.

El sacerdote está acusado de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración, agravado por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de dos víctimas; y de abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido, en perjuicio de una tercera.

La novena jornada de la audiencia de debate se desarrollará este miércoles desde las 8, en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta y está prevista la declaración de los últimos testigos.

El Tribunal colegiado es presidido por el juez Maximiliano Troyano e integrado por la jueza Norma Vera y el juez Roberto Faustino Lezcano. Las audiencias se extenderán hasta este jueves 8 julio, día en el que están previstos los alegatos y la sentencia.

Requieren juicio para un padre que abusaba de dos hijas menores

Un hombre será llevado a juicio por cometer actos de abuso sexual en perjuicio de dos hijas menores de edad que tenía bajo su cuidado. La denuncia la realizó una hermana mayor de las víctimas.

La fiscala penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Cecilia Flores Toranzos, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 5, para un hombre imputado como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia y abuso sexual simple agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia en perjuicio de dos hijas menores de edad.

Los hechos investigados ocurrieron en el Valle de Lerma y fueron denunciados oportunamente por una hermana mayor de edad de las víctimas, al tomar conocimiento de los actos de abuso que se cometían en perjuicio de las menores de edad.

Reunidos los elementos de convicción necesarios en la investigación, Flores Toranzos solicitó que la causa sea elevada a juicio.

Rosa Torino: Uno de los testigos relató que debió robar para poder salir de la comunidad

Este martes lunes se celebró la octava jornada de la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al cura Agustín Rosa Torino, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke, representa al Ministerio Público Fiscal.

Uno de los testigos fue miembro del instituto fundado por el acusado, al que ingresó como aspirante en 1994. Conoció a la exmonja víctima, con quien afirma que tuvo una relación cercana.

El testigo llegó a ser sacerdote subalterno del imputado y sostuvo que muchos integrantes se quejaron por los maltratos de la exmonja víctima y que tenía cambios frecuentes en su estado anímico. Aseguró que desconoce los motivos de la salida de la exmonja víctima de la congregación.

Además, el testigo aportado por la defensa, indicó que era el encargado provincial de los varones de la comunidad. Sin embargo, no pudo recordar la fecha en la que uno de los exnovicios víctima salió de la comunidad, ni sus motivos.

Al respecto, aseveró que como superior provincial le fue informada la salida de uno del exnovicio por parte del superior local y remarcó que las salidas de la congregación no eran frecuentes y que no se le ocurrió preguntar los motivos.

Afirmó que el acusado tenía un trato cordial con todos los integrantes de la comunidad y negó que existieran tratos indecorosos hacia las víctimas.

Acerca de uno de los sacerdotes que durante la audiencia relató que fue abusado por el acusado, sostuvo que este tenía cambios en su estado anímico y que era agresivo en el trato.

También reconoció que el acusado era quien tenía la última palabra sobre el envío de jóvenes a la Patagonia y aseguró que cada miembro de la comunidad era libre de irse cuando quisiera.

La siguiente testigo relató que conoció a la exmonja víctima y a otros jóvenes de la comunidad porque los trató en su laboratorio bioquímico.

Afirmó que tuvo una relación cercana con la exmonja y que luego se produjo un distanciamiento desde 2015, año en que fue intervenido el instituto fundado por el imputado.

La testigo, también aportada por la defensa, dijo que la exmonja era muy cambiante en su estado anímico y que estaba disgustada con algunas hermanas de la comunidad.

Aseguró que el acusado siempre tuvo un trato de mucho respeto con la exmonja víctima y que esta nunca le comentó sobre tocamiento por parte del imputado.

Otro testigo el declarar por parte de la defensa fue el primo de la esposa de uno de los exnovicios víctima, quien también fue postulante en el instituto del acusado.

Indicó que tras abandonar la comunidad, recibió un llamado telefónico de un número de Buenos Aires, en el que le ofrecieron ayuda económica por declarar lo que supiera del acusado. Afirmó que no recuerda quién lo llamó, pero que era alguien relacionado al instituto.

Por último, relató que tras ser enviado a Puerto Santa Cruz, pidió regresar a Salta a las dos semanas “porque no le gustaba el aire que había”.

Dijo que recibió evasivas de sus superiores y que se vio obligado a robar un pendrive para disgustar a las autoridades y poder regresar a Salta. Indicó que al poco tiempo, abandonó definitivamente la comunidad religiosa.

La audiencia de debate se reanudará este miércoles 7 de julio, desde las 8, en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial.

Rosa Torino: Penúltimo día de testimoniales

Este martes se reanudará la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino, acusado de abusar sexualmente de tres víctimas. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke representa al Ministerio Público Fiscal.

El sacerdote está acusado de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración, agravado por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de dos víctimas; y de abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido, en perjuicio de una tercera.

La octava jornada de la audiencia de debate se desarrollará desde las 8, en Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta y está prevista la declaración de más integrantes de la congregación, entre ellos un sacerdote subalterno del acusado.

El Tribunal colegiado es presidido por el juez Maximiliano Troyano e integrado por la jueza Norma Vera y el juez Roberto Faustino Lezcano. Las audiencias se extenderán hasta el jueves 8 julio, día en el que están previstos los alegatos y la sentencia.

Rosa Torino: Uno de los testigos recordó las denuncias canónicas contra el cura acusado de abuso sexual

Este lunes se celebró la séptima jornada de la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al cura Agustín Rosa Torino, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke, representa al Ministerio Público Fiscal.

El primer testigo en declarar fue ofrecido por la defensa y formó parte del instituto religioso fundado por el imputado, de 2000 a 2019. Sostuvo que conoció de vista a las tres víctimas. Indicó que vivió en la casa madre ubicada en calle Santa Fe de la ciudad de Salta y negó haber oído sobre situaciones de abuso o haber presenciado alguno.

La segunda testigo es miembro de la comunidad religiosa desde hace 20 años y actualmente es servidora general. También ofrecida por la defensa, advirtió que es pésima en cuestiones de memoria y remarcó que no recuerda bien algunas fechas.

Aseguró que el acusado tenía buen trato con los integrantes de la congregación y que nunca hizo juegos o chistes de contenido sexual con nadie.

Afirmó que en algún momento, la exmonja víctima le pidió a la servidora general de entonces un espacio para no realizar ninguna tarea específica del apostolado. Aseveró que desconoce el motivo y reconoció que no era común que ocurrieran ese tipo de situaciones.

Precisó que el pedido fue tratado en el consejo integrado por la servidora general y otras hermanas, entre la que estaba la testigo. Afirma que no se le ocurrió preguntar por los motivos del pedido de la exmonja víctima. Tampoco recordó los motivos por los que la víctima pidió salir de la congregación del acusado.

La tercera testigo, ofrecida por la defensa, es psicóloga de la comunidad religiosa, función que dijo cumplir como un aporte a la Iglesia y a cambio de oraciones. Indicó que conoció a la exmonja víctima, a quien trató de 2010 a 2013.

Relató que la víctima le pidió hablar con ella, por lo que debió consultar con su superiora. Antes de declarar, sostuvo que la exmonja la relevó del secreto profesional.

Detalló que trabajaba con ella una vez a la semana, aproximadamente e indicó que la exmonja tenía una gran labilidad emocional, proveniente de una vinculación deficiente con la madre. Al respecto, afirmó que la exmonja le dijo por qué se sentía mal y que según le relató, tuvo problemas de abuso con su padre adoptivo (que pudo ser su padre biológico) y maltratos de su mamá.

Aseguró que no fue necesario realizarle un psicodiagnóstico y que durante la terapia no hubo progresos por este desorden afectivo y por falta de contención, al tiempo que remarcó que durante los tres años que la trató, la paciente no le mencionó abusos por parte del imputado.

Afirmó que la derivó a un médico clínico por problemas de sueño y gastrointestinales.

Dijo que notó fabulación en la exmonja víctima y reconoció haber tenido contacto con ella fuera de la terapia, lo que aseguró que está permitido por el código de ética profesional, por el humanismo existencial.

Por otra parte, relató que también compartió una merienda con uno de los exnovicios víctimas en Finca de la Cruz, porque le dijeron que quería suicidarse. Explicó que no lo trató porque el exnovicio no dio su consentimiento y destacó que “el joven tenía risas inapropiadas” y aparentes problemas de motricidad fina.

El cuarto testigo y último testigo en declarar en la jornada, lo hizo a distancia desde San Isidro, Buenos Aires. Se trata del sacerdote que recepcionó en un primer momento denuncias canónicas contra el acusado.

Relató que la exmonja estaba muy conmovida, porque saldrían a la luz los malos tratos y el abuso de autoridad del imputado.

Informó al Tribunal que tomó las denuncias canónicas y las llevó a la Nunciatura Apostólica. También indicó que un obispo, ante el peligro, le pidió que sacara a jóvenes del instituto del acusado.

Recordó que entre las denuncias canónicas radicadas contra el acusado, estaba el abuso contra un menor en Salta, el comportamiento humillante contra la exmonja y el pedido a otro integrante para que mintiera y se hiciera cargo como conductor de un accidente de tránsito protagonizado por el imputado.

La audiencia de debate se reanudará este martes 6 de julio, desde las 8, en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial.

Rosa Torino: Instancias finales del juicio contra el sacerdote acusado de abuso sexual

Este lunes se reanudará la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino, acusado de abusar sexualmente de tres víctimas. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke representa al Ministerio Público Fiscal.

El sacerdote está acusado de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración, agravado por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de dos víctimas; y de abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido, en perjuicio de una tercera.

La séptima jornada de la audiencia de debate se desarrollará desde las 8, en Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta y está prevista la declaración de más integrantes de la congregación a cargo del acusado.

El Tribunal colegiado es presidido por el juez Maximiliano Troyano e integrado por la jueza Norma Vera y el juez Roberto Faustino Lezcano. Las audiencias se extenderán hasta el jueves 8 julio, día en el que están previstos los alegatos y la sentencia.

Condena: se ofreció a llevarla y abusó de ella

Un hombre fue condenado en juicio abreviado a cumplir seis años de prisión efectiva por vulnerar la integridad sexual de una mujer a la que conoció en una reunión y a la que se ofreció a trasladar en su vehículo. Será registrado en el Banco de Datos Genéticos.

La fiscala penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Cecilia Flores Toranzos, representó al Ministerio Público ante la Sala III del Tribunal de Juicio, en la audiencia de juicio abreviado contra un hombre acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de una mujer.

Según consta en la investigación, el acusado conoció a la víctima en una reunión, se ofreció a llevarla en su vehículo y luego se desvió hacia una zona descampada, donde vulneró su integridad sexual.

La jueza Carolina Sanguedolce, luego de recibir la confesión del acusado y la aceptación de los hechos que se le endilgan, le impuso el cumplimiento de una pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo y en el mismo fallo, dispuso la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.

Rosa Torino: Nuevos testimonios confirman el accionar del cura imputado

Este viernes se celebró la sexta jornada de la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al cura Agustín Rosa Torino, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke, representa al Ministerio Público Fiscal.

La primera testigo de la jornada fue una de las propuestas por la defensa. Se trata de una monja integrante del instituto fundado por el acusado, quien sostuvo que conoce a las víctimas y que no presenció hechos de abuso. Indicó que desde 2004 hasta 2015 fue servidora general del instituto y negó que hubiera directivas para no murmurar sobre algunas situaciones, al tiempo que consideró que «en la murmuración hay mucho de mentira».

Afirmó que la exmonja víctima no estaba medicada psiquiátricamente, porque no visitaba a un psiquiatra y destacó que si la víctima le hubiera relatado sobre los abusos, habría tenido que intervenir por su rol de superiora general. Sobre uno de los sacerdotes que testificó en el juicio, quien dijo que fue abusado por el acusado, la testigo lo describió como inestable y precisó que a veces lo notaba triste.

El segundo testigo en declarar, fue subalterno en el instituto del imputado. Sostuvo que conoció a la exmonja víctima en el instituto religioso, al que ingresó en 2002 y permaneció hasta 2011.

Afirmó que descubrió que el acusado lo vigilaba, por lo que perdió la confianza en el instituto. Indicó que el acusado se opuso a su salida y que fueron sus familiares quienes lo ayudaron a abandonar la congregación.

También sostuvo que en una oportunidad, el acusado lo llevó a su habitación para revisarle los testículos, porque le dolían y le dijo que no era necesario ir al médico. Sobre esto, dijo que le resultó raro que un sacerdote tuviera conocimiento de urología, cuando le revisó los testículos y expresó que se sintió afectado en su pudor y que debió hablar de esto en terapia psicológica.

Aseveró que el imputado hacía chistes y comentarios con connotaciones sexuales e agregó que en una oportunidad, el acusado también lo invitó a su habitación de noche, para ver una película. El sacerdote estaba con el torso desnudo.

Afirma que al salir de la congregación, no quisieron entregarle sus documentos, por lo que radicó una denuncia penal y destacó que dentro del instituto, intentaban distanciar a los integrantes de sus familiares, porque estos «los apartaban del plan de Dios».

El tercer testigo también integrante de la comunidad religiosa, pidió declarar sin la presencia del acusado. Manifestó que tiene temor a lo que pueda hacerle el imputado o alguien de su entorno.

Precisó que llegó a ser ordenado diácono y que se retiró de la comunidad en septiembre de 2016. Sostuvo que calló muchas cosas, porque no era fácil estar cerca del acusado y reveló que el sacerdote lo maltrató y humilló, a pesar de que era paciente oncológico. También destacó que notó importantes cambios en el estado anímico dos de las víctimas, sin conocer en su momento por qué.

Indicó que tras hablar con el monseñor comisario, comenzó a recibir mensajes de WhatsApp, en el que le decían que era malo, leucémico y que ninguna otra comunidad lo recibiría.

Otro de los testigos, también integrante de la comunidad, sostuvo que aproximadamente en mayo de 2015, recibió el llamado de uno de los sacerdotes que declaró durante el juicio, quien le anticipó que habría problemas en el instituto, tras la salida de uno de los integrantes.

En este sentido, el siguiente y último testigo de la jornada, quien conoció la congregación tras participar de un retiro espiritual en 2006, también sostuvo que recibió llamadas del mismo sacerdote que declaró en el juicio y que le anticipó que el padre de uno de los integrantes que abandonó la congregación, que es abogado, hundiría al acusado y a su instituto.

Sostuvo que las llamadas tenían tono exagerado y que el sacerdote le dijo «esta vez se metieron con el soldadito equivocado», en relación al integrante que abandonó la comunidad.

La audiencia de debate se reanudará este lunes 5 de julio, desde las 8, en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial.