En el último mes de vida del ruralista, su pareja fue acusada de realizar maniobras y así quedarse con una suma de más de 2 millones de pesos, producto de la venta de 548 cabezas de ganado de una finca que la familia posee en General Güemes. La fiscalía penal de esa ciudad elevó el caso a juicio por el delito de estafa.
El planteo fue presentado ante el Juzgado de Garantías 1 del Distrito Centro, donde ahora se llevan adelante los pasos de rigor a fin de que el caso sea luego girado al Tribunal de Juicio. La acusación fue presentada por la fiscal penal Verónica Simesen, quien era titular de la fiscal penal de General Güemes.
Simesen, quien ahora se desempeña en la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, llevó adelante la investigación del caso, el que se inició el 18 de enero del año pasado, cuando Federico Uldry, uno de los hijos del conocido ruralista, radicó una denuncia por el vaciamiento del patrimonio de su padre, en especial el que poseía en la finca Quista, perteneciente a la familia y ubicada en General Güemes.
En su denuncia, el hijo del ruralista relató que el patrimonio del que se vieron desapoderados, estaba sujeto a un juicio civil que se llevaba adelante por separación del matrimonio, litigio que habría quedado trunco debido a que la acusada, pareja de Uldry, dispuso de la venta de las 548 cabezas de ganado, dinero del cual luego se apropió.
Asimismo, sostuvo que el 13 de enero de 2018, al presentarse en la finca con otro hermano, se dieron con un hijo de la acusada, quien pretendía llevarse en una camioneta de su padre varios muebles que la familia poseía en esa propiedad, lo que fue impedido por ambos hijos, quienes allí se enteraron del vaciamiento de la finca.
En vista de esta denuncia, la fiscal llevó adelante una serie de diligencias procesales que le permitieron comprobar, con el grado de probabilidad requerido para esta etapa, la comisión del delito de estafa por parte de María Cristina Varela, quien era pareja de Uldry al momento que el ruralista falleció.
Las maniobras, según lo establecido por la fiscal, se produjeron entre el 14 de diciembre del año 2017 y el 14 de enero de 2018, tiempo que Uldry se hallaba internado en un estado de coma inducido en una clínica privada de barrio Tres Cerritos, hasta que murió debido a una enfermedad terminal.
Los hijos del ruralista en sus declaraciones testimoniales, hicieron hincapié en el hecho de que su padre no pudo haber dispuesto la venta del ganado ni tampoco la extracción de dinero de cuentas bancarias que poseía. En su investigación, la fiscal comprobó la venta del ganado dispuesto por Varela, como así también la extracción por parte de la acusada de sumas de 905.000 y 1.360.000 pesos, dinero que sería producto de esa operación.
Empleados de la finca, en tanto, sostuvieron que las ordenes eran impartidas por Varela, y que Udry, hasta el momento que se hallaba en buen estado de salud, no tenía proyectado la venta del ganado, sino por el contrario su intención era avanzar con la cría y engorde de los animales. Uno de los obreros de la finca, en tanto, señaló que la acusada sostuvo que “ellos se creían que les iba a quedar todo servido”, en referencia a los hijos del ruralista.
En base a estas declaraciones testimoniales y otras medidas de pruebas, la fiscal cerró la etapa de investigación y remitió la causa a juicio en contra de Varela por el delito de estafa, requerimiento que ahora se encuentra a la espera de ser llevado a juicio.