Advertida la maniobra, la Fiscalía Penal 7 solicitó la detención del violento, quien fue sometido a una nueva audiencia de imputación, esta vez por el delito de daños calificados, ya que no supo explicar qué sucedió con el dispositivo electrónico asignado.
El caso, según lo informado desde la fiscalía, surgió a partir de una tarea de control que lleva el Sistema Unico de Monitoreo de Agresores (SUMA), el que controla, a través de las pulsera electrónicas, que los violentos más problemáticos no se acerquen a las personas que los denunciaron por violencia, ya sea de género o familiar.
El 19 de enero, según lo informado, desde el grupo SUMA se advirtió que el dispositivo asignado a Ariel Aguilar Janco, de 36 años y de nacionalidad boliviana, estaba próximo al domicilio de su ex mujer, por lo que se activo el protocolo a fin de verificar e interceptar al sujeto.
Al ubicarlo, personal policial se percató de que se hallaba en estado de ebriedad y que el mismo manifestaba que se dirigía a la dependencia policial de Villa Lavalle, donde tenía previsto pedir custodia policial para ir a la casa de su ex mujer, pero para ver a sus hijos.
En vista de que se hallaba bajo los efectos del alcohol, la policía no permitió tal visita, mientras que desde el grupo SUMA se le pidió que recargue el dispositivo, pues advirtieron que le quedaba poca batería.
A los días, en tanto, se advierte desde el grupo de monitoreo que directamente el dispositivo asignado a Aguilar Janco había dejado de funcionar, por lo que nuevamente se activa el protocolo para esta clase de casos, por lo que destinó personal policial para la ubicación del violento.
Para ello, los uniformados fueron a su lugar de trabajo, pero el capataz de la obra en construcción indicó que Aguilar Janco merodeaba por la zona. Al rastrillar el lugar, lo encontraron en una esquina junto a unos amigos, con quienes ingería bebidas alcohólicas.
Al ser interrogado sobre el dispositivo, el acusado dijo desconocer del mismo, que tal vez se lo habría extraviado. En vista de ello, y tras las consultas con la fiscalía, se solicitó la detención del mismo y posteriormente fue imputado por el delito de daño calificado, ya que personal policial rastreó el dispositivo en cuestión y logró determinar que había sido destruido.
De esta manera, el violento sumó una nueva causa penal por la destrucción del dispositivo, como así también perdió su libertad y se encuentra detenido y con pedido de prisión preventiva.