El acusado había llegado a juicio imputado por el delito de homicidio con exceso de la legítima defensa, sin embargo, las declaraciones testimoniales llevaron al fiscal penal, Rodrigo González Miralpeix pìdió el cambio de calificación a homicidio simple, planteo que fue aceptado y derivo en la detención del conductor, quien ayer fue condenado por dicho delito a pedido de la fiscalía.
Carlos Abel Maldonado había llegado a juicio por el delito de homicidio con exceso en la legítima defensa, calificación que cambió a pedido de la fiscalía, y en base a una serie de detalles aportados por diversos testigos que se presentaron a declarar en el juicio.
Estas nuevas pruebas generadas en el curso del debate hicieron variar la calificación penal inicial. González Miralpeix solicitó el cambio del delito a homicidio simple, como así también la detención del acusado, pedido que la Sala IV del Tribunal de Juicio hizo lugar.
El debate se llevó adelante a fin de establecer justicia por la muerte de Rafael Ruiz, ocurrida el 1 abril del 2012, alrededor de las 20, cuando la víctima recibió una herida de arma blanca durante un incidente de tránsito en el que intervino para defender a su hijo, hecho sucedido en la localidad de Cerrillos.
De las declaraciones de los familiares de Ruiz, ventiladas en las audiencias de juicio, se pudo establecer que al momento del hecho, en la avenida principal de Cerrillos, la víctima viajaba en un camión y sus dos hijos en una motocicleta.
Al llegar al semáforo, frente a la escuela de villa Los Tarcos, se detuvieron a la par, y al dar el verde, una camioneta Ford Ranger, que intentaba sobrepasar al camión para tomar la arteria derecha, chocó por detrás a la moto, por lo que el hijo de Ruiz se bajó y le reclamó la maniobra al conductor.
En respuesta, según los distintos testimonios, Maldonado, quien conducía la camioneta bajó con un cuchillo y discutió con el joven, circunstancias en que le asestó un puntazo con el arma blanca, hecho que provocó que un hermano de Ruiz saliera en su defensa.
De la misma manera, el padre de los dos jóvenes, intervino para defender a su hijo, circunstancias en que Maldonado le asestó una puñalada en el pecho, herida que posteriormente le causó la muerte. Maldonado intentó darse a la fuga, pero fue retenido por transeúntes que se detuvieron al ver el incidente.
En el juicio, Maldonado manifestó que efectivamente el cuchillo lo portaba en la disputa, y que se encontraba preocupado por su hija, que se encontraba en su vehículo, pues temía que le hicieran daño debido a la violencia con la cual le reclamaron los jóvenes de la moto.
En su alegato, González Miralpeix, valoró las declaraciones que se tomaron en las audiencias y confirmó la hipótesis de que el hecho se trato de un homicidio intencional, puesto que Maldonado hirió a uno de los hijos de Ruiz y mató al camionera, por lo que no se advierte para nada los requisitos de un exceso de la legítima defensa, sino más bien se trató de un homicidio simple.
En vista de ello, la fiscalía solicitó al tribunal que se confirme esta calificación penal en la sentencia y se dicte una pena de 9 años de prisión. La defensa, en tanto, insistió con la teoría del homicidio con exceso de la legítima defensa, hipótesis que no fue tenida en cuenta por el tribunal, pues al dar a conocer su veredicto condenó a Maldonado a una pena de 8 años y 6 meses de prisión por el delito de homicidio simple.