El fiscal penal de Rosario de Lerma, Federico Jovanovics, abrió el decreto de imputación contra dos personas, por un hecho de maltrato animal ocurrido el domingo 28 de junio en una finca ubicada sobre la ruta provincial 36, en el mencionado municipio. La audiencia se desarrollará cuando las condiciones sanitarias, originadas en la pandemia, permitan su realización.
En este sentido, fue dispuesta la citación a la audiencia de imputación en contra de dos personas, acusadas del delito de actos de crueldad contra los animales.
El fiscal penal Federico Jovanovics tomó intervención tras las actuaciones realizadas por personal de la Policía Rural y Ambiental, que investigaba el posible desarrollo de un evento clandestino de peleas de gallos de riña llamado “Campeonato Provincial Del Norte”.
Los efectivos llegaron a las 13.45 al lugar que estaba oculto entre pastizales, donde pudieron observar varios vehículos estacionados al costado del camino, cerca de una estructura tipo quincho compuesta por postes de madera y plástico negro de 15 x 4 metros, aproximadamente.
Encontraron en el interior una gran cantidad personas, en su mayoría hombres, que al notar la llegada de la policía corrieron en distintas direcciones, muchos con un gallo entre sus brazos.
Durante la inspección ocular, los efectivos encontraron cuatro bases metálicas con paredes de lona utilizados como “rings”, tachos con agua y esponjas para humedecer a las aves, cuatro punteras que se colocan en las patas a los gallos para pelear, una bolsa con medicamentos vitamínicos que son inyectados a las aves para ponerlos más violentos, dos escritos denominados “Reglamento Salteño de Riña de Gallo 2019”, una balanza para determinar las categorías, 25 gallos de riña y dos gallinas, escritos con tiza sobre una madera, sillas de plástico, y mesas de madera, entre otros elementos.
Fue realizada la identificación simple de 38 personas, incluyendo a algunas que escaparon y que luego volvieron por sus vehículos, algunos con gallos enfundados o en japoneras, por lo que se labró las respectivas actas de secuestro.
En su mayoría, los demorados adujeron que concurrieron al lugar por una invitación a través de la aplicación Whatsapp y la red social Facebook, sin aportar quién sería el organizador del evento e indicaron que cuando ingresaron, una mujer les cobró $ 250 por persona. También manifestaron que en el lugar vendían gaseosas, bebidas alcohólicas, empanadas y asado.
De distintas declaraciones se desprendió que durante el desarrollo del evento, dos hombres vestidos de civil que se identificaron como personal policial les manifestaron “que debían estar tranquilos, porque todo estaba debidamente autorizado”.