El pasado fin de semana, se logró desarticular una fiesta clandestina, donde se secuestraron bebidas, parlantes y otros elementos de interés. Además, el padre de un menor que asistió al evento, denunció que le robaron una motocicleta.
La fiscal penal 1 de Orán, Daniela Murúa, tomó intervención el pasado sábado al detectarse la realización de una fiesta o baile público sin autorización en inmediaciones de la ruta nacional 50.
El personal policial logró identificar el lugar de la reunión y cuando los asistentes se percataron de la presencia de las autoridades, intentaron escapar. Al organizador de la fiesta se le labró acta de infracción.
Al día siguiente, en la mañana del domingo, personal que realizaba tareas de patrullaje preventivo, detectó en el mismo lugar, a personas haciendo fila para ingresar a una propiedad donde había música a alto volumen y se desarrollaba un evento bailable.
Los organizadores, un hombre y una mujer, se negaron a colaborar con el procedimiento, por lo que fueron trasladados a la dependencia policial de la jurisdicción, donde fueron identificados y se labró un acta contravencional. La conducta desplegada por los infractores encuadra en el artículo 124 inc. A de la ley 7315/01 Código Contravencional de Salta, pues organizaron un baile público sin las autorizaciones correspondientes.
De la entrevista a testigos, pudo comprobarse que no se trataba de una reunión social, sino de una fiesta organizada con fines de lucro, pues se cobraba entrada para participar y consumir bebidas. En el lugar se secuestraron bebidas alcohólicas, parlantes, luces y otros elementos de interés.
La fiscal Murúa explicó que en el marco de esta fiesta clandestina, el padre de un menor de edad denunció que su hijo concurrió al evento y que sufrió el robo de una motocicleta, por lo que desde la Fiscalía se dispusieron medidas tendientes al esclarecimiento del hecho.