Los fiscales penales de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio y Gustavo Torres Rubelt, ampliaron la imputación contra Nicolás Federico Cajal Gauffin por el delito de encubrimiento agravado en la causa que investiga la violenta muerte de Jimena Salas. Los fiscales incorporaron nuevos elementos probatorios obtenidos con la colaboración de la Dirección General de Aduanas de la Administración Federal de Ingresos Públicos y la Policía Federal. Cajal Gauffin, quien asistió a la audiencia acompañado por su abogado particular, optó por declarar.
Ocultamiento de información relevante
A principios de noviembre del corriente, durante una pericia ordenada en el marco de la investigación, perros certificados en la búsqueda de divisas, moneda de curso nacional y sustancias estupefacientes, detectaron rastros en el maletín secuestrado que fue encontrado en el placard de la habitación principal de la vivienda de Vaqueros.
La medida arrojó resultado positivo luego que los perros “Chizzo” y “Chino” especializados en detectar olor de divisas realizaran un marcaje activo, al igual que los perros “Etan” y “Xina” especializados en la detección de olores universales y de narcóticos, respectivamente.
Del legajo de investigación se desprende que en numerosas oportunidades y desde su comienzo, Nicolás Federico Cajal Gauffin manifestó que no se sustrajo elemento alguno del domicilio y negó la presencia de elementos de valor o susceptibles de ser objeto de robo. Esto produjo que el curso de la investigación se abordara con presunción de robo frustrado al azar y consecuentemente, a una multiplicidad de hipótesis, por lo que los fiscales Salinas Odorisio y Torres Rubelt entienden que el imputado habría ocultado deliberadamente la existencia de dinero, divisas y/o sustancias estupefacientes contenidos en el maletín.
De esta forma, los fiscales pudieron establecer de manera fehaciente que los autores materiales, tras quitar la vida a Jimena Salas de forma violenta y ya lastimados, se dirigieron directamente a la habitación, específicamente al armario y de manera directa al menos uno de ellos; probablemente los dos, identificados por sus perfiles genéticos como H1 y H2. Los rastros biológicos obtenidos por el Servicio de Biología Molecular permitieron afirmar concluyentemente que los victimarios no solo abrieron el maletín, sino que lograron el objetivo de sustraer selectivamente dinero o estupefacientes.
Registros telefónicos y análisis contables
Los fiscales indicaron que de análisis telefónicos se desprende que el 27 de enero de 2017 y a pocos minutos de encontrar el cuerpo de su pareja, el imputado Cajal Gauffin se comunicó con su superior jerárquico de la empresa Garbarino en la ciudad de Buenos Aires, a quien llamativamente puso al tanto de la situación. En su declaración testimonial, el superior no supo dar explicación alguna y negó una vinculación más allá de la laboral. También excluyó la posibilidad de que se tratara de un protocolo o práctica de la empresa.
Minutos después, Cajal Gauffin se comunicó con quien sería el gerente de una sucursal de Neuquén, entendiendo los fiscales que puede existir alguna vinculación con la existencia de dinero, divisas o sustancias.
Además, la declaración de un exempleado de Garbarino de Salta que fue desvinculado en abril de 2017, indicó que Cajal tenía la factibilidad de intervenir en la definición del monto a pagar en concepto de desvinculación con la empresa de cualquier empleado, lo que permite a los fiscales sospechar o determinar el acceso de Cajal Gauffin al dinero que no puede declarar o justificar. El exempleado también aclaró que desde Buenos Aires enviaban al imputado sumas considerables de dinero en concepto de caja chica no declarado y que Cajal Gauffin era el administrador.
El informe contable sostiene que no existe movimiento legal de dinero que pueda justificar que el imputado disponga de dinero o divisas. Sin embargo, las pericias permitieron determinar luego de casi tres años que hubo en el maletín dinero o divisas que no surgen del análisis contable.
En otro párrafo del decreto de ampliación de imputación, surge que del análisis interpretativo de una desgrabación producida en agosto de este año, que el imputado recibió una llamada de un hombre y que el diálogo mantenido evidencia un conocimiento previo de ambas partes, que aporta información relacionada con la investigación. El llamante aportó información al imputado, no solo estableciendo como hipótesis que los autores son de otras provincias o de la zona sur de la ciudad y que indudablemente cometieron el crimen con la cooperación de residentes de Vaqueros, sino también aportó información respecto a posibles sospechosos. Se destaca además al conocer el resultado de las pericias realizadas con los perros, que quien llamó hizo referencia a maniobras típicas del comercio y vinculadas al narcotráfico.
De otro análisis telefónico se desprende que Cajal Gauffin llamó a una aseguradora en diciembre de 2017, pidiendo definiciones respecto a la indemnización por la muerte de Jimena Salas para obtener el cobro de $900.000. En la comunicación, el imputado admite conversaciones con el entonces fiscal interviniente, Pablo Paz. En ese sentido, y atento al contenido de la escucha telefónica, los fiscales Salinas Odorisio y Torres Rubelt remitieron una copia del decreto que amplía la imputación de Nicolás Federico Cajal Gauffin a la Fiscalía de Impugnación a que lleva adelante el sumario administrativo contra Paz.
Alteración de la escena del hecho
Los fiscales pudieron establecer mediante el análisis del abordaje del lugar del hecho plasmado a través de actas y registros fílmicos, que el imputado alteró la escena al ubicar el llavero de Jimena Salas en el alambre próximo a la puerta de ingreso, y que ello no corresponde a la verdadera escena del hecho en el domicilio.
Por lo expuesto, los fiscales ampliaron la imputación contra Nicolás Federico Cajal Gauffin por el delito de encubrimiento agravado luego de ocurrido el hecho caratulado como homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria en perjuicio de Jimena Salas.
Salinas Odorisio y Torres Rubelt consideraron que el imputado ocultó información relevante para la investigación omitiendo deliberadamente poner en conocimiento el faltante de dinero del maletín para evitar que se investigue su origen, por no poder justificar su procedencia o de sustancias prohibidas para evitar explicar su posesión.