El productor solicitó declarar en la audiencia de debate que se sigue en su contra y si bien reconoció que los trabajadores rurales le prestaban servicios, dijo que no tenían relación de dependencia y que las acusaciones en su contra estaban relacionadas a su condición de extranjero y perseguían un fin económico.
Durante la segunda jornada de la audiencia de debate contra Hartmut Torsten Theobald, solicitó al Tribunal, integrado por los jueces Francisco Mascarello, Paola Marocco y María Livia Carabajal, prestar declaración.
El acusado reconoció que Casas y Soraire prestaban servicios para él pero que no tenían relación de dependencia, sino que cobraban por tareas realizadas como monotributistas. Ante la consulta sobre la denuncia que Casas le habría realizado ante la AFIP, dijo que desconocía tal situación y atribuyó la acusación en su contra a su condición de extranjero y que la misma persigue intereses económicos.
También negó tener vinculación alguna con los hechos por los que se encuentra siendo juzgado.
Prestó declaración también la oficial de la Policía de la Provincia que hizo la primera intervención cuando Casas fue encontrado sin vida y dijo que al llegar se encontró con Hartmut Torsten Theobald, que le dijo que creía que el trabajador se había suicidado y le indicó una botella dentro de la vivienda, donde aseguró que había un veneno llamado Furadán, lo que le llamó la atención.
El testimonio del criminalista del CIF que realizó los levantamientos y tareas de campo en las viviendas de ambos trabajadores damnificados, estuvo acompañado de imágenes, donde se pudo apreciar las condiciones deplorables en las que vivían dentro del campo del productor y los hallazgos realizadas en ambas, que comprometen al acusado.
Para la jornada de este miércoles se encuentran citados seis testigos, entre los que se cuenta personal policial y un médico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales que intervino durante la investigación.