Con la mayoría de edad, una joven denunció que a los 5 años, la pareja de su niñera la ataba a una cama y la sometía sexualmente. A los 7, otro hombre encargado de su cuidado, también vulneró su integridad. El fiscal Penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, elevó el pedido de juicio contra los dos hombres.
El fiscal
Penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, Rodrigo González
Miralpeix, elevó ante el Juzgado de Garantías 1 el pedido de juicio para dos
hombres por delitos de abuso sexual en perjuicio de una niña.
El mayor de
los hombres, de 73 años, fue acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado
por la guarda; mientras que el delito que se le imputa al de 43 años es abuso
sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda.
Los abusos
fueron denunciados por una joven de 18 años en octubre de 2020, quien aseguró
que al haber cumplido la mayoría de edad quería Justicia por ser abusada a los
5, a los 7 y a los 10 años porque “el dolor que tiene no se compara con nada”.
En su
declaración, la joven contó que, cuando ella tenía 5 años, su madre trabajaba
todo el día para poder mantenerlas y, por ello, contrató una niñera. Cada día,
aseguró, la dejaba en la casa de la joven en barrio Constitución, situación que
era aprovechada por un tío de la niñera que, llevándola a una habitación, la
ataba a la cama y la accedía carnalmente.
Luego, la
joven narró que cuando tenía siete años, su madre contrató una nueva niñera,
que vendía garrafas y diarios. Aseguró que mientras la mujer salía a hacer repartos,
su pareja la obligaba a practicarle sexo oral.
Por último,
la joven denunció que, a los 10 años, fue abusada por un vecino.
Los
informes psicológicos de la joven fueron concluyentes al señalar que “no se
observan indicadores de mendacidad o fabulación” y que “se infieren indicadores
ligados a vulneración de su integridad sexual, angustia frente a la sexualidad,
experimentación de aspectos desagradables ligados a dicha área, rechazo de la
figura masculina, vivencia de estar dañada por situaciones traumáticas, estado
de ánimo depresivo, distorsión del esquema corporal, su espacio vital se
encuentra invadido por conflictos con escaso bagaje defensivo para resolverlos,
asimismo, siente estar bajo mucha presión externa, sentimientos de tensión y
angustia elevada y vivencia el exterior como peligroso. En cuanto a su madurez
sexual se observan signos de vivencias traumáticas, inmadurez emocional y
aspectos regresivos infantiles que obstaculizan el desarrollo del área
dificultando los vínculos y la relación con su femineidad”.
Una vez
reunidas las pruebas, informes médicos y socioambientales y tomadas las
testimoniales, González Miralpeix tomó la determinación de solicitar al Poder
Judicial que los dos hombres sean juzgados.
En cuanto al tercer abuso denunciado, fue investigado por la fiscal Penal 3 de UDIS, Cecilia Flores Toranzos, quien requirió juicio en febrero pasado.