La fiscal penal Claudia Carreras, apeló la decisión del juez de Garantías 1 del Distrito Orán de otorgar la libertad al imputado Fabián Antonio Sarmiento, de 37 años, a quien se lo acusa del delito de homicidio simple por un siniestro vial con víctima fatal que provocó en el mes de junio en Aguas Blancas, cuando conducía en estado de ebriedad.
La fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Claudia Carreras, interpuso recurso de apelación en contra de la resolución de fecha 18 de julio de este año, emanada del juez de Garantías 1, Francisco Oyarzú, en cuanto hace lugar al pedido de la defensa técnica del imputado Fabián Antonio Sarmiento, otorgándole la libertad.
El hecho ocurrió en el mes de junio en Aguas Blancas, sobre ruta 50, a la altura del acceso a la finca Demisa. De acuerdo a los reportes de la policía, el accidente se produjo cuando el acusado, al volante de un taxi rural, Fiat Siena, circulaba de norte a sur por la ruta, mientras el segundo rodado, una motocicleta, de 125 cilindradas, conducida por Leonardo Jaimez, lo hacía en sentido contrario.
Al tomar intervención, la policía pudo advertir que el acusado y su acompañante, éste último tío de la víctima y del conductor, evidenciaban estar alcoholizados, por lo que se sometió a una prueba de alcoholemia, la que dio un registro de 3.56 de alcohol en sangre, sobre Fabian Antonio Sarmiento, quien conducía el taxi rural.
Para Carreras el acusado obró con “dolo eventual”, ya que debió “representarse la responsabilidad del resultado muerte como consecuencia de su comportamiento al conducir”.
Agregó que a la altura del lugar de impacto, el acusado “cambió de carril de forma intempestiva, y producto de ello colisionó de frente con una motocicleta que circulaba en sentido contrario”, la cual era conducida por la víctima.
Como resultado del impacto, agregó la fiscal, Jaimez perdió la vida, por lo que resaltó que el conductor actuó con “dolo eventual”, ya que lo hacía en un estado que podía causar el resultado lamentablemente alcanzado en una ruta transitada y lo hacía “cumpliendo un servicio de transporte público”.
En los fundamentos del recurso, la fiscal insiste en la inusitada gravedad del hecho, ya que se trata de un conductor profesional, que se desempeña como taxista en la zona, por lo cual conocía que es altamente transitada por trabajadores que circulan en motocicletas y bicicletas y que pese a esto, actuó con total indiferencia de la vida humana al conducir en estado de intoxicación alcohólica.