Los fiscales penales de UGAP, Ana Inés Salinas Odorisio y Gustavo Torres Rubelt, hicieron conocer a Nicolás Federico Cajal Gauffin, de 45 años, las pruebas reunidas en su contra y lo imputaron por supuesto encubrimiento agravado en perjuicio de Jimena Beatriz Salas, ocurrido el 27 de enero de 2017. Cajal declaró durante más de dos horas.
Cajal concurrió a la audiencia de imputación, acompañado por su abogado defensor particular, y luego de que se leyera el decreto de imputación, optó por declarar. La declaración se extendió durante más de dos horas.
Según consta en el acta de imputación, una nueva valoración de los elementos colectados durante la investigación indica que Cajal habría convencido a la madre de Jimena Salas para que el cuerpo de la víctima fuera cremado, después de la muerte violenta de su concubina, lo que “hace sospechar que el mismo tenía la intención de ocultar una evidencia importante”.
Otro dato de relevancia que lo incriminaría en el supuesto encubrimiento agravado, es que durante las distintas declaraciones que brindó oportunamente, Cajal habría ocultado al menos tres números de teléfono que tenía al momento del hecho.
Según los fiscales, surgió también como sospechosa la conducta del imputado, respecto de su actitud en la escena del hecho, su reacción ante el hallazgo del cuerpo de quien fuera su pareja y las contradicciones en las que incurrió en sus declaraciones en relación al recorrido realizado para dirigirse al domicilio el día del homicidio de Jimena Salas.
En el decreto de imputación, los fiscales Salinas Odorisio y Torres Rubelt dejaron expresa constancia de que la calificación podría modificarse, como consecuencia de los resultados que con posterioridad arroje la investigación. Ratificaron que sigue vigente la reserva de las actuaciones del legajo.