En su declaración indagatoria, Micaela Gutiérrez, detenida e imputada por homicidio agravado por el vínculo, confesó que los restos humanos hallados el 4 de julio pasado en Cafayate pertenecían al bebé que dio a luz en el baño de la casa de su tío. Dijo que ella misma cortó el cordón umbilical con sus manos, ocultó el cuerpo del recién nacido en una mochila y luego la arrojó en un descampado.
Gutiérrez brindó su confesión luego de escuchar las pruebas reunidas por la Unidad de Grave Atentados contra las Personas en torno al hallazgo de resto de un bebé, descubierto por una adolescente el 4 de julio pasado sobre las calles Rivadavia y Michel Torino, a dos cuadras de la casa donde la acusada residía junto a un tío y otros dos hijos.
Ante estas evidencias, Gutiérrez aceptó prestar declaración indagatoria y reconoció ante el fiscal penal, Pablo Paz, y la defensora oficial, Marcela Robles, lo sucedido con el bebé. La joven, de 22 años, indicó que estaba embarazada de su anterior pareja, pero que éste no estaba al tanto, pues recién lo supo después de que rompieron el vínculo sentimental.
Gutiérrez explicó que no dijo nada a su madre, quien reside en una finca de la zona, por temor a que se enojara y no le brindara ayuda, pues la misma colabora con el sustento económico de sus otros dos hijos. Explicó que tampoco acudió al hospital para tener los controles, pues adujo que para pedir turno tenía que pagar.
Al momento del parto, relató que al sentir los síntomas fue al baño de la vivienda y dio a luz allí. Reconoció que cortó el cordón umbilical con sus manos, envolvió el cuerpo del bebé en una campera y luego limpio todo. Dijo que nadie escuchó nada esa noche.
Posteriormente, agregó que tomó el cuerpo del bebé, a quien dio por muerto, y lo colocó dentro de una mochila, la cual ocultó en el lavadero, ubicado a unos 50 metros de la vivienda, tras lo cual se fue a descansar. Respecto a cómo llegó hasta el cañaveral ubicado a dos cuadras, Gutiérrez confesó que al día siguiente ella lo llevó y arrojó la mochila en dicho lugar.
En su defensa, Gutiérrez sostuvo que el bebé no lloró y que por ello creyó que había muerto, como así también indicó que estaba afligida respecto a que no sabía cómo iba a mantenerlo y temía que su madre o su ex pareja, quien se encuentra sin trabajo, la rechacen. A preguntas de la defensa, Gutiérrez indicó que sus otros dos hijos están bien cuidados y que ella se ocupa de los mismos personalmente.
La imputación penal que la fiscalía lleva en contra de Gutiérrez es por el delito de homicidio agravado por el vínculo, pues los estudios forenses realizados por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales a los restos hallados el 4 de julio pasado, indicaron que el bebé nació con vida.
La fiscalía, al investigar el hallazgo de los restos, pudo establecer la identidad de Gutiérrez al realizar una investigación basada en un chip de celular, el cual fue hallado dentro de la mochila, y que pertenecía a la ex pareja de Gutiérrez, no obstante, fue utilizado y los rastros que dejó, permitieron a los policías de la División Homicidio reunir las pistas que finalmente condujeron a la acusada.
En el caso interviene la jueza de Garantías de Cafayate, Virginia Toranzos. La fiscalía, en tanto, continúa con las diligencias procesales del caso.