La víctima sufría violencia física y verbal. El hombre desoía las restricciones judiciales.
La fiscal Penal de Violencia de Género Nº 1, Verónica Simesen de Bielke, representó al Ministerio Público Fiscal ante la Sala III en el juicio abreviado en el cual la jueza Carolina Sanguedolce emitió una sentencia condenatoria contra un hombre de 32 años.
El acusado recibió una pena de 8 meses de prisión efectiva por los delitos de desobediencia judicial, violación de domicilio, lesiones leves graves agravadas por el género y la relación de pareja, así como por reincidente en casos de desobediencia judicial por cuarta vez.
La intervención de la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género Nº 1 se originó a raíz de la denuncia presentada por una mujer contra su expareja, con quien tiene cinco hijos en común y se encuentra separada. La denunciante relató que en plena madrugada, mientras descansaba en su vivienda, el acusado ingresó a la propiedad saltando el alambrado con la intención de hablar con ella. Cuando la mujer intentó que se retirara o abandonara la propiedad, el acusado respondió con agresividad.
Además, la denunciante informó que el acusado tiene problemas de adicción y que había presentado denuncias previas en varias ocasiones, solicitando medidas de exclusión de hogar y prohibición de acercamiento. Sin embargo, expresó su agotamiento ante la reiterada falta de cumplimiento de estas medidas por parte del acusado.
Posteriormente, la mujer presentó otra denuncia detallando que, al ingresar a su hogar, su expareja la siguió. A pesar de sus intentos por hacer que se retirara, el hombre la persiguió y la agredió, arrojándola al suelo, golpeándola con piedras y robándole su teléfono celular. Luego, tomó una rueda de carretilla de hierro y la lanzó contra ella, ocasionándole más lesiones. El acusado huyó, y la mujer lo persiguió en un intento por recuperar su teléfono, momento en el cual el hombre la amenazó con una piedra, lo que la llevó a retirarse y presentar la denuncia correspondiente.
La víctima declaró que ha sufrido episodios de violencia durante los últimos dos meses, incluyendo golpes, cachetadas, patadas y agresiones verbales humillantes. Manifestó su deseo de ser examinada por un médico forense, quien corroboró las lesiones.