El fiscal penal 1, Pablo Paz inició una averiguación preliminar a partir de los hechos que se hicieron públicos, que indican que el abogado David Leiva fue agredido este jueves, en el ingreso a Ciudad Judicial por parte de integrantes de una agencia de seguridad privada.
De acuerdo a las noticias publicadas en distintos medios de comunicación, personal de seguridad privada de Ciudad Judicial tomó a golpes de puño y empujones a David Leiva y lo arrastró violentamente hasta la calle, mientras efectivos de la Policía de Provincia observaba.
El fiscal Paz dictó distintas medidas, entre las que solicitó la ampliación de la declaración de la víctima y las declaraciones de testigos, las cámaras de seguridad e identificación de los posibles agresores, entre otras diligencias tendientes a esclarecer el hecho.
De acuerdo a lo relatado, Leiva concurrió a tribunales para presentar escritos sobre dos causas laborales después de nueve meses de ausencia en el lugar, debido a las restricciones sanitarias dictadas por las autoridades por la pandemia de COVID-19 y porque pertenece a la población de riesgo, por su edad. Al desconocer los nuevos protocolos de ingreso, Leiva entró por donde lo hacía habitualmente, antes de las restricciones y fue increpado por el personal de seguridad privada. Entonces, tres uniformados lo sacaron a golpes de puño y empujones, Leiva cayó al piso y se lesionó la muñeca izquierda y antebrazo, sufrió suba de la presión arterial y glucosa y le rompieron el celular personal. Agrega la información pública que “quedaron esparcidas sus pertenencias, sus documentos, sus papeles, el dinero y el carnet de abogado; le rompieron hasta el teléfono. Lo siguieron arrastrando hasta que llegaron a la vereda de la avenida Memoria, Verdad y Justicia”.
Además, las noticias publicadas precisan que los hechos fueron observados por personal de la Policía de la Provincia, que al ver a Leiva en el piso, intentó detenerlo. Cuando estaban por esposarlo, pasó casualmente el presidente de la Corte de Justicia de Salta, Guillermo Catalano, quien reconoció a Leiva y frenó la situación.