La fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, abrió la imputación contra los efectivos policiales sargento ayudante Rómulo Segovia, sargento Pablo Exequiel Toledo, cabo Ignacio Esteban Zurita y cabo Alfonso Néstor Sánchez, todos con revista en la División Seguridad Urbana, acusados del delito de vejaciones calificadas y allanamiento ilegal, todo en concurso real. La audiencia está prevista para el martes 18 de agosto.
Del decreto de imputación se desprendió que los acusados, el 9 de enero pasado, cerca de las 9, a bordo del móvil policial 1829 y mientras debían desempeñar un acto de servicio, cometieron un exceso de sus funciones al arremeter contra de la integridad física del denunciante y víctima, a quien le causaron lesiones en distintas partes del cuerpo que serían por impacto de proyectil de posta de goma.
Además, al momento de la detención, los acusados ingresaron al domicilio del damnificado ubicado en barrio Norte Grande y manifestaron que podían hacerlo sin una orden emanada de autoridad competente.
Las actuaciones iniciaron con la denuncia de la víctima, quien relató que durante esa mañana, su nuera lo despertó para advertirle sobre la presencia de personal policial fuera de la casa.
Al salir para ver qué sucedía, encontró a tres efectivos policiales junto a dos mujeres, quienes manifestaron que la bicicleta que estaba en la puerta de la casa era de ellas y que se la habían robado hace instantes. El denunciante les dijo que se la llevaran y que no sabía qué hacía la bicicleta allí.
En ese momento el personal policial ingresó al domicilio, hizo una requisa y encontró a un hombre escondido en el techo, quien al ver a los efectivos policiales escapó, por lo que lo persiguieron.
En ese momento el denunciante salió tras ellos para ver si lo agarraban y caminó hasta la vuelta de su casa, donde se les acercaron nuevamente los policías, enojados porque se les había escapado el hombre que estaba en el techo.
Uno de los efectivos le dijo «a vos te vamos a llevar por encubrimiento» y luego lo subieron a la caja del móvil y lo esposaron.
Una vez que el móvil arrancó, el denunciante relató que uno de los dos policías que iba atrás con él le dio disparos de bala de goma en ambas piernas. Tras esto, el denunciante se tiró en la caja del móvil y uno de ellos le pisó la cabeza.
El informe médico realizado por el Gabinete de Medicina Legal del CIF, concluyó que la víctima presentaba un hematoma en los dos tercios inferior de brazo izquierdo, otro pequeño en hombro izquierdo, una excoriación en parte posterior de pabellón auricular izquierdo, dos lesiones contusos equimóticas circulares con halo hemático perilesional, uno en tercio medio, cara anterior de muslo izquierdo y otro en tercio inferior, cara interna de muslo derecho y excoriación en tercio inferior y en cara anterior de pierna izquierda.
La fiscal penal Simesen de Bielke sostuvo que los hechos fueron corroborados con la denuncia del damnificado, testimoniales de testigos presenciales y certificados médicos, la nómina de efectivos que se encontraban en el móvil y la copia del libro de guardia, entre otros elementos de convicción reunidos, que dieron cuenta de la participación punible de los imputados.