Se requirió juicio para Walter Alejandro Espinoza por el femicidio de una menor de 16 años, ocurrido en diciembre de 2019 en la cancha «Los Vallistos» y por la tentativa de homicidio de una mujer trans, ocurrida días previos. A ambas víctimas las contactó con la intención de obtener sexo por dinero y luego las agredió. La fiscal cuenta con una prueba genética que considera fundamental en la investigación.
La fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 6 del Distrito Centro, para Walter Alejandro Espinoza como autor de los delitos de homicidio doblemente agravado por ensañamiento y por el género en perjuicio de una menor de 16 años en concurso real con tentativa de homicidio agravado por el género en perjuicio de una mujer trans de 31 años.
Cronológicamente, el 20 de noviembre de 2019, Espinoza contactó mediante la red social Facebook a una mujer trans con la intención de obtener sexo por dinero y acordaron una cita en el domicilio de la víctima.
Luego del momento íntimo, la atacó por la espalda, sujetándole con ambas manos el cuello hasta casi desmayarla. La víctima intentó defenderse y hubo ruidos en la habitación, que pusieron en alerta a una vecina que se percató de lo que sucedía y llamó a la Policía.
El acusado pudo escapar del lugar y unos días después, fue acusado del femicidio de una menor, cometido con una modalidad similar.
Según se detalla en el requerimiento, Espinoza contactó el pasado 4 de diciembre a una menor de 16 años, a quien ya conocía, por la red social Facebook con intenciones de mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.
Acordaron encontrarse en el interior del baño de la cancha conocida como “Los Vallistos” de barrio Palermo II de la ciudad de Salta, donde luego se encontró a la víctima sin vida.
La adolescente fue atacada con dos escombros de gran tamaño y falleció por traumatismo craneo facial grave, según detalla el informe de autopsia.
Los investigadores lograron identificar a Espinoza a partir del análisis de las comunicaciones que mantuvo con las víctimas y por testimonios recogidos, que lo vinculan con ambos hechos.
Salinas Odorisio señala como determinante una prueba científica realizada por el Servicio de Biología Molecular del CIF sobre una prenda secuestrada al acusado, donde se detecta manchas de sangre humana, cuyo perfil genético se corresponde con el de la menor víctima.