Cinco efectivos policiales y un testigo que aportó datos falsos durante la investigación, será llevados a juicio por la muerte del joven, ocurrida en agosto de 2019 en la zona sudeste de la ciudad de Salta, en el marco de un operativo policial.
El fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra
las Personas, Gustavo Torres Rubelt, requirió juicio ante el Juzgado de
Garantías 7 para los efectivos policiales Ricardo José Antonio Llaves, Lucas
Maximiliano Ozuna, Ricardo Ezequiel López y Jorge Antonio Olea por el delito de
homicidio culposo en concurso ideal con vejaciones calificadas en perjuicio de
Cristian Exequiel Gallardo y contra Elio Maximiliano Moya por falsedad
ideológica en concurso ideal con encubrimiento agravado. Para Ángel Ismael
Lozano se requirió juicio por falso testimonio en concurso ideal con
encubrimiento.
El 26 de agosto de 2019, los efectivos Llaves, Ozuna, López
y Olea, a bordo de un móvil policial, intervinieron ante un hecho de robo y
cuando se disponían a demorar a quienes lo habrían provocado, ingresaron a una
vivienda de Finca Independencia y dos de ellos huyeron por los techos. Gallardo
se encontraba oculto en un lavadero y en su poder, estaban un arma blanca con
la que habían atacado al damnificado y el teléfono celular que le habían
sustraído.
Cristian Exequiel Gallardo se resistió abiertamente a su
aprehensión, forcejeando con los dos efectivos que procuraban sacarlo del
inmueble. En tanto los efectivos habiendo sido capacitados con técnicas de
sujeción para este tipo de procedimiento aplicaron maniobras inadecuadas,
impropias y excesivas en su afán de aprehenderlo. Así se tiene que uno de los
dos policías lo arrastraba cruzando su brazo y antebrazo desde el cuello
haciendo presión y el otro de los policías trataba de sujetarlo de los pies. La
intervención de estos dos efectivos no resultó suficiente para reducirlo dado
que al salir a la vereda del inmueble Gallardo logra zafarse e intenta huir,
pero a escasos metros es aprehendido nuevamente por dos efectivos que le
aplican nuevamente un trato áspero y riguroso sobre el cuerpo, golpes de puño a
la altura del abdomen y en el antebrazo izquierdo.
Luego es trasladado en la caja cubierta del móvil policial,
donde lo pusieron boca abajo, esposado donde continuaron aplicándole trato
riguroso. Ya en la dependencia policial, el demorado comenzó a tener
dificultades para respirar, por lo que luego se solicitó una ambulancia, que,
al llegar, constató que Gallardo se encontraba sin vida.
En la extensa base probatoria, Torres Rubelt expone el
informe de autopsia realizado al fallecido, donde se confirma que el deceso de
Gallardo se produjo por isquemia aguda de miocardio, lo que fue corroborado por
los profesionales médicos que integraron la Junta que realizó la necropsia en
forma posterior.
También consigna que los profesionales corroboraron las
causas del deceso de Cristian Exequiel Gallardo y verificaron en su cuerpo
numerosas lesiones producto del trato riguroso que recibió de parte del
personal policial durante el procedimiento de detención y traslado.
En la acusación a los efectivos que actuaron en su
detención, el fiscal destaca que inobservaron los reglamentos que le incumben,
le dispensaron un trato áspero y riguroso sobre el cuerpo del mismo
provocándole lesiones en diversas partes del cuerpo. Luego el deceso se produjo
porque ante una situación previsible como lo era la descompensación de quien
tenían bajo su custodia en un nuevo accionar imperito no respondieron a la
emergencia, practicando al menos maniobras de reanimación que también formaba
parte de la capacitación de los mismos, ni efectuando el pedido oportuno de
asistencia sanitaria, para que personal de emergencia pudiera concurrir al
lugar para resolver la situación.
Respecto a Elio Maximiliano Moya, Torres Rubelt advirtió que
con fecha 26 de agosto de 2019, éste encontrándose de oficial de servicio de la
Base del Sector 6, consigna datos y situaciones que no se correspondían a lo
que había acontecido tras el arribo de Cristian Exequiel Gallardo y la
descompensación que sufrió. Como tampoco se correspondían con los registros
efectuados en el Libro de Guardia de la Dependencia, todo esto con la única
intención de favorecer a sus colegas involucrados a fin de que eludan la
persecución penal.
En relación a Ángel Ismael Lozano, se tiene debidamente
acreditado que el mismo en ocasión de prestar declaración testimonial ante la
Fiscalía, habiendo prestado juramento de decir verdad, omitió referir a las
circunstancias acaecidas dentro de la caja del móvil cuando Gallardo fue subido
para ser trasladado a la Base del Sector 6A de B° Democracia. Si bien el mismo expresó
que allí Gallardo se resistió a que le colocaran las esposas nada dijo de lo
que exhibe el video aportado a la causa por la hermana del damnificado, en el
que se aprecia la agresión perpetrada por uno de los policías. Debiendo
entenderse que su silencio favorecía la situación a quienes lo auxiliaron tras
el ilícito que sufrió en la vía pública en el que había intervenido Gallardo.