Cheques por más de 23 millones y contaminación ambiental: amplían la imputación contra el exintendente de Pichanal

La fiscal penal Mónica Araceli Viazzi, amplió la imputación contra el exintendente de Pichanal, Julio Antonio Jalit, quien se encontraba imputado desde 2019 por supuesto enriquecimiento ilícito. Este lunes, se le imputaron también los delitos de estafa por fraude a la administración pública; negociaciones incompatibles con la función pública; peculado de servicios, todos hechos de forma reiterada; enriquecimiento ilícito reiterado; utilización de residuos peligrosos que contaminaron de un modo peligroso para la salud el suelo, el agua, la atmósfera y el ambiente en general; omisión maliciosa de presentar y por falsear u omitir insertar datos en las declaraciones juradas patrimoniales y fraude a la administración pública por administración infiel, en concurso real.

Jalit se presentó este lunes en la Fiscalía y anticipó que declarará por escrito. Además, la fiscal Viazzi citó a otras ocho personas, que serán imputadas por distintos delitos, entre este martes 25 de agosto y el martes 1 de septiembre próximo. De distintas manera, habrían participado en las maniobras fraudulentas que encabezó Jalit.

Viazzi decidió también imputar al extesorero municipal, Ricardo Murúa Enrique, por el delito de coautor del delito de estafa por fraude por ser en perjuicio de la administración pública, (hechos reiterados); y a César Gómez, (propietario de Mirador Servicios), como partícipe necesario de los delitos el delito de peculado de servicios y estafa por fraude en perjuicio de la administración pública (hechos reiterados). En tanto, a  Luis Enrique Juárez (propietario de Servicios Generales Victoria); Renzo Reynaldo Ruiz (Contador Público Nacional), Sergio Daniel Castillo Jalit, (empresario); Sergio Castillo (empresario);  Leonardo Darío Macaron y Lilia Amanda Klarmann, los imputará como participes necesarios del delito de estafa por fraude por ser en perjuicio de la administración pública (hechos reiterados).

Entre otros hechos, de la investigación surgió que el exjefe comunal emitió casi 1400 cheques irregulares, que sumarían más de $23.000.000 aproximadamente. El dato se suma a lo dicho en el primer decreto de imputación, en el que se señaló que Jalit “tuvo un incremento significativo de bienes desde el inicio de su gestión hasta su cese, de los ingresos derivados de la inyección de fondos de origen espurio e ilegal”.

En base a la documentación recabada de entidades bancarias, juzgados de Minas y otras fuentes de la investigación, la fiscal entendió que Jalit incurrió en el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, ya que autorizó la salida de fondos, órdenes de pago y cheques y otros, que representaban a los intereses de empresas co-contratantes (CEJOTA- FARMACIA RIVADAVIA- ASTILLERO SRL, SOCIEDAD DE HECHO JALIT- CASTILLO), y no a la entidad pública estatal que representaba.

Es que de los elementos de convicción colectados surgió que al menos durante 2014, 2017, 2018 y 2019, el exintendente Jalit, conjuntamente con el tesorero Ricardo Murúa, emitió 1.394 cheques, que totalizan la suma de $ 23.494.711,00 (veintitrés millones cuatrocientos noventa y cuatro mil setecientos once pesos). Los montos y cantidades son estimativos, porque resta ampliar la pericia contable y verificar otros años de la gestión en el Municipio de Jalit, entre 2003 y 2019, porque constan en la causa numerosos cheques que habrían sido librados de forma irregular o ilegítima.

Sobre Ricardo Murúa, se sabe que formó parte de las maniobras para beneficiar a Astillero SRL, ya que desde diciembre de 2015, firmó todos los cheques. También firmó cheques en beneficio propio o de sus familiares.

Acerca de Servicios Generales Victoria y El Mirador, de propiedad Cesar Gómez y Luis Enrique Juárez, respectivamente, la funcionaria estimó que prestaron sus nombres a fin de aparecer como dueños de empresas unipersonales que ni siquiera declaraban ingresos en AFIP, pero figuraban en libros, bancos, órdenes de pagos, de compra y facturas, como encargados de realizar obras públicas. Pero, en realidad los montos dinerarios dispuestos por Jalit y Murúa a través de cheques, eran negociados o percibidos por Astillero SRL.

Además, Juárez y Gómez cobraban haberes en relación de dependencia con el Municipio. Sin embargo, Gómez no trabajaba y solo iba a cobrar mensualmente. En cambio, sí se desempeñaba en las empresas rurales privadas de Jalit.

En el caso la maniobra pergeñada desde el Municipio a través de los coautores Murúa y Jalit con la participación de Juárez, Gómez y Renzo Ruiz, éstos permitieron que cuantiosas sumas salgan del erario municipal hacia terceros -Astillero SRL-, (cuyos representantes legales son Klarmann y Macaron) y hacia el propio Jalit, sin ningún tipo de respaldo documental, tal como lo observó la Auditoria General de la Provincia.

Por otra parte tanto Juárez como Gómez, prestaban sus nombres para que no se haga visible quiénes eran los reales beneficiarios o destinatarios de los cartulares: el propio Jalit y la firma Astillero SRL y KYM SACAGFICFTS, cuyos representantes legales son Darío Macarón y Lilia Klarmann y quienes se beneficiaron con fondos públicos, a través de por lo menos 496 cheques. Es decir que por un lado, Jalit administraba los fondos del municipio y de manera fraudulenta hacía aparecer a Servicios General Victoria y El Mirador Servicios como los destinatarios de los pagos, cuando, en realidad, no cobraron ninguno de los cheques. Del otro lado, participaban de la maniobra Macaron y Klarmann, quienes se beneficiaban con los montos de los títulos de créditos, en connivencia con Jalit. Los tres imputados eran autorizados y firmantes indistintos de las cuentas de Astillero y KyM, adónde iban destinados dichos fondos municipales.

También quedó comprobado que Jalit compraba combustible a la empresa Astillero SRL para sus fincas privadas y era proveedora del Municipio. Jalit y Murúa, con la participación de Renzo Ruiz, firmaban las órdenes de pago y cheques destinados a Macaron–Klarmann.

Además, se constató que las farmacias Rivadavia y Cejota SRL, pertenecen a la sociedad de hecho Jalit -Castillo Sergio y que recibieron pagos cuantiosos con títulos de crédito con fondos del Municipio. Hasta hoy, se contabiliza que se libraron 108 cheques a favor de Cejota SRL y 68 a favor de Farmacia Rivadavia. En este caso, Sergio Castillo y Sergio Castillo Jalit (padre e hijo) percibieron o negociaron títulos de crédito con fondos municipales y se apropiaron de ellos; el primero por ser socio y el segundo, por ser apoderado de ambos.

Declaraciones juradas falseadas

Por otra parte, Jalit incurrió en el delito de omisión maliciosa de presentar y por falsear u omitir insertar datos en las declaración jurada patrimonial porque incumplió en debida forma al presentar las declaraciones juradas ante la Escribanía General de Gobierno y cuando lo hizo, las falseó. Se encontraron diferencias notorias entre las del 2014, 2015 y 2017 y 2019 al cotejarlas con el informe de UNAC, que se sirve de base de datos del R.N.P.A. y confirmaron diferencias entre vehículos, inmuebles y otros bienes declarados y reales.

Entre las numerosas acusaciones, también se encuentra la falta de rendiciones de gastos del Fondo Federal Solidario, a través del “Plan Más Cerca”; del Plan Alimentario Nutricional Provincial y del Programa de Asistencia Financiera a Provincias y Municipios.

Grave contaminación ambiental

Con respecto del delito de contaminación ambiental imputado a Jalit, se probó que el exfuncionario ejerció acciones claramente abusivas de su poder de intendente municipal, se introdujo invadiéndola en propiedad privada ajena y luego mandó a proceder al vertido y vaciado de la totalidad de la recolección de residuos domiciliarios, patógenos y líquidos cloacales en un sector cercano río San Francisco. Además de provocar la contaminación del suelo, aire, agua, atmósfera y en general el ambiente de un modo peligroso para la salud, puso en peligro a personas que realizan cirujeo y animales, de los cuales algunos son de consumo humano.

Es que por decisión de Jalit, se ocuparon dos inmuebles, donde se vertieron líquidos cloacales previa apertura de canales desagüe, que formaron una laguna y se originaron dos basurales. Tal acción fue demandada y tramitada en la justicia civil, que condenó al Municipio a pagar al propietario de un terreno, la suma de $ 3.500.000, al determinar que hubo negligencia del jefe comunal en las acciones realizadas sobre  una fracción de 100 has correspondiente a uno de los inmuebles. La suma total de la condena no fue cancelada, lo que significó el embargo de la Coparticipación Federal Impositiva del Municipio.

Jalit, funcionario público desde 1991

Jalit fue proclamado como concejal en noviembre de 1991 y fue jefe comunal desde 2003 a diciembre de 2019. Viazzi empezó a investigar de oficio a Jalit, a raíz de las publicaciones del diario El Tribuno, del 12 de marzo de 2019, cuando llevaba 15 años y 3 meses de gestión al frente del ejecutivo municipal y en la que el imputado contaba con un patrimonio que superaba entonces los 500 millones, el cual se multiplicó desde 2005 con vehículos de alta gama, maquinarias agrícolas y equipos varios y más de una decena de fincas. A la investigación se sumó la información brindada por la Auditoría General de la Provincia.

Durante la investigación, concejales declararon que hasta 2017, el presupuesto municipal se trató a libro cerrado, no se labraban actas y detectaron dobles imputaciones respecto de obras ya presupuestadas e inexistentes.

Como ejemplos, consta que se presupuestaron $30.000.000 destinados a gas y electricidad para el parque industrial, pero la obra no se hizo. Al terreno lo compró la Municipalidad a KyM y fue inaugurado en 2011, con solo un cartel y una casilla, pero sigue abandonado. Y surge que fueron presupuestados la feria Municipal de Pichanal -cuya obra no existe-, y el Complejo Municipal, que figuró en más de un presupuesto. En esta última obra está involucrado el agente municipal y “contratista” César Luis Gómez, quien según se verificó no tiene solvencia para ejecutar tal obra.

Metán: intentó robar una estación de servicios con un arma de juguete

Un joven de 19 años fue detenido e imputado por un hecho ocurrido el pasado domingo, cuando irrumpió en la oficina de una estación de servicios y amenazó al playero con un arma de juguete para que le diera la recaudación. El empleado lo redujo y pidió ayuda policial.

El fiscal penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, imputó a Claudio Agustín Herrera como autor del delito de tentativa de robo calificado por un hecho ocurrido la madrugada del pasado domingo.

Según denuncia el empleado de una estación de servicios ubicada en la intersección de las calles Rivadavia y Mitre de esa ciudad, alrededor de las 3.30 se encontraba en el interior de la oficina, cuando apareció el acusado e irrumpió en el lugar portando lo que parecía un arma de fuego y le exigió que le diera todo el dinero recaudado.

El empleado inició una pelea con el delincuente y lo pudo reducir en el sector de la playa. Llamó a los efectivos policiales que hacían un control vehicular en la zona y estos lo aprehendieron.

Al momento de la demora, se percataron que el joven usaba una pistola de juguete. Tras la imputación, el fiscal solicitó al Juzgado de Garantías en turno, que se mantenga su detención.

Pichanal: gravemente herido por defender a un familiar

Dos hermanos fueron detenidos e imputados por el delito de lesiones graves en perjuicio de un hombre que salió en defensa de un familiar cuando éstos lo atacaban. La víctima resultó con contusiones, lesiones óseas y hematomas en al zona zona de la cabeza.

La fiscal penal de Pichanal, María Sofía Fuentes, imputó a los hermanos Wilson Denis Herrera y a Emerson Alexander Herrera como coautores del delito de lesiones graves en perjuicio de Rafael Ángel Subelza.

Según consta en las actuaciones, los hermanos Herrera estaban manteniendo un altercado con un familiar de la víctima y éste intervino en su defensa. Allí los acusados atacaron a Subelza con elementos contundentes, provocándole diversas lesiones, entre las que se cuentan unas oseas y hematomas en la cabeza.

Ante los gritos y la presencia de los vecinos, los acusados luego se retiraron del lugar y a la víctima debieron trasladarla a un hospital para ser intervenido quirúrgicamente.

Fingió estar enfermo y huyó esposado

Un joven de 20 años que se encontraba detenido en Apolinario Saravia, se manifestó enfermo durante la madrugada y debió ser trasladado al hospital local. Al llegar, emprendió veloz carrera esposado. Tras intensos rastrillajes, fue recapturado en una finca y aún continuaba esposado.

La fiscal penal de Joaquín V. González, Yonny Zigarán, imputó a Jonathan Daniel Lucero como autor del delito de desobediencia a la autoridad por un hecho ocurrido el pasado 13 de agosto por la madrugada.

El acusado se encuentra detenido en Apolinario Saravia y comenzó a manifestar que se encontraba enfermo a los guardias. Le dijeron que por el escaso personal debía esperar hasta la mañana y ante su insistencia con el malestar, fue llevado al hospital local.

Al llegar, huyó corriendo con las esposas puestas y fue seguido por los efectivos a pie y en vehículo.

Tras intensas tareas de rastrillaje, fue localizado caminando por unos sembradíos, aun con las esposas puestas. Fue detenido y se lo trasladó al médico para verificar su estado de salud.

Crueldad animal: imputarán a los organizadores de una riña de gallos en Rosario de Lerma

El fiscal penal de Rosario de Lerma, Federico Jovanovics, abrió el decreto de imputación contra dos personas, por un hecho de maltrato animal ocurrido el domingo 28 de junio en una finca ubicada sobre la ruta provincial 36, en el mencionado municipio. La audiencia se desarrollará cuando las condiciones sanitarias, originadas en la pandemia, permitan su realización.

En este sentido, fue dispuesta la citación a la audiencia de imputación en contra de dos personas, acusadas del delito de actos de crueldad contra los animales.

El fiscal penal Federico Jovanovics tomó intervención tras las actuaciones realizadas por personal de la Policía Rural y Ambiental, que investigaba el posible desarrollo de un evento clandestino de peleas de gallos de riña llamado “Campeonato Provincial Del Norte”.

Los efectivos llegaron a las 13.45 al lugar que estaba oculto entre pastizales, donde pudieron observar varios vehículos estacionados al costado del camino, cerca de una estructura tipo quincho compuesta por postes de madera y plástico negro de 15 x 4 metros, aproximadamente.

Encontraron en el interior una gran cantidad personas, en su mayoría hombres, que al notar la llegada de la policía corrieron en distintas direcciones, muchos con un gallo entre sus brazos.

Durante la inspección ocular, los efectivos encontraron cuatro bases metálicas con paredes de lona utilizados como “rings”, tachos con agua y esponjas para humedecer a las aves, cuatro punteras que se colocan en las patas a los gallos para pelear, una bolsa con medicamentos vitamínicos que son inyectados a las aves para ponerlos más violentos, dos escritos denominados “Reglamento Salteño de Riña de Gallo 2019”, una balanza para determinar las categorías, 25 gallos de riña y dos gallinas, escritos con tiza sobre una madera, sillas de plástico, y mesas de madera, entre otros elementos.

Fue realizada la identificación simple de 38 personas, incluyendo a algunas que escaparon y que luego volvieron por sus vehículos, algunos con gallos enfundados o en japoneras, por lo que se labró las respectivas actas de secuestro.

En su mayoría, los demorados adujeron que concurrieron al lugar por una invitación a través de la aplicación Whatsapp y la red social Facebook, sin aportar quién sería el organizador del evento e indicaron que cuando ingresaron, una mujer les cobró $ 250 por persona. También manifestaron que en el lugar vendían gaseosas, bebidas alcohólicas, empanadas y asado.

De distintas declaraciones se desprendió que durante el desarrollo del evento, dos hombres vestidos de civil que se identificaron como personal policial les manifestaron “que debían estar tranquilos, porque todo estaba debidamente autorizado”.

Metán: imputados por intentar matar a un gato

Dos adultos mayores fueron imputados por maltrato y actos de crueldad animal luego de ser denunciados por sus vecinos por lesionar a un gato que había entrado a su propiedad e intentar quitarle la vida.

El fiscal penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, imputó a Antonio Regino Colina de 72 años y a Agustina Florinda Romano de 76 años como coautores del delito de maltrato y actos de crueldad animal en perjuicio de un gato.

La denuncia fue radicada por vecinos de los acusados, quienes sintieron los gritos del animal y cuando fueron a ver, estaba atrapado por las patas en una trampa. Luego, los dueños de casa salieron y sin soltarlo, intentaron ahorcarlo con una soga.

Los gritos y súplicas de los vecinos hicieron que lo liberaran al felino, que tenía numerosas lesiones.

Los adultos mayores habrían referido que ponían las trampas para evitar que los gatos se metan en su propiedad.

Orán: una vecina impidió que su expareja siguiera golpeándola

La fiscal penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de Orán, María Soledad Filtrín Cuezzo, imputó a un hombre de 28 años, acusado del delito de lesiones leves agravadas por haber existido relación de pareja y violencia de género. Permanece detenido.

Las actuaciones de la fiscal penal María Soledad Filtrín Cuezzo, iniciaron tras la denuncia de la víctima en contra de su expareja, con quien tiene un hijo menor de edad en común y de quien se separó hace aproximadamente un año.

En su relato, la mujer expresó que el domingo 16 de agosto, cerca de las 18, el acusado llegó hasta su domicilio en la ciudad de Orán, para retirar al menor.

Según consta en el decreto de imputación, en ese momento, la denunciante y el imputado comenzaron a discutir y el acusado la agredió físicamente, al tomarla del cuello violentamente y golpearla en el rostro y en los brazos. Cuando el agresor tiró a su expareja al piso con la intención de patearla, apareció una vecina que impidió que el acusado continuara con las agresiones.

Tras esto, el imputado se retiró del lugar a bordo de una moto.

Por último, la víctima indicó que hace un año, también denunció al acusado por acciones similares y pidió que se tomaran las medidas necesarias para protegerla.

R° de la Frontera: imputado por maltrato animal

Una mujer denunció a un trabajador rural por provocarle serias lesiones a un padrillo de propiedad de su padre, por escaparse hacia la ruta en busca de una yegua que permanecía allí. Dijo que no es la primera vez que tiene actitudes agresivas con animales.

El fiscal penal Gonzalo Gómez Amado, interino en la Fiscalía Penal de Rosario de la Frontera, imputó a Angel Reinaldo Montenegro como autor del delito de maltrato animal en perjuicio de un caballo.

La denuncia la radicó una mujer en la localidad de El Potrero en contra de Núñez, quien se desempeña como trabajador rural, por provocarle lesiones a un caballo de propiedad de su padre en el rostro y en la zona genital.

Según pudo conocerse, el padrillo se habría escapado de la propiedad donde permanece para dirigirse hacia la ruta, porque allí estaba una yegua de propiedad del denunciado.

Aparentemente esto lo habría molestado y lo lesionó en el rostro y en la zona genital con la intención de «caparlo», según el mismo habría manifestado.

En la denuncia, la mujer hace constar que no es la primera vez que esta persona tiene actitudes violentas hacia otros animales.

Las lesiones en el equino fueron constatadas por un médico veterinario, que además le prestó atención.

Orán: La secuestró durante seis días, la lesionó y armado, abusó de ella

La fiscal penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de Orán, María Soledad Filtrín Cuezzo, imputó a un hombre de 22 años, acusado de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, lesiones leves agravadas por existir relación de pareja y violencia de género, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma y violación a las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una pandemia, en concurso real.

Las actuaciones de la fiscal penal María Soledad Filtrín Cuezzo, iniciaron con la denuncia de la víctima radicada el 14 de agosto, en contra de su novio, con quien llevaba una relación de aproximadamente un mes.

La víctima sostuvo que el sábado 8 de agosto, cerca de las 22, cuando salió del domicilio de su hermana junto a su hija de 3 años, apareció el acusado a bordo de un vehículo gris polarizado, acompañado de dos hombres desconocidos por la mujer.

En su relato, la víctima indicó que el acusado, sin mediar palabras, se bajó del auto, la tomó por la fuerza y la subió al coche, mientras que otro de los hombres tomó a la niña y también la metió en el vehículo.

En todo momento, la mujer le pidió al acusado, que manejaba el automóvil, que la llevara a su casa.

Al llegar a la morada del imputado, éste bajó a la víctima del vehículo y la llevó del cuello hasta una habitación, donde le cuestionó por qué estaba en casa de su hermana y con quiénes había estado, porque seguramente “andaba con otro hombre”.

Allí, la golpeó tanto en el rostro como en el cuerpo y la ató con una soga de brazos y piernas. Cuando la víctima pidió al imputado que la dejara irse junto a su hija, el acusado le contestó “de acá nadie sale y pobres de mis viejos si se quieren meter, porque delante tuyo los voy a hacer cagar”.

La víctima luego relató que logró huir el 14 de agosto, cerca de las 8, cuando los familiares del acusado lograron que pudiera salir del cuarto.

Indicó que durante esos días no comió nada, porque el imputado se negó a alimentarla y que fueron los padres del acusado quienes le pidieron que radicara la denuncia en contra de su propio hijo.

Al ampliar su denuncia, el 15 de agosto, la víctima relató que el día martes 11 de agosto, cerca de las 21, el acusado le pidió que mantuvieran relaciones sexuales, a lo que la damnificada le respondió que no.

Ante la negativa, el acusado sacó de uno de los modulares un arma de fuego corta, con la cual le apuntó en la cabeza, la obligó a consumir bebidas alcohólicas y horas más tarde, abusó de ella.

También expresó que su hija no sufrió daños.

Tartagal: Imputan a los guardias por la fuga de seis detenidos

El fiscal penal 1 de Tartagal, Gonzalo Ariel Vega, imputó al oficial de servicio David Alejandro Velarde Calapiña, de 32 años y al cabo de guardia Cristian David Garzón, de 38, acusados de los delitos de favorecimiento de evasión e incumplimiento de los deberes de funcionario público, todo en concurso real. Ambos prestaron declaración y permanecen detenidos.

La intervención del fiscal penal Gonzalo Ariel Vega, se produjo tras el inicio de las actuaciones de la Brigada de Investigaciones, procedentes de la Comisaría 45 de Tartagal.

Del decreto de imputación se desprendió que entre las 22 del viernes 7 agosto y las 7 del sábado siguiente, y entre las 19 de ese sábado y las 7 del domingo 9, la Jefa de Guardia de la Comisaría 45, quien estaba de servicio junto a los imputados, puso en conocimiento de Velarde Calapiña que constantemente los internos alojados en la celda interna provocaban disturbios, con gritos, ruidos, música a alto volumen y que en varias ocasiones pidieron agua caliente al cabo Garzón y que también solicitaron que les abriera el caño de agua fría.

El oficial Velarde Calapiña respondió a la Jefa de Guardia que no le llevara el apunte a la situación, por lo que la agente instruyó a ambos imputados que controlaran y verificaran el interior de la celda, de la cual, durante la madrugada del martes 11 de agosto, se fugaron seis detenidos.

En su declaración, la Jefa de Guardia sostuvo que notó que el cabo Garzón pasó tres veces agua a los detenidos, por lo que le remarcó que no les pasara tanta cantidad, a lo que el imputado le respondió “me piden, que sé yo, dejame trabajar tranquilo”, con tono irónico y mostrándose nervioso, al igual que el oficial Velarde Calapiña, por lo que surgió en evidencia la complicidad en la fuga de los detenidos.

Personal de Criminalística pudo verificar, el mismo día de la evasión, que la tierra fue mojada para que fuera más fácil excavar.

En sus fundamentos, el fiscal penal Gonzalo Ariel Vega, sostuvo que el cabo Garzón, a cargo de los detenidos que escaparon y quien tenía el deber de velar por la seguridad y de controlar las conductas, no tomó los recaudos necesarios y brindó elementos para que los evadidos prepararan el túnel por el que escaparon.

Tampoco dejó pasar a la Jefa de Guardia para ver qué sucedía en la celda y la presionó para que no declarara.

En tanto, el oficial de servicio Velarde Calapiña, máximo responsable de los detenidos al momento de la fuga, hizo caso omiso en todo momento a las instrucciones de la Jefa de Guardia y también la presionó para que no declarara, por lo que facilitó la evasión de los seis detenidos e incumplió sus deberes de funcionario público, al no controlar el estado de la celda.